Hoy es el séptimo aniversario de VIA Empresa, un digital económico hecho con ambición y pasión por un grupo joven, potente, preparado y que trabaja mucho para sacar adelante un proyecto que necesitamos. Querría que las primeras palabras de este artículo fueran de reconocimiento y admiración a un proyecto hecho con arrebato, ambición y pasión. GRACIAS!
"Hoy es el séptimo aniversario de VIA Empresa, un digital económico hecho con ambición y pasión por un grupo joven, potente, preparado y que trabaja mucho para sacar adelante un proyecto que necesitamos"
A menudo se dice que la prensa informa. Quizás si, pero yo no creo que hoy en día este sea su papel más importante. A mí me gusta más ver la prensa como una herramienta de progreso, un catalizador del pensamiento y del discurso colectivo que empuja la historia y quizás es por eso, y no para informar, la razón por la que los regímenes totalitarios buscan controlarla, manipularla y, si hace falta, silenciarla.
Hoy os querría robar un momento para comentaros mi punto de vista. Y he pensado hacerlo con un ejemplo que todos conocemos: la burocracia! Quien no conoce la burocracia? Quien no lo ha sufrido? Ahora bien, de donde viene la burocracia? Hay fábricas de burocracia? Se enseña en las universidades y escuelas de negocio? Se puede hacer online vía Zoom?
Burocracia vía Zoom
Lo primero que nos pasa por la cabeza cuando hablamos de burocracia y su origen es la existencia de seres maléficos, llamados funcionarios, fonctionnaires, funzionari, funcionarios, civil sirvientes, Beamter... Que se pasan el día maquinando como hacer la vida imposible al ciudadano. Elaborando aquel nuevo código, aquel nuevo formulario, aquel nuevo requisito que resultará imposible (o muy costoso) de encontrar, de cumplir y nos hará finalmente desistir, cumpliendo su objetivo máximo en la vida de "no pegar sello". De hecho, la literatura alrededor de la burocracia ha sido larga y prolífica, desde Kafka hasta Larra y más allá!
Pero de hecho los funcionarios no tienen ninguna culpa, están atrapados!
Aunque no lo parezca, el tema de la burocracia es un tema común en los sistemas complejos. Más allá de la explicación fácil de los incansables y frenéticos hombres de gris, podemos identificar dos causas.
"La literatura alrededor de la burocracia ha sido larga y prolífica, desde Kafka hasta Larra y más allá!"
La primera, una organización resulta compleja simplemente porque se hace grande y hay muchas relaciones entre sus componentes. Es decir, una organización con muchos departamentos, o una administración con muchas dependencias. Cada nuevo departamento, grupo, negociado, se tiene que relacionar con muchos otros y por lo tanto, el nivel de interrelaciones crece "exponencialmente".
Esta parte es fácil de coger, lidiar con una administración de una ciudad grande, quiere decir entenderse con cada uno de sus distritos, de sus unidades centrales... Imagínate en un país como China! En un pueblo pequeño, todo es más fácil!
Ahora bien, esto la multiplica, el elemento que realmente crea la burocracia en una red es aquello que decimos optimización local. Si tú estás en un negociado y sabes que los de otro, posiblemente lejos del tuyo, sólo te aceptarán los papeles con una serie de documentos adjuntos, se lo pides al ciudadano para ahorrar problemas a tí y a él mismo. Miras de ayudar, anticipándote a los problemas.
Negociados y optimización local
Cuando los papeles lleguen a aquel negociado, probablemente se los volverán a pedir – cómo han hecho siempre – o habrán cambiado algunas de las reglas y no te lo habrán comunicado, recuerda que la optimización es local.
Pensarás que todo esto se arregla con una mejor comunicación y es verdad, pero si la organización es grande, los procedimientos rígidos, los incentivos diferentes y las interrelaciones muchas, entonces quizás no se arregla, no?
Nos encontramos pues, con que gente cargada de buenas intenciones y que mira de hacer lo mejor localmente, pero sin control – y a veces visión – global, crean restricciones y procedimientos que una red grande e interdependiente multiplica.
A menudo pasado un tiempo, cuando quizás la carga ya es bastante pesada y lleva problemas, se mira de hacer limpieza y simplificar todo el procedimiento. Ahora bien, no dura mucho. El tiempo vuelve inexorablemente a hacer su trabajo, y un tiempo después el tamaño de la red, sus interdependencias y el proceso de optimización local hacen lo que tienen que hacer y volvemos a estar en el mismo lugar o parecido.
Seguro que me diréis, digitalizamos y todo se arregla! Bien, que pasa si la digitalización es local? No haremos otra cosa que traspasar el proceso de optimización local al software, no? Es entonces cuando nos encontramos con aquellos programas llenos de pasos que no entendemos, aplicativos que parecen ininteligibles y diseñados por funcionarios. Os suena la experiencia?
Llegados a este punto, os preguntaréis. Y la prensa? Para llegar a la prensa tenemos que pensar donde está el problema, y el problema de todo esto son los incentivos!
El problema de los incentivos
Todo este proceso depende finalmente de la existencia de estas oleadas de hacer limpieza, de simplificación, de reingeniería que lo simplifica. Sin ellas, estaríamos condenados a vivir perpetuamente en un universo kafkiano de burocracia, normal o digital, prácticamente ininteligible.
Cómo se puede solucionar todo esto? Si os fijáis, dentro del sistema no hay incentivos por parte de los participantes para simplificarlo, más bien al contrario, los incentivos nos llevan a optimizar localmente, y esto es parte del problema y no de la solución.
Lo único que nos llevará a una simplificación son los incentivos externos. Si las empresas compiten y la banca online del otro banco es más fácil que la tuya, perderás clientes y te plantearás hacerlo mejor. Ahora bien, y si no compites? Y si eres la administración?
"Los incentivos de la administración se encuentran en los ciudadanos y en la crítica social. El miedo a no ser reelegido mueve montañas!"
Los incentivos de la administración se encuentran en los ciudadanos y en la crítica social. El miedo a no ser reelegido mueve montañas! Pero a pesar de que los ciudadanos tienen voz, pueden hacer blogs y enviar tweets, su voz es limitada, su discurso poco articulado y raramente tienen el tiempo que hace falta para reunir suficientes pruebas del delito y cargarse de razón ni siquiera para crear un clima de opinión social. Suficiente trabajo tienen los ciudadanos!
Es aquí donde llegamos a la prensa, la prensa en un país libre y democrático es quien hace todo esto. Quién da voz, crea y articula el discurso, quien busca pruebas y destapa escándalos. Finalmente quién crea estos incentivos, quienes articula este discurso colectivo es, en buena mide la prensa, ya sea con voz propia o haciendo de altavoz de la sociedad civil y de los ciudadanos.
Una prensa libre
La importancia de una prensa libre es algo que pasa desapercibido como tantas cosas. Lo damos por hecho. Pero se revela fundamental, como si fuera una epifanía, cuando estamos en un país sin prensa libre, donde sólo hay un discurso, una voz, una opinión.
Este es uno de muchos ejemplos de social deadlocks (un callejón sin salida), problemas que no se pueden resolver internamente desde dentro del sistema, porque internamente no hay incentivos para hacerlo. Sólo se pueden resolver desde el exterior. Todas las sociedades están llenas de estos tipos de problemas y por eso hay que cultivar la discrepancia, permitir el conflicto y dar voz, una voz independiente, a la prensa.
"Este futuro será de los diarios ágiles que aporten valor... Hará falta un cambio de mentalidad y pagar por el diario online"
Querría acabar con nota de preocupación y esperanza. Estos años vivimos la erosión del modelo de prensa basada en anuncios. Un modelo que ha funcionado muy bien pero también ha creado muchas dependencias. La progresiva desaparición de la prensa impresa lo hace poco a poco inviable y exige que la prensa escrita transite a un modelo de "pay-wall" con subscriptores. En esta transición hará falta la ayuda de la administración sino queremos perder muchos elementos valiosos en el viaje, si no nos queremos quedar sin voces necesarias, quizás imprescindibles por minoritarias. El resultado final parece bastante claro, al menos para la prensa escrita, un modelo parecido al del New York Times con algunos artículos gratuitos y suscripción.
Este futuro será de los diarios ágiles que aporten valor. Tendrá muchos problemas, pero nos llevarán también diarios más entregados que se deberán de principalmente a sus subscriptores y a sus lectores. Ahora bien, también nos pedirá un cambio de mentalidad, habrá que pagar por el diario online, del mismo modo que pagamos para el diario imprimido.
Cuando lo hacemos, pensamos que no es sólo información, es nuestra voz la que está en juego. Sin prensa libre no sólo no hay libertad sino tampoco incentivos para el cambio, es decir progreso social.