Mirando a Portugal, desde Catalunya

¿Por qué le cuesta tanto al Estado español invertir en I+D+i y en nuevas industrias claves?

Mirando Portugal, desde Catalunya. | iStock
Mirando Portugal, desde Catalunya. | iStock
Barcelona
01 de Noviembre de 2021
Act. 01 de Noviembre de 2021

El pasado domingo día 24 de octubre, en un reportaje de la periodista Laura Montero, titulado La dura factura que España paga por su irrelevancia innovadora donde se denunciaba la falta de soberanía tecnológica del Estado, en linea con la UE que tiene una fuerte dependencia de los Estados Unidos y de Asia, Àurea Rodríguez, miembro de los 100 de Cotec, lo explicaba diciendo que "Nuestro país no ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos, en los cuales hemos pasado de la macroeconomía a la macrotecnología y de un siglo XX de producción a coste al de la economía del conocimiento y de los intangibles..., hemos entrado en una nueva economía y no estamos preparados porque no se ha apostado por la innovación durante los últimos años". Reflexionando sobre la afirmación de Rodríguez y los datos del reportaje, entre los cuales se incluyen que España se sitúa en el penúltimo lugar en cuanto a exportaciones de productos de alta tecnología, aquellas que están asociadas directamente a disponer de una buena base tecnológica y a las inversiones en I+D+i. En el Estado estas representaban solo el 6,86% del total de las exportaciones, muy por debajo del 16,05% de la media europea y por debajo de Portugal que llega al 6,94%.

Seguramente el reducido volumen de las empresas (según datos el INE en 2020, el 82,8% de las mismas tenían menos de tres trabajadores), explican en parte las dificultades del Estado al efectuar y mantener la requerida inversión en I+D+i, así como el desarrollo de nuevas industrias en sectores claves, pero también hay que considerar que las grandes compañías dedican menos recursos que las similares de otros países de la Unión Europea.

Ahora bien, la constatación que Portugal también supera, en cuánto a exportaciones de alta tecnología en España, ya lo hace con innovación, obliga nuevamente a mirar este país analizando las grandes transformaciones que han efectuado en los últimos siete años. Unos cambios arraigados en el convencimiento que solo apostando por la tecnología e innovando, las empresas pueden acontecer competitivas en el mundo globalizado, asegurando la prosperidad económica y social de sus ciudadanos.

Portugal ha hecho un cambio espectacular en cuanto a innovación, gracias a su apuesta decidida por la economía digital

Portugal, también con una fuerte componente de pymes, ha hecho un cambio espectacular en cuanto a innovación, gracias a su apuesta decidida por la economía digital. Sin duda, la cooperación para competir entre las empresas, las políticas 4.0 de las Administraciones, la importante cooperación público-privada y las actuaciones para atraer y retener talento han permitido a Portugal lograr, como indica Bruselas, ser un territorio muy atractivo para desarrollar proyectos gracias a las sinergias existentes y las facilidades que ofrece. Sin olvidar que considerando los últimos cinco años es el cuarto país de la Unión Europea que más ha avanzado en cuanto a innovación y al potenciar el compromiso con la investigación y la innovación para hacer posible el desarrollo de una autentica economía del conocimiento en la cual las pymes han tenido y tienen un claro protagonismo gracias a las políticas específicamente dirigidas a ellas y encaminadas a ayudarlas en la valorización, protección de activos y derechos en cuanto a propiedad industrial. Un hecho que se constata en el aumento de las solicitudes de patentes internacionales surgidas de Portugal y las más de cinco mil validaciones de patentes europeas.

La apuesta portuguesa por la innovación se ha focaliza en varios campos, últimamente, atendido a la importancia de las exportaciones en una economía global, se presta especial atención a potenciar el uso de la inteligencia artificial para potenciarlas. Su Icex, ha puesto en marcha una plataforma de IA que utilizando métodos de Big data y Machine Learning, entre otros, quiere facilitar la competitividad y que las exportaciones lleguen al 50% en 2025. El objetivo de la plataforma, según explica un empresario que evalúa trasladarse a Lisboa, es ayudar a las empresas a incrementar el conocimiento de los clientes y su fidelización, a identificar clientes potenciales, mejorar la gestión de los procesos logísticos, facilitar el análisis de riesgos e identificación de oportunidades. Lo hace mediante la aportación, los equipos humanos, de herramientas innovadoras que potencien y aumenten sus capacidades.

Mirando a Portugal uno se reafirma en que Catalunya puede entomar los retos de la economía del conocimiento, tiene una dotación de capital humano importante, centros de investigación de excelencia, buenos centros de formación y universidades, un tejido productivo dinámico, una alta digitalización y una buena cobertura con banda ancha. Nos falta solo una clara apuesta por la innovación, dedicando de forma continuada y sostenida un porcentaje de los presupuestos públicos específicamente a la innovación. Como compartimos con unos buenos amigos, solo con un 1% específicamente dirigido a fomentar la innovación, especialmente a las Pymes, las cosas cambiarían notoriamente y se desvanecerían las nubes negras que ahora tenemos en el horizonte. Portugal lo certifica.