La actualidad económica viene marcada por la publicación de la encuesta de población activa del tercer trimestre de este año que refleja el que voy explicando ya hace meses: la desaceleración económica es una realidad a pesar de que el crecimiento económico sigue -y seguirá- siendo robusto. Los datos de creación de trabajo y población activa han quedado un poco por debajo de la previsión a pesar de que la creación de trabajo público es un punto superior entero a la creación de trabajo en el sector privado. La actualidad política de la semana ha sido muy intensa con la reunión -este pasado lunes- a Waterloo como la protagonista, donde se discutió el Consejo de la República que será presentado la próxima semana.
La batalla interna que vive el PDEcat sobre cómo insertarse dentro del Llamamiento, la cumbre estratégica convocada por el presidente Joaquim Tuesta, la polémica sobre la inmersión del consejero Josep Bargalló, la crisis de los Comunes y la denuncia del PDEcat de Barcelona a raíz de las subvenciones del gobierno municipal de Ada Coláis complementan una semana muy cargada.
Menos paro con desaceleración
El INE ha publicado la encuesta de población activa (EPA) esta semana y la tasa de ocupación ha aumentado un 2,51% al Estado y un 2,33% en Cataluña, confirmando el retardo económico que situará el crecimiento económico de los próximos trimestres entre el 2% y el 3%. Se da el caso que el EPA del segundo trimestre fue excepcionalmente buena -uno outlier cómo se llama entre especialistas- el que abre algunos interrogantes sobre los motivos de esta excepcionalidad. Estos interrogantes plantean dos posibilidades: o es un fenómeno estadístico de los que pasan de vez en cuando o, alternativamente, hay la posibilidad que Moncloa haya regularizado masivamente el que explicaría los excepcionales datos de trabajo del segundo trimestre. La tasa de paro al Estado es del 14,6% a la vez que en Cataluña la tasa del paro este tercer trimestre es del 10,6%, muy lejos todavía de las economías avanzadas pero una cifra que empieza a estar, en términos históricos, bastante cerca del inicio de una recesión (7-8%).
La República digital
La semana política ha venido marcada por la cumbre convocada a Waterloo por Carles Puigdemont el pasado lunes con representantes de todos los espacios independentistas y que acabó con un acuerdo sobre la puesta en marcha del Consejo por la República -que se presenta el próximo día 30 de octubre-, que tiene como misión iniciar un proceso constituyente con la e-identidad como bandera para utilizar el potencial tecnológico del país para hacerlo de forma electrónica. La estrategia de comunicación del consejero Jordi Puigneró no está exenta de riesgos porque de forma reiterada asocia el sector tecnológico catalán a la República digital catalana, cosa que está generando incomodidad dentro del sector tecnológico.
"La reiterada asocia el sector tecnológico catalán a la República digital catalana de Puigneró está generando incomodidad dentro del sector tecnológico"
Esto es así porque las empresas creen que los puede perjudicar y es que la economía siempre ha querido la política bien lejos. Mi consejo al consejero es que separe el momento dulce que vive el sector tecnológico catalán del proyecto político porque los asuntos de las empresas los tienen que traer especialistas en empresas, en caso contrario el riesgo que el sector acabe rechazando públicamente lo proyecto independentista no es menor, sin que esto afecte el proyecto digital del consejero, que es interesante y tiene potencial.
El Llamamiento come PDEcat
El Llamamiento Nacional del presidente Puigdemont iniciará este sábado su camino en la convención que tendrá lugar en Manresa y que recuerda, en cierto modo y salvo las distancias, a las Bases de Manresa de la Unión Catalanista de 1892. La puesta en largo del Llamamiento ha creado mucha tensión dentro del PDEcat con su presidente, David Bonvehí, poniendo en seria duda el papel que el partido tiene que jugar dentro del Llamamiento. Dentro del PDEcat hay un sector (lo más clásico a quien me gusta denominar old conver) muy conservador que prefiere mantener la cuota de poder del partido, que pasa para ser fuerte en el ámbito municipal y aceptar el liderazgo de ERC. Este sector se contrapone con el sector más joven y nuevo del partido que destaca por su ambición y que se queja de la imposibilidad de construir proyectos políticos dentro del PDEcat y es por eso que es partidario de ir al Llamamiento con la esperanza de dar transversalidad al partido y aumentar el nivel de conocimiento para aspirar a liderar lo proyecto independentista hacia la República de Cataluña. Esta tensión ha provocado incluso que los presos políticos del en torno a Puigdemont hayan publicado una carta dirigida en la militancia pidiendo que todos los militantes del PDEcat se integren en El Llamamiento, que tiene que ser el nuevo instrumento político del presidente Puigdemont.
La guingueta de los Comunes
Los pedecàters no son los únicos que viven problemas graves a escala interna. Los Comunes están en una situación parecida. La dimisión de Xavier Domènech, que hacía la función de cohesión del espacio poscomunista, ha liberado el infierno dentro de la formación que integra Podemos, Iniciativa y la en torno a Ada Coláis. El sector soberanista de los comunes, liderado por Elisenda Alamany está siendo expulsado de la dirección y sustituida por ICV, cosa que ha provocado la publicación de un manifiesto y el inicio de una guerra interna. Además, los problemas no acaban aquí, puesto que Jaume Asens y Gerardo Pisarello parece que no se presentarán con Barcelona en común y Ada Coláis a las cercanas municipales. Además, el PDEcat de Barcelona ha publicado un "xiringuito" de los Comunes que podría acabar a la fiscalía anticorrupción: varias asociaciones con sede en la calle Caspe 43 que reciben enormes subvenciones y que, según el PDEcat, se dedican a hacer campaña para Ada Coláis. Más allá del hecho -peronismo crudo y pelado-, la noticia es útil para entender que todo el sistema de contratación pública del país necesita una reforma integral porque está muy lejos de los estándares que recomienda la Unión Europea. El existente anihila la competencia y la innovación.
El presidente Tuesta ha convocado una cumbre estratégica para el próximo venidero 16 de noviembre. El objetivo es conseguir la unidad de acción del bloque independentista. Una unidad que no sé decir si es posible porque para lograrla se tiene que tener claro qué, puesto que si no sabemos el qué, entonces lo cómo es un debate sin sentido. Más allá, el escrito de acusación de la Fiscalía viene pronto y los partidos indepes están pidiendo a Pedro Sánchez "un gesto" para poder aprobar el presupuesto. Pero no se engañen que todo esto es teatro del malo: no habrá ningún acuerdo antes de las elecciones andaluzas del 2 de diciembre. Después, la locura.