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Sala-y-Martín : "Mucha gente que dice que está parada vive de la economía sumergida"

El economista lamenta la cultura de la picaresca mediterránea y la lentitud del sistema judicial, a la vez que duda de la eficiencia de una política austera como la que aplicó Alemania

Xavier Sala-y-Martín durante la presentación de su último libro titulado 'Es l’hora de los adioses?' en Sant Cugat
Xavier Sala-y-Martín durante la presentación de su último libro titulado 'Es l’hora de los adioses?' en Sant Cugat
Laia Corbella
19 de Febrero de 2015
Act. 19 de Febrero de 2015
Cada día hay titulares con declaraciones de Xavier Sala-y-Martín a los medios, pero el cierto es que a este economista catalán, catedrático de la Universidad de Columbia de Nueva York y asesor del Foro Económico Mundial de Davos, le gusta poco dar entrevistas. "Parece que siempre esté por Cataluña pero ya hace 30 años que resido en los Estados Unidos", matiza. Es una de las voces más escuchadas y seguidas de nuestro país, como demostró el pasado mes de enero con la presentación de su último libro en Sant Cugat del Vallès, donde asistieron más de 400 personas. "Que los economistas seamos uno de los temas más leídos de los medios, indica que hay crisis", lamenta, durante una entrevista con VIAempresa.

"Si durante un partido de fútbol uno se pone derecho para verlo mejor, consigue el objetivo, pero si todos se levantan, se logra el efecto contrario; con el déficit pasa el mismo".
Según los expertos, la receta contra la crisis implica pagar el que debemos de y financiar nuestro crecimiento con qué seamos capaces de producir. Sin embargo, Sala-y-Martín no lo tiene tanto claro: "Hay un debate intelectual serio relacionado con el tema de la austeridad; es verdad que en Alemania le funcionó, pero si todos los países aplican la receta de la austeridad a la vez, entramos en la falacia de la composición. El que funciona por uno, no funciona si lo hacemos todos a la vegada. Es bueno que Grecia por sí sola, reduzca el déficit; pero si todos reducimos el déficit, y todos dejamos de gastar, la demanda agregada baja y creamos una crisis económica que nos genera un déficit todavía más gordo. Acabaríamos todos derechos y sin ver bien el partido de fútbol".

"Si un ciudadano no paga una habitación de hotel, se queda sin alojamiento; por qué hay empresas y administraciones que no pagan cuando tienen el servicio?"
Sala-y-Martín es de los que cree que si el problema no está muy definido, no se puede arreglar. El 2014 ha sido un año lleno de medidas contra la morosidad; el impago de las facturas es uno de los principales problemas de las empresas y el objetivo de pagar a 30 días no se ha cumplido. "En los Estados Unidos, si no pagas, no tienes el servicio; ni a 60 ni a 30 días, tienes que pagar cuando toca. Hay grandes empresas que juegan con estos 90 días de margen para hacer negocio financiero; en estos casos, el gran negocio no son los productos o servicios que venden, sino el negocio que hacen estas compañías con tu dinero durante estos 90 días", critica el catedrático, que añade que "es una mala costumbre de nuestro país, no es una costumbre universal".

"En Núñez ha ido ahora a la prisión por un delito del año 91!"
Según Sala-y-Martín, el otro inconveniente es el régimen sancionador. "Otra parte del sistema que funciona con retrasos inaceptables es el sistema judicial. Si cuando alguien hace un entuerto y lo traen a los tribunales no se resuelve el caso hasta pasados 15 años, aquella empresa quizás ya ha cerrado!". De hecho, informes realizados por el Foro Económico Mundial, destacan "las regulaciones estúpidas y arbitrarias, y la carencia de seriedad a la hora de pagar e impartir justicia, como los principales males de la economía española", argumenta el catedrático.

"A Columbia, el estudiante que copia lo echan de la universidad; aquí vivimos inmersos en la picaresca mediterránea"
Con una tasa de paro superior al 23% se hace difícil entender como España no ha llegado a la situación de Grecia. "Una posible explicación es que en realidad es falso, que mucha gente que dice que está parada en realidad vive de la economía sumergida", explica Sala-y-Martín. Según el profesor, otro argumento es que "aquí la gente es capaz de sobrevivir sin trabajar porque tiene familia. Las unidades familiares son mucho más fuertes al sur de Europa y esto permite que se puedan soportar situaciones que en otros países no se soportarían. Grecia, España e Italia tienen en común estos dos fenómenos: una economía sumergida muy fuerte y unos vínculos familiares muy potentes".

"En Messi sólo necesita hacer un gol para satisfacer a 400 millones de personas"
Quién sea capaz de inventar una actividad que produzca un bien no rival tiene más posibilidades de triunfar al mercado, por la sencilla razón que esta podrá ser consumida por más de una persona a la vez. "Si yo consumo una manzana, ya no la puede comer nadie más; en cambio de un gol de Messipuedo disfrutar yo y 20 millones de personas más", ejemplifica el profesor. Es la belleza de los bienes rivales, en un mundo globalizado, con un mercado de más de 7.000 millones de personas. "Para dar placer a 200 millones de personas con un café, tienes que hacer 200 millones de cafés… Conclusión? Los niños tienen todos los incentivos del mundo para querer ser futbolistas y no querer servir cafés".

"En el mundo del entretenimiento global, ampliar la escalera es gratis, ahora bien ganar dinero en un mundo donde nadie quiere pagar es complicado"
Ahora bien, cuál es el modelo de negocio de estas actividades? "El problema no es que cueste pagar por estos servicios, es que cada vez más, sobre todo la generación Millennials, se han acostumbrado a tenerlo todo gratis, por lo tanto, quien hace negocio es quien es capaz de cobrar por el servicio, sin que pague el consumidor final". Este es el caso de Google: "El gran invento del gigante norteamericano no es el buscador, ni siquiera es el algoritmo que utiliza Google para determinar la posición de una página web a la hora de hacer una consulta; es haber encontrado la manera de cobrar a las empresas sin que paguen los usuarios".

Según Sala-y-Martín, estamos en un cambio radical de paradigma donde hay sectores enteros que encara no se han adaptado. "Los hoteles son un ejemplo. Antes tenían unos canales de comunicación unidireccionales, ahora el consumidor se refia más de las evaluaciones y opiniones de los otros clientes que no de la web oficial".