La presencia de mujeres en puestos directivos ha caído un 6% en Catalunya en 2023 y se estanca claramente en el sector de las TIC, según ha informado la Cambra de Comerç de Barcelona en la presentación del estudio Indicadors d'Igualtat de Gènere a Catalunya. "Hemos pasado del 39% de mujeres en los puestos de dirección en 2020 a solo el 33% en 2023. Creemos que la pandemia ha tenido bastante que ver", ha señalado la directora del Observatori Dona Empresa Economia (ODEE), Carme Poveda.
Además, la brecha salarial por hora en estas ocupaciones se mantiene bastante estable, alrededor del 20,6% (41 euros/hora para hombres y 33 euros/hora para mujeres). "El talento femenino está desaprovechado. Continúa el techo de cristal", ha apuntado Poveda.
Según señalan desde la Cambra, "las mujeres están cada vez más formadas que los hombres y acumulan más conocimientos y competencias, pero parte de este talento está desaprovechado porque siguen existiendo desigualdades en el mercado laboral que se manifiestan no tanto en la cantidad de mujeres que acceden al mundo laboral, sino en la calidad de esta ocupación (las mujeres tienen más jornadas parciales, más precariedad y menos salario por hora)".
Poveda (ODEE): "El talento femenino está desaprovechado. Continúa el techo de vidrio"
Además, esta brecha en la calidad de la ocupación entre hombres y mujeres se ha estancado en los últimos años, un hecho que estaría asociado a la maternidad (los efectos perduran 10 años después del nacimiento del hijo/a) y al lento avance de la participación de los hombres en las tareas del hogar, así como al deficiente apoyo del sector público (ayudas económicas, escuelas infantiles, vivienda social, etc.).
En relación con ello, las desigualdades que sufren las mujeres en el ámbito del empoderamiento se han reducido en los últimos años, aunque la situación de partida era tan desigual que el camino recorrido solo ha logrado reducir parte de esta brecha. Aquellos ámbitos en los que más se han reducido las desigualdades son la política y los consejos de administración de empresas cotizadas, demostrando así la fuerza que tienen las leyes para impulsar los cambios.
Por el contrario, el progreso en el acceso de las mujeres a cargos directivos se ha frenado, así como la reducción de la brecha salarial en posiciones directivas. El persistente "techo de cristal", la dificultad para compatibilizar la carrera profesional y la personal, la presión competitiva en determinados sectores y empresas, la cultura presencialista y patriarcal que aún existe en muchas organizaciones, y el sesgo de género que se observa en la remuneración salarial, siguen siendo obstáculos que les impiden progresar profesionalmente.