"A pesar de la creencia general, la fruta de ahora es mejor que la de hace unos años, puesto que tiene más grados brix (azúcar), está menos mermada y tiene más sabor". Esta reflexión de Domingo José Català, director financiero del Grup Català, sirve para enmarcar uno de los procesos más recurrentes que están viviendo las empresas fructícolas en la última década: los arranques de plantaciones para reconvertir las explotaciones con variedades más adaptadas al mercado y a las preferencias de los consumidores. En este contexto, y ante la necesidad de impulsar esta renovación, la empresa La Portella Fruits, que forma parte del Grup Català, puso en marcha el año pasado la reconversión de 105 hectáreas, 30 de las cuales eran de nectarinas, una iniciativa con la cual ha contado con el apoyo de un préstamo de 1,5 millones de euros del Instituto Catalán de Finanzas (ICF), organismo de la Generalitat de Catalunya.
La Portella Fruits del Grup Català dispone de explotaciones de fruta en la zona norte de las comarcas del Segrià y la Noguera, en poblaciones como la Portella, Albesa, Os de Balaguer, Castelló de Farfanya y Torrelameu. Domingo Català explica que "somos una empresa familiar de la tercera generación, que comercializamos fruta y disponemos de centros en Lleida, Extremadura y Alicante. Nuestro punto central es la venta directa a los supermercados". En total, La Portella Fruits cuenta con una superficie de 250 hectáreas. En esta zona, cultiva pera, manzana, melocotón y nectarina, lo que supone una producción de 8 millones de kilos de fruta al año.
La Portella Fruits ha hecho una inversión de 2 millones de euros para afrontar una reconversión varietal, la instalación de redes contra la piedra y placas solares fotovoltaicas para el autoconsumo
En invierno del año 2022, el Grup Català, a través de La La Portella Fruits, se encontró con la necesidad de efectuar una inversión de 2 millones de euros para afrontar una reconversión varietal, la instalación de redes contra la piedra y placas solares fotovoltaicas para el autoconsumo. De este importe, el ICF otorgó un préstamo de 1,5 millones mediante la línea 'ICF Acció Climàtica', cofinanciada por el Departamento de Acción Climática, dirigido a empresas agrarias, agroalimentarias, forestales y del sector de la pesca y la acuicultura y las vinculadas a su cadena de valor, así como a las comunidades energéticas que quieran financiar inversiones generales o inversiones con componentes de acción climática. La línea ofrece una financiación que se sitúan entre los 100.000 y los 5 millones de euros.
Diversificar la financiación bancaria
Domingo Català explica que la vida productiva de un árbol frutal suele ser de entre 15 y 20 años. Por este motivo, anualmente, las empresas frutícolas arrancan y plantan nuevas variedades para renovar la producción. En el caso de La Portella Fruits, en 2022 lo hizo en la finca Almacir, ubicada en Os de Balaguer (Noguera). "Está situada a 500 metros de altitud, en una zona que ya se puede considerar del Prepirineo, donde la fruta es más firme, no sufre tanto calor, a pesar de que tiene un riesgo más grande de registrar heladas". Esta iniciativa es el símbolo de la estrategia de algunas empresas frutícolas y vitivinícolas de cultivar en altura para frenar los efectos del cambio climático.
Mediante la línea 'ICF Acció Climàtica', la empresa ha buscado una alternativa para diversificar la financiación bancaria tradicional"
Dado que las nuevas plantaciones vuelven a ofrecer producción en un periodo de entre cuatro y cinco años, estas acciones necesitan un apoyo financiero. "A través del ICF buscamos una alternativa para diversificar la financiación bancaria tradicional". En este sentido, añade que el plazo de devolución del préstamo, que es de un máximo de ocho años con una carencia de hasta dos, ofrece condiciones más ventajosas que una entidad tradicional.
Proveedor de Mercadona
En los últimos años, el Grupo Català ha hecho grandes inversiones gracias al hecho de tener a la cadena de distribución valenciana Mercadona como cliente principal. A través de otra empresa del grupo, Catafruit, provee de peras, nectarinas, melocotones y albaricoques a sus supermercados, además de colaborar con el interproveedor de manzanas y ciruelas. El grueso de las inversiones se han destinado a duplicar la superficie de fincas propias de frutales entre Lleida, Aragón y Extremadura.
El pasado mes de octubre, la compañía estrenó la línea de procesamiento de fruta de hueso más grande del mundo. Con una capacidad productiva de casi un millón de kilos de fruta en un turno de procesamiento diario y un ahorro de entre el 15 y el 20% de los costes de mano de obra, la línea es la más grande y automatizada del mundo de las dedicadas a la fruta de hueso (por capacidad productiva diaria). La instalación incluye todas las fases de elaboración: desde la entrada de la fruta a la planta por medio de bolcadores de ciclo continuo, pasando por el lavado, el tratamiento, la clasificación óptica por color, forma, calidad interior y exterior, hasta llegar al envasado en cestas o cajas con alveolos, el etiquetado de los envases, la paletización y el flexado de estos, con una trazabilidad completa del producto.
Grup Català es una empresa familiar que desde 1950 se dedica a la producción y distribución de fruta de hueso y semilla. Actualmente, cuenta con un total de 140.000m2 de instalaciones, con una capacidad de frío de 50.000 toneladas, repartidas en los centros de la Portella, Mérida, Villena, Torrefarrera, Tenerife, Badajoz y Las Mees (Francia). Con un total de 2.500 hectáreas en fincas repartidas entre España y Francia, la producción estimada es de 155 millones de kilos de albaricoque, melocotón, nectarina, paraguayo, platerina, cereza, ciruela, pera, manzana y caqui.
La fruta de los centros puede ser distribuida a cualquier destino del mundo durante todo el año. A estas alturas, está exportando a destinos como Brasil, Chile, Argentina, EEUU, Canadá, Inglaterra, Alemania, Holanda, Bélgica, Rusia, Polonia, Francia, Italia, Grecia, Sudáfrica, Algeria, China, Australia, Nueva Zelanda y Emiratos Árabes. Todo esto, prosiguiendo la filosofía que con inversiones y reconversiones varietales, la fruta en su punto de venta puede continuar siendo cada vez de más calidad.