"Nuestro sistema bancario es sólido. Vuestros depósitos están seguros", aseguraba Biden este lunes con la voluntad de transmitir tranquilidad a un sistema financiero que, en cuestión de tres días, ha vivido la quiebra de dos bancos: Silicon Valley Bank -conocido como el banco de las startups- y, en efecto dominó, Signature Bank, especializado en la industria de las criptomonedas. El mensaje, pero, lo ha dado con los deberes hechos: las autoridades estadounidenses ya han cerrado ambas entidades, han cogido el control (a través de la Corporación Federal de Seguro de Depósitos) y han anunciado que garantizarán todos los depósitos y, además, crearán un nuevo mecanismo de préstamos para aquellos bancos que puedan registrar un incremento de demandas de retirada de dinero por parte de sus clientes. Las consecuencias al otro lado del océano ya se han hecho evidentes, con una caída del 3,5 % en el Ibex-35, pero, ¿qué efectos tendrá para la economía catalana?
El de Silicon Valley Bank y Signature Bank es el mayor fracaso bancario de EE.UU. desde la crisis del 2008, que se inició con la insolvencia de Lehman Brothers. De hecho, la quiebra de ambos bancos ha hecho revivir al fantasma del pasado, confrontando la situación actual con la crisis financiera del 2008 y el estallido de la burbuja inmobiliaria. "Si los primeros bancos en quebrar en aquel momento fueron los más vinculados a la vivienda, ahora han sido los especializados en las high-tech", asegura el economista Ángel Hermosilla, secretario técnico del Colegio de Economistas de Catalunya. Y es que, a pesar de que la principal causa del hundimiento de Silicon Valley Bank ha sido la mala gestión de los depósitos, tampoco se puede desvincular del decaimiento que habían empezado a vivir las tecnológicas, con reducciones de plantillas e inversiones sobredimensionadas.
La quiebra de ambos bancos ha hecho revivir al fantasma del pasado (Lehman Brothers), confrontando la situación actual con la crisis financiera del 2008
¿Qué ha pasado en Silicon Valley Bank?
El banco estadounidense, con 30 años de trayectoria, había acumulado una excesiva liquidez en los últimos años, debido a los fondos de capital riesgo y otros inversores de empresas emergentes, y, para reducir este pasivo e incrementar el beneficio, optó para comprar bonos del Estado y bonos hipotecarios, que tienen retornos seguros pero tardíos, y que pierden valor cuando suben los tipos de interés. Y los tipos han estado subiendo, y mucho. La Reserva Federal de EE.UU. los ha ido elevando de manera estrepitosa, especialmente a lo largo del 2022, hasta el 4,5%. En Europa están al 3%.
"Los plazos de los bonos, que son largos, no han encajado bien con los de los depósitos -apunta Hermosilla-, y si te quedas sin liquidez, cuando el depositario te pida el préstamo, no lo tendrás". Como estrategia para recuperar cierta liquidez, Silicon Valley Bank intentó vender activos, también devaluados, y algunas entidades se alarmaron y empezaron a recomendar a sus clientes la retirada de sus depósitos del banco. Pero el escándalo acabó de estallar cuando, el 9 de marzo, el banco anunció una ampliación de capital para hacer frente a las pérdidas ocasionadas por esta mala venta de activos y, como consecuencia, sus acciones se desplomaron en la bolsa, hundiéndose un 60% y provocando una fuga de inversores de la entidad.
Se suma un tercer cierre más: el del criptobanco Silvergate Bank
Este mismo domingo, 12 de marzo, las autoridades estadounidenses anunciaban también el cierre de Signature Bank por riesgo de un posible contagio sistémico. A pesar de que el modelo de negocio de la entidad neoyorquina era diferente del de Silicon Valley Bank, esta presentaba similitudes en cuanto a la gestión de depósitos y falta de liquidez.
A este contexto de pánico en el sector bancario estadounidense se suma, de hecho, un cierre más: el del criptobanco Silvergate Bank, que el miércoles 8 de marzo anunció que reducía las operaciones y liquidaba voluntariamente el negocio. Ya van dos golpes de lanza para el sector de las criptomonedes.
La reacción de EE.UU.
La estrategia de las autoridades estadounidenses para frenar los efectos de esta pesadilla financiera ha tenido tres patas (cerrar las entidades, coger el control y asegurar el pago de los depósitos) y una ejecución muy rápida. "Aprendieron de la crisis del 2008 y han actuado bien, pero todavía es pronto para saber los efectos de esta política urgente", indica Hermosilla.
Biden: "Los contribuyentes no tendrán que asumir ningún tipo de pérdidas"
Biden, por su parte, ha asegurado que "los contribuyentes no tendrán que asumir ningún tipo de pérdidas", sino que se sufragará con las tarifas que los bancos pagan a los organismos reguladores. Además, en este rescate, no se contempla atender las pérdidas de los inversores: "Hicieron una apuesta a sabiendas del riesgo, y la perdieron. El capitalismo va de esto", ha afirmado.
Los primeros efectos: las caídas en bolsa
Pero a pesar de la rapidez de las políticas norteamericanas, el hundimiento de Silicon Valley Bank ya ha salpicado a países, bancos y bolsas de todo el mundo. Uno de los bancos más afectados ha sido el californiano First Republic Bank, que tiene un modelo de negocio parecido al del Silicon Valley Bank, y que se ha desplomado en bolsa un 62%.
Y el sistema financiero europeo, en menor grado, también se ha visto golpeado, con caídas de entre el 4% y el 8% en la mayoría de la banca. Fuera de España, entre las entidades más perjudicadas, destacan Commerzbank (Alemania), con una caída del 11,35%, Bper Banca (Italia) del 8,7%, Banco Bpm (Italia) del 7,80% e ING Group (Holanda), del 7,34%.
A escala estatal, la entidad más perjudicada ha sido el Banco Sabadell, que se ha desplomado un 11,8 % al Ibex-35
A escala estatal, la entidad más perjudicada ha sido el Banco Sabadell, que se ha desplomado un 11,8 % al Ibex-35. Lo siguen Bankinter con un 8,5 %, BBVA con un 8,24 %, Unicaja con un 7,78 %, Santander con un 7,35 % y CaixaBank, con un 6,24 %.
¿De qué otras maneras afectará a la economía catalana?
Según indica el economista Hermosilla, "esta quiebra es muy probable que provoque cierta recentralización hacia la banca norteamericana, que los inversores estadounidenses vuelvan a EE.UU., ante la falta de liquidez. Con las consecuencias que esto implica: la retirada de inversiones en las startups", nuestras startups.
"Las inversiones extranjeras han sido esenciales para crear unicornios en España", aseguraba en un hilo de Twitter Miguel Carranza, cofundador de la startup RevenueCat, denunciando que, "la debacle de Silicon Valley Bank" no solo afecta a venture capitales billonarios, sino que puede tener un impacto global en el ecosistema emprendedor, a la hora de conseguir liquidez.
Tampoco ayudará, según indica Hermosilla, "en el mundo de las high-tech, porque incrementará la desconfianza que venían acumulando en los últimos meses" a raiz de la oleada de despidos masivos y el retraso de los volúmenes de inversión.
Ahora bien, sorprendentemente, hay un posible efecto colateral positivo. Con la situación financiera estadounidense, las autoridades "no bajarán los tipos de interés, pero sí que se plantearán si los continúan subiendo, y esto nos iría bien", asegura Hermosilla. Que sus tipos de interés estén mucho más elevados que los europeos, nos obligaba a continuarlos subiendo y, por lo tanto, el cambio de políticas de la Reserva Federal podría comportar que el Banco Central Europeo suavice también las subidas de los tipos de interés.