Primero, los hechos: En Catalunya hay más de medio millón de autónomos (alrededor de 542.000), pero sólo los 10.000 más rápidos han podido pedir una ayuda de 2.000 euros que se hizo pública a principios de noviembre y se ha agotado en cuestión de horas. La página web se ha colapsado por más de 400.000 peticiones, de las que sólo 100.000 cumplían los requisitos.
Cuáles eran los requisitos? Tener domicilio fiscal en Catalunya, una base imponible del IRPF de 35.000 euros o menos y un rendimiento neto de la actividad en los tres primeros trimestres del año de menos de 13.125 euros. A diferencia de la ayuda de marzo, esta es compatible con otras prestaciones o subsidios públicos.
A continuación, ha empezado la clásica repartición de culpas y rifirrafe de declaraciones entre dirigentes políticos. En este caso, las conselleries de Trabajo y Políticas Digitales y Administración Pública han sido las protagonistas.
Budó: "Lamentamos que no haya ido como tendría que haber ido y pido disculpas"
La portavoz del Govern y consellera Meritxell Budó ha salido al paso pidiendo disculpas a todos los afectados: "Lamentamos que no haya ido como tendría que haber ido y pido disculpas". Esperaban 15.000 usuarios por minuto y han recibido 18.000. Resultado: sistema colapsado por una diferencia de 3.000 usuarios por minuto. La comparecencia tenía mea culpa pero también doble promesa: "Trabajaremos para que no vuelva a pasar y para ver como podemos ampliar esta ayuda y movilizar más recursos".
Tanto es así que desde la Generalitat se han comprometido este atardecer de martes negro a "diseñar y poner en marcha nuevas ayudas de apoyo económico a través de un mecanismo legal más ágil, que llegue al máximo de afectados posibles y que se mantenga de manera regular en el tiempo mientras dure la pandemia". Agilidad y regularidad, desde un equipo interdepartamental.
Incluso, Budó ha asegurado que la Generalitat no tiene "suficiente dinero" y que el Govern ha movilizado "más de 400 millones de euros a los sectores afectados" mientras que el Gobierno ha destinado "cero" y ha incrementado la cuota de autónomos. Más repartición de culpas y rifirrafe político, ahora pero entre gobiernos y no dentro de un mismo ejecutivo.
Después, las conclusiones:
Los autónomos viven una crisis económica sin precedentes, pero desde el Gobierno se les sube la cuota –tres euros más al mes si se cotiza por la base mínima- y desde el Govern se les ayuda en función de sí son rápidos o no.
"Los autónomos viven una crisis económica sin precedentes, pero desde el Gobierno se les sube la cuota y desde el Govern se les ayuda en función de sí son rápidos o no"
La velocidad no tendría que ser nunca un criterio de ayuda o redistribución que no tiene en cuenta, por ejemplo, la renta o el patrimonio. Esto ni es ni tendría que ser el Far West donde sobrevive aquel pistolero que saca la pistola, apunta y dispara más deprisa. Y todavía menos en un contexto de crisis por pandemia. "Hay dos tipos de personas: los que tienen las pistolas y los que cavan", decía Clint Eastwood en la película El Bueno, el Feo y el Malo datada de 1966 y con la magnífica música de Ennio Morricone.
Toda ayuda es buena, pero con "una lismona" de 2.000 euros por autónomo no hay suficiente después de meses de incertidumbre e inestabilidad. Igual que con los bares y los restaurantes que ni mucho menos tienen bastante con ayudas de 90 millones de euros para un mes cuando según un estudio de Pimec han perdido alrededor de 780 millones de euros en sólo 15 días. Ayudas de 90 millones por un mes, pérdidas de 780 millones para 15 días.
Tanto es así que el Gremio de Restauración ha dado ya su particular golpe sobre la mesa desde el Hotel Majestic y ha reclamado la reapertura "inmediata" de bares y restaurantes apoyados por grandes estrellas de la cocina como Ferran Adrià, Joan Roca, Jordi Cruz, Carme Ruscalleda, Ada Parellada, los hermanos Torres u Oriol Castro, entre muchos otros.
Ya nos lo avanzaba Ferran Adrià en una conversación reciente con VIA Empresa: "La palabra es impotencia. El problema no es el cierre de ahora, es que pasará dentro de unos meses. Estamos en un momento dramático y marcará un antes y uno después en el mundo de la hostelería."
Ferran Adrià: "La palabra es impotencia. El problema no es el cierre de ahora, es que pasará dentro de unos meses"
Persianas bajadas y palos de ciego, que dirían Anna Gener y Xavier Ferràs. "En situaciones de incertidumbre y complejidad, la misión de los líderes es disminuir esta incertidumbre, tomando decisiones fundamentadas, comunicando y convenciendo. Falta relato, faltan explicaciones y falta liderazgo. Hay que generar confianza urgentemente", escribía Ferràs en un artículo de opinión.
En esta ayuda a los autónomos ha habido incertidumbre, rifirrafe y disculpas, han faltado las explicaciones, el liderazgo y la confianza.
El titular inicial era que se ayudaría a los autónomos, la realidad es que entre trabas se premia con 2.000 euros a los 10.000 más rápidos. Si hay más de medio millón de autónomos, no se los tendría que poder ayudar a todos en tiempos de pandemia o al menos hacer una página web capaz de atender y valorar todas las peticiones? En sólo 15 días hemos pasado de hacer camino hacia el espacio con la NASA catalana a caer de morros al suelo con la realidad de los autónomos. Por no hablar del SEPE que lleva tres meses de retraso en el reconocimiento del paro y no ha pagado la prestación a ningún nuevo parado desde el 12 de agosto en Barcelona.
Ferràs: "Falta relato, faltan explicaciones y falta liderazgo. Hay que generar confianza urgentemente"
Patronales, Cámaras y otros agentes económicos han dictado sentencia: "Una prueba más de la desesperación de autónomos y pymes" (Joan Canadell, presidente de la Cambra de Barcelona); "intolerable e insostenible" (Cecot), "Era como una lotería" (APttCB), "Absolutamente insuficiente" (Autónomos Pimec y CTAC-Autónomos) O "Hay que pensar antes y prever, no corregir después. Estos errores no se pueden permitir" (UEA), entre otros.
Ya ha nacido la Revueltade los Autónomos y no es una frase hecha sino un proyecto que se cuece en Telegram: "Se hace competir los autónomos en una especie de humillante carrera de perros galgos orquestada con dinero público con el único objetivo por parte del gobierno de hacerse propaganda".
Ahora mismo, la política en su sentido más amplio no sabe o no puede ayudar al tejido económico y empresarial de Catalunya. Y esto no es una opinión personal, son hechos consumados.