Vuelve la esperada época para muchos y, con ella, vuelven los interrogantes, la polémica y la división. ¿Está el Black Friday restando importancia a las rebajas? ¿Cómo influyen los descuentos a lo largo de todo el año? ¿Está cambiando el modelo? ¿Cuando empiezan las rebajas? ¿Afecta la ola de calor a las ventas? El Departament d'Empresa i Coneixement ya anunció que este verano las rebajas se avanzarían al 28 de junio, de acuerdo con la propuesta del Consejo Asesor de Comercio, que decidió impulsar esta idea para aprovechar el fin de semana previo al primero de julio. Aún y así, algunos avanzaron el pistoletazo de salida de las rebajas al 21 de junio, otros al 25 y algunos han decidido esperarse a empezarlas con el inicio de mes. La entrada escalonada de los comercios a las rebajas, las promociones permanentes y el episodio de calor han comportado que este inicio de las rebajas haya sido "muy flojo en general": ni siquiera se ha notado un incremento sustancial de las ventas online. Así lo explica a VIA Empresa el presidente de Comertia y fundador de Casa Viva, German Cid, que apunta que, por este motivo, "las compras se han concentrado prácticamente a última hora de la tarde".
Los descuentos crónicos quitan valor a las rebajas y, a pesar de que el Consell de Gremis prevé incrementar un 3% las ventas en relación a 2018, advierte que una reducción del precio permanente en el tiempo "comporta una menor afluencia y menor interés durante las rebajas y que el comercio pequeño y medio sea el más perjudicado". Unas promociones permanentes que, según el director del clúster ModaCC, Pep Generó, "deterioran la cuenta de resultados". "Veremos qué pasa -sostiene-, pero hay empresas que apostarán por el descuento permanente y otras que se irán de este mundo para apostar por otros modelos comerciales".
Para gustos los colores y, en este sentido, la directora de Monobrand de Desigual, Natalie Schmidt, considera que "el Black Friday ha venido para quedarse porque el cliente es lo que quiere y luchar contra esto es muy difícil. Está aquí y lo ha cambiado todo: los descuentos, las rebajas y Navidad, pero lo tenemos que entender como una oportunidad para ser más creativos y añadir un valor". De su lado, el presidente del Consell de Gremis, Joan Guillén, insiste en la idea de que "tenemos que respetar el modelo de rebajas para mantener una campaña fuerte de ventas y que se perciban como lo que tiene que ser, un periodo de fechas determinado y único".
De momento, las rebajas han empezado con descuentos de hasta el 70%, pero con una afluencia baja de gente comprando por las calles de Barcelona. La mayor parte de las ventas se concentran durante los primeros 15 días de campaña, que estarán marcados por el calor. Aún así, Comertia, como el Consell de Gremis, es optimista y considera que "se generarán aumentos de ventas respeto al año anterior". Y todavía más teniendo en cuenta que, para muchos comercios, las rebajas representan el 40% de las ventas de todo el año.
Desaceleración de las rebajas, pero más ocupación
Ahora bien, por mucho que las rebajas ya sean -prácticamente- un elemento más de nuestras vidas y se hayan instalado permanentemente sobre todo en muchas cadenas, de los 285.000 nuevos contratos que se crearán para este verano en Catalunya, 37.600 estarán vinculados a las rebajas, según informa el Grupo Adecco. Esta cifra representa un incremento del 8,5% siendo Barcelona la provincia donde menos sube el porcentaje, pero también la que más ocupación acapara: del total de contratos creados para afrontar las rebajas a todo el territorio, 29.300 están en la capital catalana, un 7,5% más que en 2018.
Mientras, Tarragona empleará a 3.322 personas para hacer frente a la campaña, un 8% más; Lleida contratará a 2.263, un 9% más; y Girona ocupará a 2.711, un 9,5% más que el año pasado. A escala estatal, el incremento es más reducido, pero también se eleva hasta el 6,8% y, de los 1,4 millones de puestos de trabajo creados para el verano, 190.000 están destinados a las rebajas.
Cid: "Perder la oportunidad de dejar de hacer la venta al turista el fin de semana, afecta negativamente a la economía de la ciudad"
Las ventas, sin embargo, podrían aumentar más si, en vez de poder abrir sólo domingo 30 de junio y 7 de julio, los comercios pudieran levantar la persiana todos los domingos del año. Así lo ha reclamado Barcelona Oberta al Ayuntamiento de Barcelona, por un lado, para "renovar el modelo de shopping turístico" y, por el otro, para atender "la nueva demanda turística", motivo por el cual, su presidente, Gabriel Jené, ha defendido la necesidad del comercio de atraer a compradores no residentes y ha instado al Ayuntamiento a aclarar "cuáles son los motivos comerciales, turísticos y en beneficio del consumidor para la actual restricción de horarios comerciales".
El presidente de Comertia lo ejemplifica con cifras. Si un comercio abre los siete días de la semana, concentra la mitad de las ventas entre viernes, sábado y domingo. Si se resta el domingo, se puede llegar a perder un gran porcentaje de ventas, sobre todo en periodo de vacaciones y de rebajas. Y no sólo porque "a la gente también le gusta ir por el paseo de Gràcia y poder comprar", sino también porque muchos cruceristas sólo pasan el fin de semana en Barcelona y "perder la oportunidad de dejar de hacer la venta al turista el fin de semana, afecta negativamente a la economía de la ciudad".
¿Descuentos vs. calidad?
Oleada de calor y domingos a parte, los descuentos permanentes cada vez tienen más influencia en el comportamiento del consumidor. Aún así, según un informe de Veepee, el 52% de los españoles invertirán entre 100 y 300 euros en estas rebajas, mientras que un 20% tirará más alto y gastarán entre 300 y 600 euros. De hecho, el 63% se espera a las rebajas de verano para hacer las compras pendientes. Pero, en este sentido, y según la profesora de la UOC, Neus Soler, hay que ser conscientes de nuestros impulsos. "Es importante planificar la compra, no tan sólo para evitar que hagamos compras impulsivas, sino para comprobar que el establecimiento aplica realmente las condiciones que anuncia".
Por eso, hay que conocer los factores que componían el producto antes de estar rebajado porque, señala, "los precios tienen que ser inferiores, pero no la calidad del producto". El CEO de Andge Investments, Jan Andreu, ya confesó durante la presentación del estudio elaborado por el Departament d'Empresa i Coneixement sobre el sector de la moda en Catalunya que su empresa ha decidido "cargarse el Black Friday" porque su objetivo es, precisamente, enamorar y no hacerlo a expensas de la calidad de su producto. "Se está produciendo una redefinición del lujo, que será mucho más sutil y más relacionada con la experiencia". Cuestión de prioridades.
La mezcla de factores está cambiando el modelo de consumo durante la campaña de rebajas, pero la esencia todavía está viva y, a pesar de que cómo pasa en la economía global, se desacelere el ritmo de ventas, la gente todavía espera a que lleguen las rebajas para saldar compras pendientes. Eso sí, como en todo, con una transformación del modelo que -todavía- se está gestando.