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Entre tipos de interés, impuesto a la banca y OPA: los retos del sector financiero catalán para 2025

La resolución de la oferta del BBVA al Sabadell marcará la primera mitad de un año en el que los bancos no esperan repetir los beneficios de 2024

Edificio del Banco de España en Barcelona | iStock
Edificio del Banco de España en Barcelona | iStock
Carlos Rojas | VIA Empresa
Periodista
Barcelona
31 de Diciembre de 2025
Act. 31 de Diciembre de 2025

"Si el año se va riendo, buen año venidero". Con este dicho catalán de Año Nuevo cerrarán 2024 la mayoría de entidades bancarias. Durante los últimos 12 meses ha sucedido de todo, pero el balance es más positivo que negativo. Los elevados tipos de interés han mantenido los buenos resultados en el sector financiero. Muchos de ellos, de hecho, en cifras récord. A pesar de que algunos como Gonzalo Gortázar, consejero delegado de CaixaBank, recuerdan que todo ha sido un espejismo. "Los beneficios se miden por la rentabilidad sobre fondos propios, y el índice actual está entre el 13% y el 14%. En el año 2007 llegamos por encima del 20%", subrayó hace apenas dos meses, durante la presentación de resultados de su banco. En aquella conferencia también previó una caída del 9% de media de los beneficios totales de las entidades bancarias de cara a 2025. Entonces, ¿qué expectativas hay que tener para el año venidero?

 

La OPA del BBVA al Banco Sabadell, gran protagonista del primer trimestre

El BBVA ha presentado una OPA hostil para absorber al Banc Sabadell | VIA Empresa
El BBVA ha presentado una OPA hostil para absorber al Banc Sabadell | VIA Empresa

En un contexto de plena incertidumbre en el sector bancario mundial, en Catalunya hay una cosa clara: la primera mitad de 2025 la protagonizará el desenlace de la OPA hostil del BBVA al Banco Sabadell. A priori, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) resolverá sobre la operación antes de la primavera, en algún punto entre finales de febrero y principios de marzo. En caso de autorizar el movimiento, será el turno de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que ya ha anunciado que deliberará inmediatamente después. Si también da su visto bueno, finalmente llegará el momento más esperado: los accionistas del Sabadell tendrán que decidir si aceptan o no la oferta del banco vasco. 

Pero, ¿qué pasaría si la CNMC no aprobara la OPA tal como está planteada por el BBVA? Hay dos opciones: que sí se autorice con condiciones o que directamente quede rechazada y se alargue a una tercera fase. "Tenemos un país con una alta concentración bancaria, así que dependiendo de las condiciones, la competencia puede verse más o menos afectada", apunta a VIA Empresa el catedrático Oriol Amat.

 

Mientras que Grisi (Santander) ve una "oportunidad" con la OPA, Gortázar (CaixaBank) recuerda que hay que "sudar la camiseta" y Cavallé (Caixa d'Enginyers) critica que "distorsiona el mercado"

En caso de una negativa, el caso pasaría al gobierno español, que tendría que pronunciarse sobre si la OPA afecta o no a la seguridad nacional. En cualquiera de los casos, Jaume Puig, CEO y CIO de GVC Gaesco Gestión, explica a este diario que el proceso "puede alterar la estabilidad del Sabadell". Además, no descarta la posibilidad de que el BBVA aumente el precio de la oferta "en algún momento del próximo año".

Más allá de esta disputa entre las dos entidades, cabe recordar que el resto de bancos relevantes del Estado se han mantenido muy neutrales a la hora de valorar la OPA. El consejero delegado del SantanderHéctor Grisi, admitió a finales de octubre que había una "oportunidad" con esta operación y que estaban "a la espera" de actuar según se produzcan las circunstancias. Sus palabras contrastan con las de Gortázar (CaixaBank), quien negó que se hubiera creado una "oportunidad especial" y recordó que había que "sudar la camiseta" para ganar cuota de mercado en el sector. En Catalunya, Joan Cavallé (Caixa d'Enginyers) criticó el movimiento asegurando que generaba "daño a la competencia" y que "distorsiona el mercado".

Tipos de interés a la baja: ¿peores resultados de los bancos?

Exterior de la sede del Banco Central Europeo | iStock
Exterior de la sede del Banco Central Europeo | iStock

En junio de 2024, el Banco Central Europeo (BCE) puso fin a dos años de aumentos de tipos de interés y comenzó la desescalada. Por primera vez desde 2016, Europa rebajaba estas tasas. Tres meses después, la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos imitó sus pasos. Así, se iniciaba una nueva etapa que se espera que se complete este 2025, año en que el BCE estima situar la inflación subyacente en el 2,3% (frente al 2,6% actual).

A pesar de ello, la hoja de ruta que se han marcado los dos grandes bancos centrales está sujeta a factores de peso. El primero de ellos tomará posesión el 20 de enero y se llama Donald Trump. La política proteccionista del presidente electo de Estados Unidos puede generar unos aranceles bastante elevados que se traducirían en más inflación y, por lo tanto, en un ralentizamiento del ritmo de bajada de los tipos, o incluso en algún aumento.

Los economistas coinciden en un inicio de 2025 intenso en cuanto a rebajas de tipos de interés, pero no hay unanimidad respecto al impacto de la llegada de Trump

Por este motivo, entidades como Bankinter esperan que Europa concentre el grueso de las rebajas de las tasas en el primer trimestre del año, cuando aún Trump esté comenzando su mandato. En concreto, hablan de tres tramos: enero, marzo y abril. Otros expertos como Bill Diviney, responsable de estudios macroeconómicos de ABN Amro, prevén una gran recorte de medio punto en marzo seguido de una pausa en abril, y un tipo de depósito al 1% a finales de año. Hoy, esta tasa está al 3%, por lo que su pronóstico es bastante arriesgado si se compara con el de Bankinter, que estima un 2,25% para el mismo indicador hacia diciembre de 2025.

El contraste entre estas dos predicciones es el paradigma de la incertidumbre que causa la llegada de Trump. Los economistas han previsto los movimientos durante los primeros compases del año, pero a partir del mes de abril todo comienza a ser especulación. Entidades como Bank of America o Goldman Sachs no descartan que el BCE pise el acelerador y aumente el ritmo de descenso de los tipos de interés para protegerse de los aranceles estadounidenses.

"Seguramente la subida de aranceles final de Trump sea mucho menor a la amenaza inicial", remarca Puig. El economista espera "un 2025 continuista" en cuanto a la política de rebaja de tipos de interés. Es decir, más caídas de 25 puntos básicos de las tasas a corto plazo y un aumento gradual de las de larga duración. Por su parte, las expectativas de Amat son similares, aunque deja una puerta abierta a un cambio de rumbo debido a "motivos geopolíticos".

De esta manera, si se mantienen las reducciones de los tipos de interés, hay que esperar que los bancos ganen menos dinero debido a la reducción de los márgenes. Un hecho que las entidades bancarias esperan que se compense gracias a un "incremento del consumo, del gasto por habitante y de las concesiones de hipotecas", según Amat, que también señala que "la morosidad evoluciona bien" y que "la digitalización puede hacer más eficientes a los bancos" de cara a 2025.

A pesar del descenso progresivo del euríbor, el precio de la vivienda aumentó un 8,1% en el último trimestre de 2024

Todo esto tiene un efecto directo en otros indicadores clave de nuestra economía. Uno de ellos es el precio de la vivienda. El descenso progresivo del euríbor ha abaratado las hipotecas de tipo variable este 2024, y todo hace pensar que la tendencia a la baja se mantendrá en el año venidero. A pesar de ello, el precio sigue subiendo: el último trimestre del año lo hizo en un 8,1%, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Es el incremento más elevado en dos años y medio. Resolver este interrogante, por tanto, será una de las tareas más importantes durante 2025.

El impuesto a la banca, la gran queja del sector financiero

El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, durante la rueda de prensa de resultados de 2023| ACN
El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, durante la rueda de prensa de resultados de 2023 | ACN

Como decíamos, 2024 ha sido un año positivo en cuanto a los resultados de los bancos. Si miramos las cuentas de enero a septiembre, la evolución anual es bastante impactante. Por orden, los beneficios totales mejoraron en el caso de Unicaja (+58%), BBVA (+44%), Banc Sabadell (+25,9%), CaixaBank (+16,1%), Santander (+14%) y Bankinter (+7%), es decir, las seis principales entidades financieras del estado español. Para 2025, Puig espera un "entorno bonito" para el sector, pero aún hay cosas que preocupan. Una de ellas es el impuesto a la banca.

Durante el otoño de 2024, el gobierno español encabezado por Pedro Sánchez anunció que aprobaría un "paquete fiscal" antes de concluir el año. La idea era actualizar el ecosistema financiero de cara al año que viene, pero el plan propuesto por el ejecutivo central no estuvo exento de polémica. Uno de los puntos estrella era prorrogar tres años más el impuesto a la banca aprobado en 2022 debido a los grandes beneficios que estaban anotándose las diferentes entidades a causa de la inflación. Hoy, la tasa de inflación actual del 2,8% es bien diferente de la del 10% que llegó a presentarse aquel año.

El impuesto a la banca tiene un carácter progresivo, por el cual la carga impositiva oscila entre el 1% y el 7%, a partir de la base liquidable de cada entidad

Así, el sector considera que renovar el gravamen es una especie de castigo gratuito. "La justificación ya no es otra que la banca tiene que pagar más que otros sectores porque sí", llegó a decir Gortázar, quien calificó el impuesto de "la tasa CaixaBank". En este caso, lo hizo porque la medida tiene un carácter progresivo, por el cual la carga impositiva oscila entre el 1% y el 7%, a partir de la base liquidable de cada entidad. Y la suya es de las más perjudicadas.

"Cuando los gobiernos suben los impuestos a los bancos, estos normalmente lo repercuten en los clientes y su rentabilidad no se ve afectada", advierte Amat. En este sentido, las entidades financieras prevén que mantener este gravamen limitará el crédito para el consumidor, mientras que los bancos se verán perjudicados a la hora de participar en potenciales operaciones transfronterizas. 

La incógnita del bitcoin

El bitcoin y su tecnología subyacente, la blockchain, están ganando terreno en el mundo financiero | iStock
El bitcoin y su tecnología subyacente, la 'blockchain', están ganando terreno en el mundo financiero | iStock

Hasta ahora, el bitcoin ha estado totalmente desligado del circuito económico mundial. Pero si 2024 ha sido el año de la integración, 2025 podría ser el de la consolidación. Recapitulemos: el año que despedimos comenzó con la aprobación de los ETF de la criptomoneda más popular. Esta noticia revolucionó el mundo de las inversiones, ya que por primera vez aparecía un fondo cotizable en la bolsa tradicional. Unos meses después, Trump anunció que daría apoyo al mundo cripto si ganaba. ¿Y cómo lo haría? Con la creación de una reserva nacional estratégica de bitcoins.

A la espera de saber si el presidente electo cumplirá su promesa, su triunfo en las elecciones del pasado 5 de noviembre disparó el valor del bitcoin. Por primera vez, el activo superó los 100.000 dólares, aunque después corrigió con una caída. Esta noticia fue acompañada de otra: Trump fichó a Paul Atkins como nuevo dirigente de la Comisión de Bolsa y Valores (más conocida como SEC en inglés). Atkins es uno de los grandes defensores de las criptomonedas y, de hecho, ha sido copresidente del grupo pro-cripto Digital Chamber’s Token Alliance desde el año 2017. En resumen, su nombramiento sirvió para reafirmar su apuesta por el bitcoin en esta segunda legislatura, a diferencia de la primera etapa.

Así, el año 2025 no solo podría dejar nuevos récords del precio del bitcoin, sino que podría disparar otras criptomonedas e incluso traer las primeras regulaciones al mercado. Y no solo en Estados Unidos: en enero, en Europa entrará en vigor la Ley MICA, un proyecto diseñado para dotar de un marco legal y regulador a los activos digitales. De momento, bancos españoles como el Santander, CaixaBank o BBVA ya han comenzado a integrar criptoproductos en sus servicios digitales, pero aún hay mucho terreno por explorar.

Puig: "Al bitcoin le hacen falta herramientas de valoración y una volatilidad normal para que entren grandes inversores"

"Su volatilidad continúa siendo altísima", alerta Puig. El CEO y CIO de GVC Gaesco Gestión recuerda que hacen falta "dos cosas" para que el bitcoin dé el paso definitivo. "Primero, poder determinar cuál es su valor real -y no su precio- a través de herramientas de valoración. Y segundo, una volatilidad normal", añade. Sin estos ingredientes, el economista cree que ningún gran inversor acabará entrando.

Amat coincide: "No creo mucho porque es un activo financiero con riesgos muy importantes. El primero, que no sabemos quién lo ha creado. Y el segundo es un riesgo tecnológico: de repente, alguien podría tocar algo de los algoritmos con los que funciona y que todo desaparezca o pierda mucho valor". Este segundo apunte del catedrático está relacionado, entre otras cosas, con la computación cuántica, un campo que algunos medios han señalado como una potencial amenaza al sistema de cadena de bloques (blockchain), aunque es una tecnología que aún está lejos de desarrollarse a escala usuario. En cualquier caso, Amat cree que el año que viene podríamos ver "tanto un nuevo récord del bitcoin como una gran caída del 50%", debido a su "volatilidad extrema".

2025, movimiento de sillas

Joan Cavallé, actual director general del Grupo Caixa Enginyers y Juanjo Llopis, nuevo director general a partir del 1 de enero | ACN
Joan Cavallé, actual director general del Grupo Caixa Enginyers y Juanjo Llopis, nuevo director general a partir del 1 de enero | ACN

Con todo, no podemos olvidar que 2025 no solo cambiará el escenario financiero, sino también los actores. Algunas de las entidades bancarias ya han previsto reestructuraciones internas a partir del 1 de enero. Es el caso de CaixaBank, que renovara su presidencia. Tomás Muniesa será el sucesor de José Ignacio Goirigolzarri, que presentó su dimisión a finales del mes de octubre. Este no será únicamente un cambio de nombre, sino de funciones: con la despedida de Goirigolzarri, morirá también la función ejecutiva del presidente. Es una petición expresa del BCE a todas las entidades bancarias de la comunidad europea.

En Catalunya, Caixa d'Enginyers también iniciará una nueva etapa. Joan Cavallé abandonará el cargo de director general del grupo y dejará paso a Juanjo Llopis después de 19 años. Desde 2021, Llopis había sido el subdirector de la entidad y uno de los dirigentes de máxima confianza de Cavallé, con quien ya trabajó en el extinto Bankpyme.

Son dos grandes modificaciones en la banca catalana, pero podrían no ser las únicas. En caso de que la OPA del BBVA sobre el Sabadell acabe prosperando, el nuevo banco resultante podría dejar cambios estructurales y nombramientos importantes. Independientemente de esta circunstancia, sin embargo, 2025 promete movimientos y episodios relevantes que configurarán un retrato completamente nuevo del sector financiero catalán.