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Por qué deberíamos haber hecho más fotos: la filosofía entre bastidores del nuevo álbum de Bad Bunny

Bad Bunny ha hecho mucho más que poner a Puerto Rico en el mapa: ha sabido explicar por qué es necesario luchar para preservarlo y asegurarle un futuro prometedor

El cantante Bad Bunny durante un concierto | EP
El cantante Bad Bunny durante un concierto | EP
Arianda Romans | VIA Empresa
Politóloga y filósofa
18 de Enero de 2025

Hace unos días se publicó lo que se ha convertido en el disco del momento. Todas las redes sociales están llenas de ello, todos nuestros amigos están escuchando el mismo tono: Bad Bunny, el cantante puertorriqueño que ha revolucionado la industria del reguetón y el trap latinoamericano, con incorporaciones puntuales de otros géneros como el dembow, la bachata, el rock o el soul.

 

Ya hemos hablado mucho del mal prestigio que tienen estos géneros musicales, y ya es momento de asumir que sus críticas tienen, en la mayoría de los casos, un tono de racismo y clasismo fuertemente incorporado. Es cierto que algunas letras tienen tonos peyorativos o incluso insultantes hacia las mujeres y otros colectivos, pero destacar solo eso en las canciones que, casualmente, en nuestro entorno están relacionadas con colectivos migrantes y empobrecidos no es casualidad. Algún día lo superaremos.

Hecha esta nota, y a pesar de la frivolidad y la superficialidad que ha rodeado la música de los artistas de reguetón, llevamos unas semanas revolucionados por el nuevo álbum de Bad Bunny por diversos motivos: desde la reivindicación de su tierra, Puerto Rico, hasta la defensa de las causas sociales y medioambientales de la isla, el cantante ha logrado robarnos el corazón una vez más con sus letras. En esta sección estudiamos la filosofía entre bastidores de los principales hechos de nuestra sociedad, y en pleno 2025 creo que ya no hace falta explicar por qué Debí tirar más fotos es uno de ellos. Para ello, analizaremos algunas de las letras más famosas de esta nueva proeza.

 

1. Por la mañana café, por la tarde ron, ya estamo’ en la calle, sal de tu balcón.

La vida caribeña es alabada internacionalmente por su concepción de la vida. Con una metáfora indiscutible de la expresión catalana del seny i la rauxa (la sensatez y el arrebato), el artista explica cómo, por la mañana, se trabaja (y necesitamos café) y, por la tarde, se baila (y necesitamos ron). El equilibrio de la vida, tan estudiado por distintas corrientes filosóficas a lo largo del tiempo, tiene una traducción muy sencilla a la vida diaria a través de prácticas comunes, como las bebidas. El ron, tan típico de su tierra, es una metáfora perfecta de la necesidad de tener un poco de todo. En las redes sociales, muchas personas han afirmado que este disco es un retrato fantástico de la sociedad puertorriqueña, y es que Benito Antonio Martínez Ocasio, hijo de Bayamón, quería homenajear a su sociedad originaria, alejándose de los típicos estereotipos turistificados de la isla que, todavía no entendemos por qué, es territorio de los Estados Unidos.

Benito Antonio Martínez Ocasio quería homenajear a su sociedad originaria, alejándose de los típicos estereotipos turistificados de la isla que, todavía no entendemos por qué, es territorio de los Estados Unidos

2. Que no quiero que hagan contigo lo que le pasó a Hawái.

San Juan, Puerto Rico | iStock
San Juan, Puerto Rico | iStock

Y es que Puerto Rico no es el único territorio de ultramar que forma parte de los Estados Unidos. Hawái también lo es, y en los últimos años ha pasado de ser una isla de naturaleza fantástica y culturas originarias a un codiciado destino turístico para miles de estadounidenses y otros turistas del mundo. Esto ha traído riqueza para algunas personas de la isla, pero también una pérdida sustancial de su naturaleza y cultura. Bad Bunny no quiere eso para su amada isla; no quiere que se convierta en un resort tropical a merced de la voluntad del turista de clase media occidental. Él quiere que su isla siga siendo tan rica en cultura, naturaleza, tradiciones y buena vida. Ante la turistificación de los lugares más bellos del mundo, él desea, como muchas otras personas, conservar el encanto de esos sitios. No propone ninguna alternativa (al fin y al cabo, él es cantante, no político), pero destaca la belleza de la isla y la necesidad de preservar algunas de sus especies en peligro de extinción, como la rana Concho, que es la imagen de muchas de las canciones del disco. En un gran acto de amor hacia su tierra, afirma con contundencia: "de aquí nadie me saca, de aquí yo no me muevo, dile que esta es mi casa, donde nació mi abuelo".

3. Quieren quitarme el río, y también la playa, quieren el barrio mío y que la abuelita se vaya.

En Hawái no solo se pierden los recursos naturales, los grandes bienes de la isla se privatizan y lo que antes era de todos pasa a manos privadas, sino que también se gentrifican barrios, se reduce a la población local a trabajos relacionados con el turismo, y se anula cualquier capacidad de transformación futura debido a la dependencia de estas actividades. Esta alternativa, que en mi opinión se ha concebido erróneamente como un paradigma de progreso rápido para territorios en vías de desarrollo, nos ha llevado a avanzar rápidamente pero en la dirección equivocada. La gentrificación que afecta a la isla, y que el artista sabe que solo irá en aumento con el tiempo, está desplazando a las personas con menos recursos (como la abuelita), obligándolas a mudarse a zonas probablemente con menos servicios y más aisladas. Por eso, conociendo lo innegociable que es para la Generación Z la defensa de sus raíces y valores, Bad Bunny recurre a una poderosa invocación: la de los abuelos y las abuelas.

4. Debí tirar más fotos, de cuando te tuve, debí darte más besos y abrazos las veces que pude.

Aunque esta frase es probablemente la más famosa del disco, casi se queda fuera del álbum porque el artista no veía cómo encajarla en ninguno de los proyectos que tenía en marcha. Por suerte, su colaborador Mac insistió en que había que hacer algo, que no podía quedarse fuera. Entonces reescribieron la canción desde cero y terminó convirtiéndose en el título principal. El artista explica que con esta frase quería capturar la nostalgia, otro gran tema de esta colección. Lo que Bad Bunny busca reflejar con esta idea es la necesidad de no dar por sentado el pasado, de recordar siempre las cosas importantes y de no centrar todas nuestras esperanzas únicamente en el futuro. ¿Es Bad Bunny la reencarnación de los románticos del siglo XIX o el heredero de la cultura pop de Baudelaire y Walter Benjamin? Quizás sí, probablemente no. Lo cierto es que, con una canción que no podemos sacarnos de la cabeza desde hace días, ha logrado que volvamos a valorar las cosas esenciales. En mi caso, por ejemplo, me he dado cuenta de uno de los grandes tesoros que tengo: jugar a las cartas con mis abuelos cada vez que estoy en casa.

Lo que Bad Bunny busca reflejar con esta idea es la necesidad de no dar por sentado el pasado, de recordar siempre las cosas importantes y de no centrar todas nuestras esperanzas únicamente en el futuro

5. Aquí nadie se va a casar, pero tú te vas a querer quedar.

Evidentemente, uno de los temas recurrentes del artista es el amor. El amor nostálgico representado en unas ex que nunca supera (quizás alguien debería decirle que ya es momento de dejar de mencionarlas en las canciones) y también un amor libre que no acepta ataduras y que reniega del amor tradicional. Su mensaje sobre el amor es contradictorio: por un lado, es extremadamente intenso, pero por el otro, es un canto a la libertad sexual y a las alternativas relacionales que no implican compromisos. En palabras sencillas, un canto al libertinaje sexual y al amor romántico combinado en un cóctel molotov que solo puede evolucionar en algo extraño que no sabemos cómo abordar. Ni él ni nadie de nuestra generación. Y con esto conecta perfectamente con todas las personas que, como él, nos encontramos entre la juventud y los treinta y no tenemos ni la más remota idea de cómo amar.

6. Un abrazo pa’ mami y papi, porque en verdad rompieron.

Dentro de este lío emocional, volvemos a los orígenes. ¿Y qué orígenes son más fuertes que los padres? En línea con las nuevas ideas sobre el amor, el cantante habla de sus padres. Habla de cómo se conocieron, cómo fue su historia hasta que lo tuvieron… y luego se divorciaron. Como para tantas otras personas en el mundo, sus padres no siguen juntos, su historia de amor, por alguna razón, no superó mares y montañas, no aceptó eso de que "el amor lo puede todo" y, sencillamente, cada uno siguió su vida por su lado después de haber creado a uno de los mejores cantantes de nuestros tiempos. ¿No es suficiente? ¿No es una historia de amor digna de recordar y alabar, aunque no funcionara después? El valor de la nostalgia en Bad Bunny va mucho más allá de la isla y de la familia, y también ocupa un espacio en el amor que, aunque ahora no tenga ningún sentido, sí tiene un legado.

7. Mientras uno esté vivo, uno debe amar lo más que pueda.

Desde que se inventaron las redes sociales, el lema del carpe diem ha quedado absolutamente sobreutilizado. Eso de vivir el momento, de no temer a las decisiones, se ha visto insuficiente para abrazar todas las necesidades de la incertidumbre del mundo actual. Por eso, ante un mensaje que se ha vaciado a partir de la repetición abusiva, ahora el cantante canta al amor subrayando que hay que disfrutar, que nunca se sabe si nos queda poco. No es un canto a la ausencia de las consecuencias que implica centrarse en el presente, sino una priorización del amor como bálsamo para el mundo actual. Es un paso más allá, un salto adelante para, a partir de esta nostalgia que se repite a lo largo de todo el álbum, regresar a los orígenes y las esencias de lo que amamos, de lo que realmente es importante para nosotros en la vida: nuestra casa, nuestras personas especiales y los buenos momentos.

Bad Bunny ha hecho mucho más que poner a Puerto Rico en el mapa: ha sabido explicar por qué es necesario luchar para preservarlo y asegurarle un futuro prometedor

Debí tirar más fotos (2025) es una de las grandes creaciones musicales de nuestros tiempos. Y no exagero. Con una música absolutamente bailable y llena de emoción, el artista logra transmitir mensajes contundentes sobre el rumbo que están tomando nuestras sociedades y, en especial, sobre la realidad de su amada isla. Reflexionando sobre lo que sucede con las cosas que no se cuidan y convirtiendo la nostalgia en un motor de transformación, Bad Bunny ha hecho mucho más que poner a Puerto Rico en el mapa: ha sabido explicar por qué es necesario luchar para preservarlo y asegurarle un futuro prometedor.