La Cambra de Comerç de Barcelona ha actualizado los Indicadores de Progreso y Bienestar (IPB Cambra) y los ha ampliado en ámbitos clave que determinan el bienestar de la ciudadanía: la sostenibilidad social y ambiental. Entre las principales conclusiones, destacan que "el modelo de crecimiento económico de Catalunya con una mirada de largo plazo es insuficiente, volátil y escasamente vinculado a mejoras de la productividad". En términos absolutos, el PIB per cápita real en Catalunya en el primer trimestre de 2023 se encuentra estancado en niveles de 2007, si bien cabe matizar que este periodo está "fuertemente condicionado por el impacto de la crisis inmobiliaria y de la covid-19 sobre la actividad económica".
Entre los retos estructurales de la economía catalana, la presidenta de la Cambra de Barcelona, Mònica Roca, destaca el avance de la productividad, con una tendencia divergente respecto al núcleo europeo desde la crisis inmobiliaria. Roca tiene claro que "la consolidación de esta tendencia divergente entre la evolución de los salarios y la productividad en el medio plazo supone un riesgo creciente para la sostenibilidad del modelo de prosperidad económica y social de Catalunya". El salario real medio de Catalunya del primer trimestre de 2023 está estancado en niveles de 2004, aunque la productividad del trabajo sí ha aumentado en este periodo.
Roca (Cambra de Barcelona): "El modelo de crecimiento económico de Catalunya con una mirada de largo plazo es insuficiente, volátil y escasamente vinculado a mejoras de la productividad"
También avisan de que "Catalunya no está haciendo los deberes en materia de energías renovables, y la distancia con Europa y el resto del Estado es cada vez más significativa". De hecho, en 2022 Catalunya sólo representó el 5,2% del stock de potencia eléctrica renovable del conjunto del Estado, una cifra muy inferior a su contribución económica al PIB español ya su peso demográfico. Roca remarca: "los resultados nos dejan una lección sobre las ayudas durante la pandemia: hay que ser más quirúrgico en su distribución y no dejar de lado los segmentos más desfavorecidos tanto sociales como empresariales."
Por último, el impacto de la covid-19 y la crisis energética presionan al alza los niveles de pobreza en Catalunya a pesar de la aprobación de medidas fiscales extraordinarias. "El crecimiento de la pobreza nos preocupa: han aumentado de un 12% a un 18% los hogares que no pueden hacer frente a las necesidades básicas", concluyen.