El tráfico de contenedores del Port de Barcelona mantiene el fuerte ritmo de crecimiento que ha registrado desde inicios de año y consolida los bonos resultados del enclave, que hasta abril ha movido 22,2 millones de toneladas, un 1,3% más que el año pasado, que volvió a ser de récord. A pesar de que el contexto económico mundial ha frenado en seco las exportaciones, el puerto lo ha compensado con la buena marcha de las importaciones y de los granels líquidos.
En estos cuatro primeros meses del año el enclave ha manipulado 1,12 millones de TEU –el equivalente a un contenedor de veinte pies–, un 6,8% más que el primer cuatrimestre del 2018. Los contenedores de exportación han caído un 11,7% y ya acumulan cuatro meses consecutivos en negativo, mientras que las importaciones aguantan el tipo (+4,7%), a pesar de que en abril se redujeron por primera vez este año. Los transbordos –contenedores que se descargan y se vuelven a cargar a un barco sin salir del puerto– suben un 21%.
El sudeste asiático gana pes
Las rutas comerciales con el sudeste asiático se mantienen como los más activos gracias al incremento de los intercambios con Tailandia (19,1%), Vietnam (+4,4%), el Japón (+4,2%) y la China (+1,8%), país que concentra una cuarta parte del tráfico de contenedores del puerto. Egipto (+8,9%) también ha tenido un papel destacado en este primer cuatrimestre del año. En cambio, las autopistas del mar que conectan Barcelona con Italia y el norte de África ha registrado un ligero descenso del 1,5%.
Más inesperado ha sido el descenso del tránsito de pasajeros, que se ha quedado a tocar de las 900.000 personas y retrocede un 3,5% por la caída del número de creueristes. Con 552.000 turistas, los muelles del puerto vieron pasar un 10,7% menos de personas entre enero y el abril, mientras que los pasajeros de las líneas regulares de ferry han crecido un 11% y han transportado 340.000 personas.