El mercado del alquiler continúa siendo un tema de gran interés porque la brecha entre los salarios y los precios de la vivienda se ensancha cada vez más. En Catalunya, el precio por metro cuadrado de una vivienda de alquiler se encareció un 6,1% y los salarios cayeron un 1,1% en 2022, según el estudio Relación de salarios y el alquiler de vivienda basado en los precios medios de la vivienda en alquiler del Índice Inmobiliario Fotocasa y los datos de los sueldos medios de las ofertas de empleo de la plataforma InfoJobs.
Mirando la evolución de los salarios y del precio de la vivienda desde 2012 vemos que en estos 10 años los sueldos se han incrementado un 2,9% (4,3% en los últimos 5 años) mientras que el precio de la vivienda en alquiler ha subido un 68,3% (20,4% en los últimos 5 años).
María Matos, directora de estudios y portavoz de Fotocasa: "Estamos ante los precios de arrendamiento más altos de la historia, causados por una reducción del volumen de viviendas en alquiler muy brusca que ha derivado en la situación de mínimos de stock"
“El precio del alquiler se ha ido encareciendo a un ritmo frenético en la última década. Tras la recuperación de la crisis económica en 2014, la vivienda en alquiler se fomentó como principal opción habitacional de los ciudadanos, lo que provocó que la demanda fuese incrementándose frente a una oferta muy escasa", apunta María Matos, directora de estudios y portavoz de Fotocasa quién añade que "en estos momentos, estamos ante los precios de arrendamiento más altos de la historia, causados por una reducción del volumen de viviendas en alquiler muy brusca que ha derivado en la situación de mínimos de stock. Mientras el coste del alquiler crece, los salarios no lo hacen al mismo ritmo, lo que obliga a los ciudadanos a realizar un 43% de esfuerzo salarial para pagar su alquiler. Una situación que complica, cada vez más, el acceso a la vivienda".
Por su parte, Mónica Pérez, directora de comunicación y estudios de InfoJobs apunta que "durante los últimos 10 años el salario medio ha crecido lentamente después de la recesión económica del periodo 2008-2013, con un comportamiento similar al del resto de la Unión Europea. Sin embargo, estamos lejos de las retribuciones de países como Alemania o Francia y los trabajadores han sido los más afectados por la pérdida de poder adquisitivo".