Renfe, que se suma un año más a la celebración del Día Mundial del Medio ambiente de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), ha reducido en 2022 su huella de carbono por cada unidad transportada en un 89% respecto a la existente en 1990.
Estos datos destacan, entre otros, porque se trata de un registro hasta 20 y 30 veces menor que las emisiones procedentes de los competidores directos, como por ejemplo el transporte aéreo y de la carretera.
Se trata de un registro hasta 20 y 30 veces menor que las emisiones procedentes del transporte aéreo y de la carretera
Un ahorro de 5,7 millones de toneladas de CO2 anuales
La circulación diaria de todos los trenes evita la emisión de 5,7 millones de toneladas de CO2 al año y supone un ahorro de 1,1 millones de toneladas equivalentes de petróleo. El objetivo de la compañía es llegar a cero emisiones de carbono en 2050. Además, la empresa está adherida a la iniciativa empresarial europea para reducir las emisiones de CO2 en al menos un 55% en 2030 y al Grupo Español de Crecimiento Verde (GECV).
La gran mayoría de los trenes de Renfe circulan con electricidad cien por cien procedente de fuentes renovables, hecho que permite transportar viajeros y mercancías con un escaso consumo energético. Su apuesta por una buena gestión ambiental ha llevado a Renfe a ocupar el 16o lugar entre las empresas más responsables con el medio ambiente, según los resultados del informe Merco Responsabilidad ESG (Environmental, Social and Governance) 2022.
La compañía tiene previsto modernizar su flota con 280 trenes nuevos de Cercanías y 57 trenes de Media Distancia con el objetivo de ofrecer un servicio público de calidad, eficiente y sostenible.