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Qué atrae la localización de empresas? (Y de qué?)

Barcelona mantiene una posición destacada entre las principales ciudades europeas y compite sin ser capital de Estado ni tener BOE para atraer compañías internacionales

Barcelona compite sin ser capital de Estado con las principales ciudades europeas
Barcelona compite sin ser capital de Estado con las principales ciudades europeas
Barcelona
04 de Septiembre de 2018

Parecen pasados los peores momentos, aquellos en que parecía que Cataluña se encaminaba a una economía muy bien preindustrial (o esto inducían a pensar algunos analistas, para así decir), cuando decían que la única actividad que quedaría en pie sería la de la celebración de manifestaciones. Y ahora asisten boquiabiertos a otra manifestación diferente, la de las empresas que anuncian la instalación de una sede regional o de un centro de actividades en Barcelona, especialmente del sector tecnológico. Vean si no los últimos meses: Microsoft, Facebook, Allianz, Siemens, Media Markt....; se ha convertido en un no parar. Y mirado con calma, y tranquilidad, considerando las tendencias de fondos que determinan las decisiones de localización de las empresas, hace mucho tiempos que seguimos un patrón identificable.

 

Alguna gente piensa que las empresas se instalan donde dice el Boletín Oficial del Estado. Recuerdan aquello que Franco hizo instalar la Seat en Cataluña? Si, aquello. Y una parte de razón tienen. En estados muy centralizados, algunas empresas, las que dependen de la regulación o de los contratos y concesiones de las instituciones centrales (y en España se regula, se contrata y se concessiona muchísimo), las empresas que viven de las relaciones con el poder se instalan donde se hace el BOE (no hace falta que lo diga el BOE). En este sentido, el que tuvimos en otoño de 2017 fue una aceleración de la marcha en Madrid de empresas de sector reguladas, propiciada por los momentos y por algunas que otras modificaciones normativas e impulsos políticos. Aun así, las empresas que operan en mercados competitivos y abiertos no siguen mansamente al BOE, sino que deciden en función de las características de cada localización que son más propicias por su productividad y su negocio.

 

Y resulta que hay empresas que se dedican a elaborar estudios sobre los factores que atraen para localizar actividades, y hacen el más normal por este objetivo, que es preguntar a los que toman las decisiones de localización: los directivos. Una empresa que lo hace desde 1990 es Cushman & Wakefield, que ha elaborado diferentes productos en el tiempo. Uno de especialmente ilustrativo fue el European Cities Monitor que hizo el 2011, a partir de encuestas a directivos de 501 empresas europeas, para elaborar el ranking de empresas atractivas por los negocios. Barcelona era la sexta entre las principales europeas, y destacaban como sus puntos fuertes la calidad de vida de los empleados, las condiciones de vida familiar, la autopromoció de la misma ciudad, la disposición de espacios de oficina y el sistema de transporte metropolitano (se entiende que no tenían en cuenta cercanías ferroviarias). La cosa se volvía algo más matizada en cuanto a la calidad de conexiones externas, el acceso a personal cualificado, y la calidad medioambiental, entre otras, que sin ser los peores factores, no pasaban de mediocres.

"La atracción de actividades innovadoras no se fundamenta en una institucionalidad rígida"

 

Es muy probable que la conectividad internacional de Barcelona, que ha mejorado muchos en los diez últimos años, haya mejorado el atractivo de Barcelona. Y que el acceso a personal cualificado se esté supliendo con la venida de gente cualificada otros lugares (probablemente el principal elemento singular de presión sobre la demanda de alquiler residencial). La cuestión es que Barcelona mantiene una posición destacada entre las principales ciudades europeas, y compite -sin ser capital de Estado ni tener BOE de los de verdad- con capitales de Estado importantes como Berlín y Madrid (Londres, París quedan lejos), junto con ciudades no capital como Amsterdam y Múnich. Y un informe más reciente de la misma empresa, Cushman & Wakefield, de 2015, situaba Barcelona entre las ciudades destacadas en calidad de vida (esto ya lo sabíamos)... y como hub tecnológico. Esto ya era más sorpresivo, pero quien lo sepas hace unos años estará menos sorprendido de la procesión de empresas tecnológicas que van llegando a Barcelona, donde se ha creado ya hace un tiempo un enjambre de startups tecnológicas.... Y como una ciudad en el aspecto económico es, sobre todo, un clúster de personas que se encuentran, discuten, intercambian ideas e innovan, pues una de las cosas que se ha clusteritzat en Barcelona es la innovación tecnológica.

Y la atracción de actividades innovadoras no se fundamenta en una institucionalidad rígida, ni en los corsés regulatorios a la innovación. Más bien al contrario, un ambiente de libertad para crear es fundamental. Y la capacidad de acceso a las últimas ideas e innovaciones. Sólo una ciudad abierta en el mundo puede aspirar a tener un lugar en este segmento de actividad que determinará, más que cualquier otro, la posición de las ciudades y sus territorios de influencia en las próximas décadas. Una ciudad que acoja a los que vienen a explorar y desarrollar sus ideas, porque esto es un impulso también por los que ya son aquí, hayan llegado cuando hayan llegado.

"Los gobiernos tienen que tener claro que la vocación desaforada de control es el peor obstáculo al camino de inserción de Barcelona y Cataluña al contexto global"

 

Es imprescindible que los gobiernos que actúan sobre el territorio entiendan y tengan claro que la vocación desaforada de control, y precisamente por eso de poner restricciones a todo aquello que no pueden controlar como querrían, es el peor obstáculo que pueden interponer al camino de inserción de Barcelona (y de Cataluña) al contexto global que se define de forma tan acelerada. Inserción de la cual dependerá en grande mide la capacidad de crear oportunidades de más valor añadido por los locales en este y en otros sectores.

Esto no quiere decir que los gobiernos no tengan que hacer algunas cosas al respeto, y muy importantes. ¿Acuerdan de más arriba la situación relativamente mediocre de Barcelona en acceso a personal cualificado, y calidad medioambiental, por ejemplo? Pues estos son cuestiones que el mercado nunca ha sabido resolver muy bien, y dónde hay muchos espacios por gobiernos que sepan cosas como que hay que mejorar la capacidad y competencias de los jóvenes locales por el tipo de ocupaciones que se crean en una Barcelona que no es una Venecia, por muy puestos que se pongan algunos con el romance. Y que sepan que la calidad ambiental, amenazada por el gran volumen de tránsito en vehículo privado por el centro urbano y metropolitano, ya pide acción decidida, eficaz, y eficiente. Porque esto es el que cada vez miran más quienes deciden donde instalan actividades económicas de alto valor añadido que no buscan el cobijo de un Estado intervencionista. Este el camino por Barcelona.