Hace sólo unos días, la Asociación de Empresarios de los Polígonos de Les Franqueses del Vallès organiza un encuentro para debatir sus necesidades en una masía del polígono de Congost. Como ponente está invitado el catedrático de la Universitat de Barcelona, Germano Belio, pero el conferenciante empieza a retrasarse y al final personal de la organización acaba saliendo a buscarlo. La razón? El taxi que lo lleva no ha encontrado la calle, a pesar de que trae activado el GPS...
Y no es el único que se pierde en estas calles salpicats de fábricas, naves y camiones. Los que pisan cada día polígonos industriales advierten que hay que mejorar su señalización, mejorar las comunicaciones, el mantenimiento... En definitiva, que necesitan una revisión a fondo. "La mayoría de polígonos que tenemos en estos momentos en Cataluña proceden de la década de los setenta, por lo tanto, no han sufrido ninguna mejora estructural para adaptarse a la misma evolución de los negocios", apunta Joan Carles Base, delegado territorial de Pimec en el Vallès Oriental.
Los mismos empresarios reunir en el encuentro de Las Franquezas se muestran críticos con el estado de estas áreas donde trabajan cada día. "Hemos cambiado las conexiones porque cuando llovía, no teníamos Wi-Fin y dejaba de funcionar la conexión en Internet, nos pasaba muy a menudo que te quedabas sin incomunicado durante un día y esto te resta competitividad y afecta todos los pedidos", apunta Àlex Dude, director general de Grupo Abressa Abrasivos. "Falta mejorar las comunicaciones pero también a escala de transporte público, de carreteras e infraestructuras", añade el consultor Jordi Deumal, director general de Apen, otra firma ubicada a Las Franquezas. Ambos están asociados a esta entidad nacida el 2014 y que últimamente ha conseguido que la fibra óptica llegue a los polígonos, uno de los temas que posiblemente se debatirá este miércoles a la encontradaPolígonos y R D I: mejoramos su conexión? en el Centro de empresas industriales de Can Roqueta (Sabadell).
Problemas de acceso y mantenimiento
Sus quejas, que sufren cada día, las corrobora Marcela Véliz, responsable de Pimec Polígonos, quienes apunta que "las carencias actuales de los polígonos son básicas: arreglar los alcantarillados, adaptarlos a las exigencias de movilidad –a las ofertas de trabajo siempre se suele indicar que el vehículo propio es indispensable porque es complicar llegar-, transporte público porque la accesibilidad es mala..." Según Véliz, el más fácil es que cualquier se desoriente en un polígono, puesto que estos están mal geo-referenciados a los GPS, "sobre todo los pasa a los transportistas europeos que viajan ninguno aquí. Tendrían que estar muy señalizados".
También carecen servicios básicos. A pesar de que está datado en junio de 2007, el estudio Análisis de la oferta y la demanda de polígonos de actividad en Cataluña, editado por el Instituto de Estudios Regionales y Metropolitanos de Barcelona (IERMB) y elaborado por los autores Carme Miralles-Guasch y Carles Dado, es uno de los más completos sobre estas carencias y otras realidades de los polígonos catalanes. El texto establece que el 60% de los polígonos catalanes no dispone de restaurantes, casi el 90% no tiene servicios financieros y otro 90% nodispone. Además, se aprecian diferencias según el ámbito territorial, especialmente en el caso de estos servicios, con un fuerte contraste entre la región metropolitana de Barcelona, donde uno de cada cuatro polígonos sí que dispone de una sucursal de entidad financiera, y el resto de Cataluña, donde prácticamente son inexistentes.
El estudio también concluye que los polígonos industriales son espacios que ya no se pueden identificar sólo como lugares industriales, porque incluyen también actividades logísticas, comerciales y de servicios en general. Es por eso que el término utilizado es 'polígonos de actividad', entendidos como áreas donde se localizan actividades económicas en suelo calificado de industrial, terciario o mixto. "Antes los polígonos eran más industriales, pero ahora cada vez lo son menos y son más polígonos. Antes eran zonas sucias, de ruido, donde se hacía la manufactura contaminante y ahora nadie contamina ni ensucia, por lo tanto, los polígonos se han convertido en puestos de trabajo en que hay unos que manufacturan, otros que dan servicio y otros que dan ocio o restauración", explica el empresario Leo Torrecilla, presidente de la Asociación de empresarios de los Polígonos industriales de Sant Quirze del Vallès.
Por qué es importante asociarse?
Torrecilla encabeza una de las entidades de empresarios que busca con su unión mejoras para los polígonos. Han visto que juntos los resulta más fácil presentarse a las administraciones para reclamar un alcantarillado nuevo o más vigilancia policial por la zona. "Nos hemos asociado porque en los últimos 15 años, cuando íbamos a pedir una cosa, si eras una persona física, te hacían un caso ínfimo; en cambio, cuando vas en nombre de una agrupación, se te trata muy diferente y esto lo notaba yo y lo notaban otras muchas empresas", declara Torrecilla.
"Cada polígono tiene sus propias relaciones con la Administración, sus propias características, porque hay polígonos de todo tipo", apunta la profesora Miralles-Guasch, experta en Geografía Urbana, Movilidad y Transportes, para quienes los polígonos son "unidades muy fragmentadas, aunque se vean como una realidad única y homogénea. En realidad son todo el contrario".
Voces como la de Joan Carles Base apuntan que los ayuntamientos son en parte responsables de este 'abandono'. "Tradicionalmente han dado mucha prioridad siempre, por un tema electoral, a los cascos urbanos de las poblaciones y las zonas industriales las han dejado en segunda línea. El que ha pasado con el paso de los años es que las infraestructuras propias de los polígonos se han ido deteriorando". En este sentido, desde consistorios como el de Sant Quirze del Vallès se quieren solucionar las controversias. "Uno de los retos de los polígonos es romper la atomización entre el polígono y la ciudad/pueble e integrarlo, pero es un reto que no se hará ni en cuatro ni ocho años, sino que pasará, incluso, toda una generación", aventura Àlex Brossa, regidor de Desarrollo Económico y Local de localidad. Según el edil, "antes eran molestos para la gente porque las empresas textiles hacían ruido y por eso las ponían en las afueras, pero hoy en día todo ha ido cambiante", considera.
Un país de polígonos
Según fuentes consultadas, actualmente hay entre 1.700 y 1.900 polígonos industriales en Cataluña. La ocupación de ellos es del 60% aproximadamente, el restante 40% está sin ocupar y solo haber muchas naves vacías, sobre todo arran la crisis económica, y la situación afecta también a los que están trabajando. "Muchos empresarios explican que si dejan un cartel de 'se alquila' colgado a la nave, se los entran a robar el cobre y todo el material. El otro día me explicaba un que hasta que no descolgó el cartel, no se pararon los robos", narra Véliz. El problema está en que "la imagen que se tiene de los polígonos es densa", continúa la responsable de Pimec Polígonos, "todos pensamos en grises cuando pensamos en polígonos".
Grises y/o de colores, el IERMB mantenía al estudio del 2007 que la región metropolitana de Barcelona es el ámbito territorial donde se concentra el número más grande de polígonos catalanes, borde el 40,7%. En un segundo nivel se sitúan los polígonos de las comarcas de la Cataluña central y los de Girona, que representan el 18,8% y el 16,4%, respectivamente. Después se encuentran el Campo de Tarragona y el ámbito de Ponente, el 10,1% y el 9,1%, respectivamente. Por último los polígonos de las Tierras del Ebro y el Alto Pirineu y Aran, que suponen el 3,5% y el 1,4%, respectivamente.
"La mayoría de polígonos están plenos de empresas pequeñas que son las que suponen el 99% del tejido empresarial de Cataluña", recuerda Véliz, quien cita los polígonos de Riudellots de la Selva, Las Planes (Anoia), Sant Quirze del Vallès o Cardedeu como ejemplos de renovación.
Otros, como Rubí, por ejemplo, apuestan para crear una central de compras. El Foro Empresarial Cecot Rubí ha impulsado, ejecutado y gestionado el proyecto, conjuntamente con las asociaciones de los polígonos industriales, para las compañías asentadas en las áreas industriales de Cueva Solera, Can Jardín, Can Rosés, La Lana y El Molino del Andamio. También en el polígono Hace falta Gordi Hace falta Catalán de Granollers trabajan para mejorar las telecomunicaciones en costes asumibles, y en Gavà han diseñado la marca Juntos Pro Gavà como un programa de compromisos y acciones para la co-creación de la marca de ciudad Made in Gavà entre las empresas del Parque Empresarial Gavà y el Ayuntamiento.
Polígonos industriales, renovarse para sobrevivir
Las áreas de industria de Cataluña piden a gritos mejores en mantenimiento y accesos para competir a plena capacidad
08
de Junio
de
2016