"Catalunya es un territorio industrial". Esta ha sido una afirmación unánime de los ponentes del acto organizado por BNEW sobre la industria y la reindustrialización. Así pues, el territorio catalán ya cumple las expectativas que tiene la Unión Europa en términos de inversión de cara los próximos años. "Catalunya ya invierte un 20% del PIB en industria", explica Trini Bofarull, directora de inversión extranjera de Acció. La ponente recuerda que esta es la cifra que pide la UE dentro de todo el Estado español y, por lo tanto, Catalunya "está muy bien situada". Aún así, la reindustrialización engloba muchos parámetros a tener en cuenta y, siguiendo esta misma línea, todavía hay muchos obstáculos a superar para poder reindustrialitzar Catalunya con éxito.
"Relanzar la industria no es un trabajo fácil", recuerda Marta Curto, directora general de Anàlisi y Prospectiva Econòmica. Y es que Catalunya enfrenta ciertos problemas después de la pandemia -como muchos otros territorios- que podrían poner en peligro esta esperada reindustrialización. Uno de los principales problemas es el encarecimiento de los gastos, tanto de transportes como de producción de las materias. A pesar de que la recuperación es vigente y la producción industrial catalana lleva desde abril creciendo, tal como describe Curto: "la escasez de contenedores en el puerto y la mala ubicación y el aumento del gasto de la energía se convierten en obstáculos para la transformación de la industria". Además, también se le puede añadir la falta de producción territorial, lo que supone un atraso en la industria local y poca atracción de inversión extranjera.
Curto: "Relanzar la industria no es un trabajo fácil"
Y precisamente de esta inversión extranjera o más muy dicho la posibilidad de que industria de fuera de Catalunya se instale en el territorio, Albert Civit y Fons, director de INCASÒL, explica que "una de las grandes oportunidades que tiene Catalunya es la buena gestión del suelo, para convertirlos en espacios para dejar que la nueva industria crezca". La sostenibilidad y la digitalización son puntos claves de esta reindustrialización y por lo tanto, se necesitan espacios con las condiciones correctas porque las empresas se puedan transformar: "Tenemos que hacer una autocrítica y trabajar en el encarecimiento de las parcelas y la escasez de suelos, para encontrar la solución", insiste Civit y Fons.
Pero, seguramente el problema principal que podría poner en peligro el ritmo de esta reindustrialización es la centralización. Tal como explica Curto, la necesidad de gestionar ayudas como los fondos Next Generation de manera central podría dejar muchos proyectos territoriales fuera de la carrera por la financiación: "Al final el territorio tendría que tener la potestad de gestionar la financiación dentro de las mismas autonomías, puesto que por proximidad son las que realmente pueden saber donde se tiene que poner el foco". Al fin y al cabo, el Plan Nacional aprobado acaba dando toda la financiación al Estado y las autonomías serán solo gestoras, y esto podría suponer el atraso de algunas iniciativas para mejorar la industria.
Las oportunidades nacen de los problemas
La inversión extranjera se convierte en la primera oportunidad para esta nueva etapa de la industria catalana. Todos los ponentes afirman que la búsqueda de inversión externa y la necesidad de demostrar el atractivo de Catalunya podrían suponer un aumento de este tejido industrial que empieza a resucitar después de la covid-19: "Desde Acció queremos atraer esta industria hacia Catalunya", describe la directora de inversión extranjera de Acció. Pero, puede llegar a ser tan importante la inversión externa como la interna, recuerda el director del INCASÒL, y es por eso que desde el instituto han delimitado diferentes sectores de explotación del suelo para favorecer "la transformación digital y sostenible". Aparte, desde Acció, tal como describe Bofarull tienen planes estratégicos para ayudar a las empresas locales: "La transformación de la industria del territorio es una prioridad para conseguir inversiones extranjeras".
La cifra que recibirá España en los próximos años, según lo que ha acordado la Unión Europea en el reparto de los fondos Next Generation es de 750.000 millones de euros. Pues bien, según Curto, esta jugosa cantidad "tiene mucha capacidad en la teoría, pero poca en la práctica", puesto que en el momento que los fondos pasan a ser potestad del Estado , tal como ella describe "perdemos la visión y opinión de muchos expertos y esto nos podría perjudicar". Aún así, desde la Generalitat se han presentado 27 proyectos para mejorar, transformar y revitalizar la industria, uno de los cuales es el microchip europeo, que podría suponer un antes y uno después en el diseño y producción de sistemas tecnológicos por sectores como el de la automoción.
Los ponentes recuerdan la importancia de Catalunya y como el territorio ha conseguido ganarse un lugar en el ámbito industrial, proclamándose líder -en muchos aspectos- de esta reindustrialización. Siendo conscientes del cambio y la transformación, no tenemos que caer en la trampa de intentar atraer industria extranjera sino contar con la transformación de la catalana, porque tal como concluye Civit y Fons: "Estamos viviendo un cambio positivo que será beneficioso para la inversión extranjera, pero también para la industria tradicional".