El número de pernoctaciones en alojamientos no hoteleros de Catalunya se disparó en el mes de noviembre hasta los 547.933, según datos provisionales publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) este jueves, superando el medio millón en el undécimo mes del año por primera vez desde el inicio de la serie histórica, en 1999. El impulso está marcado por un aumento de más del 20% en las estancias en campings y alojamientos de turismo rural respecto al mismo periodo de 2023. El número de viajeros se sitúa en 179.918, marcando también un máximo histórico en noviembre y un incremento del 11,8% respecto a doce meses antes.
Las estancias en campings llegaron a las 240.635, rompiendo la barrera de las 200.000 por primera vez en noviembre, un umbral al que casi se llegó el mismo mes de 2023. El incremento interanual ha sido del 20,7%, una cifra que aún es superior en lo que respecta a las casas rurales, que se disparan un 22,2% hasta las 85.217 pernoctaciones.
Las cifras de albergues también son las mejores de la historia, con 61.419 estancias, un 16% más, mientras que los pisos turísticos son los únicos que no han marcado el registro más alto hasta el momento: aunque han crecido un 1,3% interanualmente, se quedan en las 160.662 pernoctaciones, una cifra ligeramente más baja que en 2019, 2018 y 2017.
En cuanto al número de viajeros, también se ha alcanzado un récord, con 179.918 viajeros, que superan tanto el año pasado como 2019. Es, de hecho, el noviembre más positivo para los establecimientos extrahoteleros hasta ahora, según el INE. Siete de cada diez turistas que han hecho uso de este tipo de alojamientos son residentes en España, que son la práctica totalidad de los huéspedes en casas de turismo rural (90%). También son mayoría en los campings (78%). En cuanto a los albergues, la distribución entre orígenes está más repartida, con un 57% de extranjeros, mientras que en pisos rurales los que viven fuera del Estado también son más (56%).