En un tono cómodo, así ha pronunciado Josep Oliu su conferencia anual en la sede de la Cambra de Sabadell. El presidente del Banc Sabadell ha aprovechado la fase de introducción para resumir el año 2022, a partir de cinco escenarios: Conflicto en Ucrania, crisis energética, inflación, Covid en China y el tensionamiento de las condiciones financieras.
"Los efectos de la guerra ya forman parte de la realidad", describe Oliu en respuesta al planteamiento de RamonAlberich. El máximo responsable de la corporación empresarial ha aplaudido el hecho que "el 2022 ha ido mucho mejor de lo que se había previsto".
Sin dejar de banda la situación geopolítica, Josep Oliu recuerda como el conflicto "es un volcán todavía existente". El presidente de la entidad bancaria ha tildado "de injusto y absurdo" el impuesto del Gobierno a la banca. También en clave política, el directivo vaticina conflictividad social "cuando vuelva el debate sobre los límites de endeudamiento y gasto", una vez finalizada la etapa más crítica de la pandemia.
Crecimiento y la problemática de los Next Generation
Respecto de las previsiones de crecimiento de la economía española alrededor de la zona euro, Oliu apoya este comportamiento a "una exposición reducida" en Rusia, la resiliencia del mercado laboral o la ausencia de desequilibrios en el mercado inmobiliario.
El análisis del Banc Sabadell se complementa con la fijación de criterios rigurosos a la hora de conceder créditos, la menor sensibilidad de los agentes privados a los tipos de interés y el saneamiento de los balances de hogares y empresas. Ahora bien, Josep Oliu sitúa "las dificultades" de los Next Generation como uno de los principales obstáculos de España.
"La burocracia es un problema", apunta el banquero a la hora de aprovechar las inversiones asociadas a los fondos comunitarios. De cara al 2023, Oliu ha hecho un llamamiento a no desatender los siguientes factores: inestabilidad de la geopolítica global, los acontecimientos climáticos extremos, los ciberataques y la gestión de las pandemias.
El fin de la respiración asistida
En los últimos años, principalmente debido al Covid-19, el debate público "ha sido protagonizado por políticas expansivas". Una vez finalizada la etapa más dura de la pandemia, el presidente del Banc Sabadell prevé que el Banco Central Europeo realizará una retirada progresiva de los mercados de deuda pública.
Oliu ve como las medidas "para parar el golpe se acaban". En este sentido, el Sabadell no ha expresado mucha preocupación, a corto plazo, por los impagos o la morosidad derivada de los créditos ICO de la pandemia. "Gran parte de los implicados tienen un vencimiento a 7-8 años", plantea el banquero.
A pesar de todo, "el crédito no se restringirá y siempre hay un 2-3% de empresas que ya tenían problemas antes de optar por la vía del ICO". Sobre la gestión de la inflación, el presidente de la entidad ve realista una tendencia hacia el 2%, "no hablamos de un descenso inmediato".
Oliu: "Las medidas para parar el golpe se acaban"
La moderación de esta inflación, según Oliu, llegará por varios factores de presión a la baja: adelantos en la gestión de la crisis energética, menores dificultades en las cadenas globales de producción y el tensionamiento de la política monetaria.
El futuro del Banc Sabadell
En los próximos doce meses, gran parte de la actividad del Sabadell pasa por la normalización de los tipos de interés, el control de las incertidumbres geopolíticas y económicas o las medidas de alivio para deudores hipotecarios.
Una hoja de ruta que no aparca los proyectos de futuro vinculados a la transformación tecnológica y digital, la consolidación de un modelo de negocio de excelencia, la rentabilidad por encima del coste del capital y el compromiso con la sostenibilidad.
Más allá del Banc Sabadell, Josep Oliu observa, a corto plazo, que el sector bancario debe andar hacia un reajuste de las fuentes de financiación, reforzar la calidad de los activos, vigilar los impactos reguladores y la presión de los organismos supervisores.