El sector porcino hoy se encuentra en una coyuntura favorable con unos precios por encima de los 140 euros por 100 kg de cerdo vivo, que con unos costes ligeramente por encima de los 100 euros, permiten obtener unos márgenes extraordinarios. Parece pues que se trata de una buena noticia. Aun así, alguien ya habla de la burbuja del cerdo insinuando los riesgos asociados a andar por encima de una oleada de precios altos, alejados de lo que correspondería en un mercado equilibrado. Todo ello puede distorsionar expectativas y comprometer opciones de futuro. Hay que hablar, hay que analizarlo.
"Ya se habla de la burbuja del cerdo insinuando los riesgos asociados a andar por encima de una oleada de precios altos"
Por si fuera verdad que la historia siempre se repite, conviene hacer un poco de memoria. A primeros de este siglo, la crisis de las vacas locas comportó, de paso, una desviación del consumo a otras carnes, particularmente hacia la carne de cerdo. Los buenos precios del cerdo animaron la construcción de nuevas granjas y, en consecuencia, un aumento importante de la producción. Años después, con la relativa normalización del consumo de carne de vacuno, la sobreoferta del cerdo ya se hizo patente.
A la vez, dos nuevos vectores sumaron dificultades. Por un lado, la coincidencia, por causas ajenas al sector, con una subida de precios extraordinaria de las materias primas y, por otro lado, la coincidencia añadida con el inicio de la crisis económica. Todo ello provocó una severa crisis dentro del sector porcino.
Justo es decir, pero, que el sector supo reaccionar reforzando la eficiencia de las explotaciones ganaderas, progresando en tecnología y abriendo las puertas al mercado global desde una posición sólida claramente competitiva que todavía disfruta en la actualidad.
El sector porcino en Catalunya
Actualmente, el sector porcino -desde la ganadería a la industria carnia- es el primer subsector alimentario de Catalunya en volumen de producción y en volumen de exportación. Catalunya cuenta en este producto con una destacada especialización. En concreto, produce el 41% de la carne de cerdo de España, el 7,8% de Europa y el 1,6 % del mundo, teniendo en cuenta que su población es tan sólo el 0,1% de los habitantes del mundo. Esta especialización en la ganadería intensiva ha sido la alternativa estratégica de la cual se ha dotado Catalunya para optimizar una realidad física que le era desfavorable. Catalunya tiene poca agua y una orografía complicada donde no es posible una agricultura competitiva.
"El sector porcino es el primero subsector alimentario de Catalunya en volumen de producción y exportación. Catalunya produce el 41% de la carne de cerdo de España, el 7,8% de Europa y el 1,6% del mundo"
La alternativa ha consistido a comprar los alimentos para el ganado en los países con tierra y agua suficiente, realizando aquí el engrasado y la transformación carnia con todo el valor añadido que esto representa. Esta estrategia ha permitido sostener la población en las áreas rurales, consolidar la primera industria catalana (la agroalimentaria), atender la demanda propia y obtener un sobrante de alimentos para exportar con objeto de equilibrar de nuevo la balanza alimentaria
Un escenario cambiante
El sector porcino en Catalunya se ha desarrollado a partir de dos vectores. Desde el punto de vista de oferta en lograr una alta competitividad basada en el impulso tecnológico y una adecuada gestión, donde el sistema de integración ha jugado un rol importante. Pero, desde el punto de vista de demanda, el sector ha contado con el cebo del consumo incrementado en los países emergentes con China al frente. A pesar de la volatilidad asociada a un sector que produce un alimento perecedero, los precios del cerdo han sido en general remuneradores los últimos diez años.
Pero la actual coyuntura añade nuevos elementos. La peste porcina africana ha impactado duramente en China y el Sudeste Asiático, hecho que nos ha afectado teniendo en cuenta que China es el primer productor mundial y, a la vez, el primer importador mundial de carne de cerdo. Esto está comportando un incremento muy notable de la demanda de importaciones desde China. A la vez, el escenario global está cambiando y tiene implicaciones en relación a la carne. Efectivamente, diferentes vectores están problematizando el consumo de carne: criterios medioambientales de acuerdo con el mayor consumo de recursos del producto carniganadero, criterios éticos en relación al bienestar animal, criterios de salud en atención a los últimos informes de la OMS y, sin duda, la emergencia de dos potenciales competidores: el impulso de la proteína vegetal y la carne "de laboratorio" obtenida por cultivo celular (cultivar carne en el laboratorio, una revolución en el sistema alimentario). El conjunto de estos vectores está ya comportando en los países más desarrollados, entre ellos el nuestro, una disminución moderada del consumo de carne.
"Para preparar el día siguiente se tendría que limitar la construcción de nuevas granjas en Catalunya, internalitzar los costes medioambientals y reforzar la bioseguridad y el bienestar animal"
La problemática de la PPA en China y otros países no tiene una solución inmediata, por lo tanto a corto plazo continuará habiendo una fuerte demanda de importación desde China. Pero, es esperable una reacción de China, más allá de incrementar las importaciones, dada la acuciante carencia de proteína carnia. Probablemente, se potenciarán otras alternativas carnias, sobretodo en las aves. Pero, con una mirada a largo plazo, Josep Collado, director de la FECIC, comentaba la posibilidad de que China, impulsada por la necesidad, acontezca un actor decisivo en las opciones alternativas a la carne convencional, hecho que podría acelerar estas tendencias.
Oportunidad para hacer los deberes
La burbuja no durará siempre, a pesar de que hay factores que hacen pensar en una relativamente amplia oleada de precios altos. A pesar de que hablamos de cerdos es un buen momento para referirnos a la Biblia cuando José en Egipto nos enseña que hay que aprovechar los años de vacas grasas para prever cuando las vacas sean delgadas. Tendría que ser un buen momento para preparar el día de mañana. Cómo? En primer lugar, con la limitación en la construcción de nuevas granjas en Catalunya dada su saturación desde un punto de vista medioambiental. No es sencillo, las ganancias a corto plazo son golosas, pero razones de fondos desaconsejan ensanchar la producción, en este sentido el papel regulador de la Administración Pública tendría que ser decisivo. En segundo lugar, realizar los deberes medioambientales pendientes en relación a los residuos y deyecciones. En otras palabras, el sector tiene que internalitzar los costes medioambientales. Se acaba de aprobar el decreto de "gestión de la fertilización del suelo y deyecciones ganaderas" que es un paso interesante que puede ayudar, a pesar de que llega con quince años de retraso. En tercer lugar, reforzar -dentro del marco regulador europeo- los aspectos de bioseguridad y de bienestar animal.
Todos estos factores tienen que repercutir en la mejora de la imagen del sector en un momento que surgen alternativas a tener muy en cuenta y una serie de aspectos críticos emergen en la cultura del consumidor. Las granjas que mejor se adapten a las nuevas exigencias del consumidor estarán en una mejor posición para avanzar cuando se disuelva la burbuja. En resumen, hace falta reinvertir las ganancias coyunturales en herramientas de futuro.