• Economía
  • Presupuestos y elecciones, prohibido a la prensa

Presupuestos y elecciones, prohibido a la prensa

El Govern aprueba las cuentas de la Generalitat, mientras que los agentes sociales y económicos se lamentan de que no les tienen en cuenta para debatir las cifras

Los teléfonos móviles de Roger Torrente y de Pere Aragonés, mostrando los presupuestos | ACN
Los teléfonos móviles de Roger Torrente y de Pere Aragonés, mostrando los presupuestos | ACN
Barcelona
02 de Febrero de 2020

Era una semana esperada desde hacía años porque estos son los primeros presupuestos que el Govern aprueba desde el año 2017 que tengan opciones reales de ser salir adelante, pero la convocatoria la noche del martes para el miércoles por la mañana de una declaración institucional del president de la Generalitat, Quim Torra, dejó su tramitación en entredicho. Después de lamentar que la legislatura ya no tiene "recorrido político", Torra reveló que anunciaría la fecha de las elecciones cuando el Parlament haya aprobado las cuentas de 2020. Por la tarde, el vicepresident del Govern y conseller d'Economia, Pere Aragonès, entregaba las cuentas del Ejecutivo catalán al presidente del Parlament, Roger Torrent, después de que el Consell Executiu hubiera dado luz verde. ¿La diferencia con las últimas cuentas aprobadas? Esta vez, Aragonès no convocó ninguna rueda de prensa como era imagen habitual en otras épocas, cuando por ejemplo Oriol Junqueras​ se pasaba una hora larga respondiendo a las preguntas de los periodistas. Además, no son unas cuentas al gusto de todo el mundo.

 

Bautizados como Presupuestos 2020, Catalunya 2030, Govern y comunes pactaban unas cuentas que destinan el 77% del total a gasto social, sobre todo a educación y salud. A principios de semana, el presidente de Pimec, Josep González, lamentaba que las cuentas de la Generalitat son "poco industriales" y recordaba que las pymes son las que generan puestps de trabajo, que es "acción social". En esta misma línea, el presidente de la Cambra de Comerç de Barcelona, Joan Canadell, apuntaba que "nos tememos que probablemente de tan sociales que los hemos querido hacer nos estamos dejando la parte de generar riqueza", mientras que la vicepresidenta de la institución, Mònica Roca, se preguntaba que "¿qué hay más social que las infraestructuras de Rodalies?".

 

De hecho, Canadell volvió a insistir en esta idea durante los Premis Talent Cambra, cuando puso encima de la mesa que "echamos de menos que haya partidas en infraestructuras, formación, internacionalización, innovación, tecnología...", en definitiva, "para aquellos que tienen riqueza" porque, otra vez, "son muy sociales y esto es muy bueno para la gente que tiene dificultades", pero, como también decía en otra ocasión, "es tan social ayudar a la gente que sufre como generar infraestructuras o ayudar la economía productiva".

Y no sólo esto. Agentes sociales y económicos también cargan contra la subida de impuestos. El presidente de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre, pedía a principios de año al vicepresident del Govern y a los grupos parlamentarios que corrijan el "planteamiento confiscador" del anteproyecto de presupuestos, arrmetia contra los nuevos impuestos y consideraba que, si las cuentas salen adelante, la presión fiscal en Catalunya "llegará a ser insoportable" y cada vez "ahogará" más a la economía productiva catalana. A su vez, el presidente de Cecot, Antoni Abad, subrayaba que "el origen de todo esto es la falta de la financiación correcta a las cuentas de Catalunya" y advertía que "no queremos que nos suban los impuestos a Catalunya ni que tengamos todos estos diferenciales que hacen que tributar aquí sea más pesado y caro". Ahora bien, mejor esto que nada y patronales y sindicales aplauden que, finalmente, haya una luz al final del túnel y los presupuestos puedan salir adelante, aunque lamentan que no se les tenga en cuenta a la hora de elaborarlos.

"Repartir miseria"

Los presupuestos de 2020 son las primeras cuentas catalanas elaboradas con un escenario de equilibrio presupuestario, después de que hace una década el déficit superara los 9.100 millones de euros. Según el Acuerdo de Gobierno, se trata de unos números "claramente expansivos" con una asignación de recursos que "fortalece los servicios públicos y prioriza las políticas de bienestar e igualdad, pero también permite recuperar el pulso inversor, emprender acciones para vertebrar el territorio y apostar de forma decidida por el conocimiento".

El Consell Executiu aprova els pressupostos | Cedida

El Consell Executiu aprueba los presupuestos | Cedida

Los definen como "unos presupuestos que miran hacia el futuro, apuntalando estructuras clave del país y avanzando en la lucha contra la emergencia climática" y, explican, "elevan el gasto corriente hasta situarlo en valores máximos y muy por encima de los niveles pre-crisis". Ahora bien, el expresidente de Caixa Catalunya, Antoni Serra Ramoneda, avisaba en una conversación con el economista, Jordi Goula, en el Col·legi d'Economistae, que "si no hay más ingresos, los presupuestos de la Generalitat seguirán repartiendo la miseria".

Y repartir esta "miseria" se suma al hecho de que "los presupuestos generales del Estado no son creíbles puesto que muchas de las partidas destinadas en Catalunya no se ejecutan", cosa que ya hace años que se denuncia, pero no se pone remedio. La La Cambra de Comerç de Barcelona ya denunciaba a finales de 2019 que el Gobierno deja de ejecutar 8.000 millones de euros presupuestados en Catalunya entre 2001 y 2018. El estudio Impacto económico del déficit de inversión en infraestructuras del Estado en Catalunya advertía de que esto se traduce en un impacto económico que se estima en el 3,3% del PIB y en la pérdida de 111.500 puestos de trabajo. Para paliar este déficit en infraestructuras, la Cambra calcula que Catalunya necesitaría una inversión de 45.333 millones de euros hasta 2030.

Las cifras clave

Falta de ejecuciones a parte, los presupuestos de la Generalitat -que son los que más tenemos a tocar- contemplan un incremento del gasto de los 13 departamentos que se eleva hasta ​a los 25.113 millones de euros, superando en 2.135 millones de euros el nivel máximo previo a la crisis. Además, el Govern aumenta los gastos de capital en 419 millones de euros respeto a 2017, que representa un 26,4% más. Las inversiones más potentes están destinadas a las políticas de salud, las carreteras, las infraestructuras ferroviarias, el ciclo del agua, la educación y la vivienda y acciones urbanas.

 

El 77,3% del total de las cuentas va dedicado a los servicios públicos fundamentales y son los departamentos de Salut y d'Educació los que más aumentan su dotación. De hecho, el presidente de Pimec ya decía que "generar industria y puestos de trabajo es hacer acción social y las partidas son insignificantes en relación a partidas de sanidad o educación, que son sensiblemente muy superiores".

 

El Govern también actuará en cuatro ejes estratégicos con estos presupuestos: calidad institucional y de los servicios públicos; reducción de desigualdades sociales, de género y territoriales; c​onocimiento, innovación y dinamización económica y horizonte ​cero de emisiones y residuos. Además, la Generalitat ingresará 4.174 millones de euros más que en 2017, pero señalan que en cuanto a los recursos del modelo de financiación, se ha tenido que incluir una estimación propia del anticipo, puesto que el Gobierno todavía no ha comunicado este importe.

El 77,3% del total de las cuentas va dedicado a los servicios públicos fundamentales

Con el objetivo de garantizar la transparencia y eficacia con los números, los presupuestos también incorporan nueva metodología: el gasto se alinea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, añaden indicadores de bienestar y progreso social, suman una perspectiva de infancia -que es del 25,9%-, se incluye la perspectiva de género y se refuerza la evaluación de políticas públicas. Otra de las novedades de las cuentas es que, por primera vez, presentan un equilibrio entre ingresos y gastos, que se traduce en una situación de déficit cero, a pesar de que avisan que, de acuerdo con la ley, el déficit asignado para 2020 no tendría que ser un 0% del PIB, sino un 0,3%.

Entre cifras y cifras si, como decía Aragonès en una entrevista con VIA Empresa, "la economía catalana es un indicador avanzado de lo que acabará pasando en el Estado" y los presupuestos se acaban aprobando en un par de meses por los trámites ordinarios, querrá decir que el Gobierno tendría que aprobar sus cuentas en unos meses. Ahora bien, el PSOE ya tiene cuello abajo que ERC no negociará los presupuestos estatales hasta después de las elecciones en Catalunya que podrían celebrarse más allá del mes de junio. ¿Habrá que esperar hasta después del verano?