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Anticipación, caída y oportunidad: el impacto covid-19 en el Puerto de Tarragona

Pese a la bajada de los tráficos durante el primer semestre, el Puerto de Tarragona se reivindica como motor de recuperación económica

El ZAL del Puerto de Tarragona. | Cedida
El ZAL del Puerto de Tarragona. | Cedida
Barcelona
13 de Julio de 2020

Durante los primeros seis meses del año, el Puerto de Tarragona registró una caída del 25% de los tráficos. De este porcentaje, de un 6% a un 8% se atribuye a los efectos directos de la pandemia del coronavirus y de la parada del tráfico de mercancías. También han influido otros imprevistos, como el temporal Gloria, que paró el Puerto durante casi dos semanas; el accidente de IQOXE, que hizo bajar la producción de las empresas químicas de Tarragona; o cuestiones como el conflicto internacional del crudo o el alto nivel de producción nacional de cereales, que ha frenado las importaciones. Además, también se han reducido algunos tráficos que ya se habían previsto, como lo del carbón o el de la sal potásica. Los cruceros, de momento, continúan suspendidos.

 

Para 2020 ya estaba contemplada la caída de algunos de estos tráficos, que en el pasado habían sido estructurales para la infraestructura tarraconense. Pero ni los imprevistos ni la pandemia formaban parte del calendario. Aún así, el presidente del Puerto, Josep Maria Cruset, asegura que "la actitud de anticipación ante los factores previstos" ha permitido que el descenso general esté en la media de la reducción del resto de puertos del estado. Una teoría que ha defendido en una conferencia virtual organizada por la Cámara de Comercio de Tarragona titulada Impacto de la Covid-19 en el tráfico portuario y propuestas de futuro.

Cruset reivindica "la actitud de anticipación" del Puerto de Tarragona ante los "factores previstos"

Pese a la situación de parada económica y empresarial que ha comportado la pandemia, Cruset explica que el Puerto de Tarragona no ha parado su actividad durante estos meses de confinamiento. Por ejemplo, se ha reforzado el transporte de cereales por ferrocarril, se ha hecho la primera carga de haba de soja de su historia o se han acogido barcos de enormes dimensiones, de hasta 275 metros de eslora.

 

También ha habido dos operativas de récord, como la carga más grande de animales vivos de la historia del Puerto de Tarragona: 21.000 reses con destino a Arabia Saudí. O la operativa más grande de pasta de papel. Aparte, se han puesto en marcha un project cargo nuevo, y un nuevo servicio de bunkering en la zona de fondeig.

Las inversiones no se paran

Una de las decisiones más importante que se han tomado durante la pandemia ha sido mantener en marcha todas las inversiones estratégicas que había sobre la mesa antes de la llegada del coronavirus.

Por ejemplo, las obras de construcción del nuevo Muelle de Baleares, la remodelación de la antigua sede de la Autoridad Portuaria de Tarragona (APT), la renovación del Museo del Puerto o los proyectos más estratégicos a largo plazo, como la futura Zona de Actividades Logísticas (ZAL), la Terminal Indermodal de Guadalajara, el Muelle de la Química o lo contradique de Prats.

Al mismo tiempo, para hacer frente a la crisis sanitaria se han tomado diferentes medidas, como un plan para transformar el Tinglado 1 en un hospital de campaña en caso de que hubiera sido necesario, la actualización del Plan de Inversiones, la bonificación de tasas o la movilización de 25 millones de euros en liquidez a las empresas.

Una ventana de oportunidades

El presidente del Puerto de Tarragona cree que el territorio tiene delante una "ventana de oportunidad". En primer lugar, por la saturación de otras áreas metropolitanas del Arco Mediterráneo, donde falta suelo industrial por usos empresariales y logísticos.

Pero también por otros motivos, como la conjunción de infraestructuras como el Puerto, el aeropuerto, la estación del AVE, el ferrocarril, o vías como la A-27, la AP-7, la A-7 o la T-11; una masa crítica poblacional grande, una universidad de prestigio, un sector petroquímico clave en el sur de Europa y un sector turístico con gran potencial. Aparte, Cruset afirma que Tarragona tiene una posición "privilegiada" como unión del centro de la Península con Corredor Mediterráneo.

Cruset: "La estrategia del Puerto de Tarragona pasa por poner en valor la realidad en el entorno europeo"

"La estrategia del Puerto de Tarragona pasa por poner en valor esta realidad en el entorno europeo", explica. Una estrategia que contempla los servicios que ya se ofrecen, los proyectos que hay en curso y también las nuevas inversiones como la ZAL, el Muelle de la Química, la intermodalidad o el contradique de Prats.

A pesar de que la situación actual sea preocupante, Cruset pide "confianza en la fortaleza económica e inversora del Puerto como motor de recuperación económica del territorio".