Renfe ha iniciado las pruebas de la nueva ruta a Francia, servicio que la compañía realizará en solitario después de la rotura de la alianza con el operador francés SNCF. La previsión es que el itinerario Barcelona-Lyon y Madrid-Marsella se active antes del verano.
Las pruebas consisten a reproducir las características del recorrido para analizar posibles incidencias y, a la vez, garantizar la fiabilidad y solvencia del servicio. A estas alturas, Renfe también está pendiente de recibir todas las autorizaciones de seguridad por parte de las autoridades francesas.
En paralelo a los itinerarios, la compañía ferroviaria ha iniciado la formación a los maquinistas que dirigirán las rutas hasta Francia. Las rutas de prueba salen desde Barcelona (Estación de Sants) y hacen parada en Girona, Figueres-Vilafant, Perpinyà, Narbona, Montpellier, Nimes y Lyon. El nuevo proyecto contempla la apertura de una oficina de Renfe en Francia.