Cuando se habla del sector financiero, gran parte de la población lo relaciona con los grandes bancos y entornos como Ginebra, Frankfurt o Luxemburgo. Sin embargo, el sector financiero es mucho más que las entidades bancarias y las aseguradoras, con una industria auxiliar, centros tecnológicos, asociaciones, reguladores y mucho más. En esta ocasión, Catalunya ha ganado protagonismo, después del "otoño caliente" de 2017 con el cambio de sede social de CaixaBank y Banc Sabadell y la pandemia de la covid-19 en los últimos años, se ha "puesto las pilas" con un ecosistema de servicios financieros "muy diverso, potente y en crecimiento". Y atención a las cifras: 628 empresas, 100.000 trabajadores y una facturación de 46.400 millones de euros.
Siete años después de la presentación del último Mapa del sector de los servicios financieros en Catalunya, desde el Departamento de Economía y Hacienda de la Generalitat de Catalunya, junto con la empresa Cluster Development, lo han actualizado con una radiografía después de unos años de transformación, para explicar detalladamente la cadena de valor y las "oportunidades" del sector financiero en nuestro país. Y de ahí el aumento en un 40% del sector, con 178 empresas más que en 2017.
El sector financiero en Catalunya: 628 empresas, 100.000 trabajadores y una facturación de 46.400 millones de euros
Unas cifras al alza que "pueden sorprender", según detalla el director general de Política Financiera, Seguros y Tesoro de la Generalitat de Catalunya, Josep Maria Sánchez Pascual, "debido a los despidos masivos de trabajadores en las entidades bancarias durante los últimos años". Como contrapunto, desde la consultora Cluster Development, explican que han aumentado los puestos de trabajo en el sector "por la adquisición de Bankia por parte de CaixaBank y la aparición de nuevas empresas tecnológicas, además de la atracción de nuevo talento internacional". De hecho, el sector financiero tenía alrededor de 96.000 trabajadores hace siete años y actualmente son casi 100.000 personas. En estos momentos, la banca universal, con 17 entidades, es la que ocupa el número más grande de trabajadores, con un total de 63.249, por delante de la industria auxiliar y las aseguradoras, con 14.527 y 13.972 trabajadores respectivamente
Por otro lado, una de las principales conclusiones del estudio, que ha necesitado seis meses de trabajo, entrevistas a fondo a cuarenta representantes y una mesa de trabajo posterior con 14 miembros, es el protagonismo creciente de las empresas fintech e insurtech, que han pasado de 50 a 140 en seis años. Y de aquí el peso del segmento de los seguros sobre el conjunto con 201 compañías, el Venture Capital&Private Equity (92) y la industria auxiliar (80) que engloba un conjunto de empresas que ofrecen soluciones tecnológicas (identificación, fraude, ciberseguridad) y otros tipos de servicios (consultoría, legal, auditoría, entre otros). Y, finalmente, el segmento que ofrece crédito y otros productos al consumidor (51) o el de la banca privada o Wealth Management (40), entre otras.
El "DAFO definitivo"
¿Cuáles son las principales fortalezas del sector? Los expertos destacan la gran presencia de fintechs o de un ecosistema digital y de formación potentes con la Barcelona Finance School y otras escuelas de negocios importantes, la existencia de un tercer ecosistema con posibilidades de crecimiento en materia de sostenibilidad. Interesante es también la presencia de grupos aseguradores locales y hubs relevantes de aseguradoras globales y de empresas líderes en soluciones avanzadas para el sector financiero, especialmente en temas digitales y de datos relacionados con la inteligencia artificial y el crecimiento internacional.
Las fortalezas del sector financiero: gran presencia de fintechs, el ecosistema digital y la marca Barcelona para atraer talento
El estudio también destaca la capacidad de Barcelona para atraer talento internacional, especialmente en el ámbito digital; así como el potencial de convertir a la ciudad condal en uno de los polos de referencia en innovación tecnológica en Europa y como hub digital y financiero.
Finalmente, entre las "debilidades", se señala un mercado bancarizado y concentrado en pocos actores, después del proceso de consolidación bancaria, o la relativa debilidad de la capital catalana en comparación con otras plazas financieras debido a la distancia respecto a los organismos reguladores o los supervisores.