El salón Hispack ha abierto puertas este martes al recinto ferial de Gran Vía con la mirada puesta en la economía circular de los envases y productos para el embalaje. La cita reúne a unas 800 empresas de un sector que factura unos 40.000 millones de euros, y que cubren desde el ecodiseño del producto, la exploración del material utilizado, el etiquetado o la maquinaria y la logística vinculadas al negocio. Entre las propuestas destacan embalajes con capacidad de disolverse en el agua para evitar la acumulación de plásticos en el mar, algunos incluso de comestibles o elaborados a partir de residuos alimentarios, y soluciones para eliminar elementos cómo el plástico de burbujas o el envoltorio de las botellas de bebida.
El salón reúne un conjunto de propuestas transversales, todas ellas vinculadas al mundo del embalaje y los envases, con una apuesta por el producto biodegradable, compostable, reciclable y, en general, respetuoso con el medio ambiente. "Las empresas buscan soluciones creativas, a partir del desarrollo de plásticos bio o productos reutilizables", apunta el director de Hispack, Xavier Pascual.
Pascual (director de Hispack): "Las empresas buscan soluciones creativas, a partir del desarrollo de plásticos bio o productos reutilizables"
Con este espíritu la investigación se ha centrado no solo a reutilizar materiales, sino también en crear a partir de otros residuos. Uno de estos casos es el centro de investigación AIMPLAS, que ha creado productos cómo envases o vasos a partir de restos de queso, patata, aguacate o café.
"Tenemos presencia en toda la cadena de valor, potenciamos analizar cómo valorizar residuos orgánicos para hacer nuevos productos", explica la líder de Economía Circular y Medio ambiente de AIMPLAS, Sonia Albein. Esto tiene un efecto importante para el entorno, dado que permite que residuos que tendrían que ser eliminados se convierten en materia primera, que sustituye material virgen: "Lo introducimos al circuito de nuevo para tener nuevos productos útiles", añade.
Productos cómo envases o vasos a partir de restos de queso, patata, aguacate o café
Otra opción pasa para utilizar un producto natural cómo lo es la caña de azúcar para hacer materiales funcionales que sustituyan el cartón. Es la propuesta que lleva la empresa colombiana CañaPack, que cada año fabrica unas 280.000 toneladas de papel hecho únicamente con caña de azúcar.
"Tenemos acuerdos con empresas azucareras de Colombia que nos aportan la materia primera y hacemos pulpa blanca o de natural sin químicos", explica la gerente de exportaciones de la firma, Diana Troches. Esto les permite hacer un producto de color crema, agradable a la vista y al tacto, similar al papel corriente, que se utiliza principalmente para recubrimientos de productos alimentarios cómo el pan o para hacer cartulinas para fabricar cajas, con gruesos de 30 a 300 gramos. A pesar de que su principal mercado es el colombiano, exportan el 30% de la producción en todo el mundo, también al Estado espanyol.