Andorra tiene un grave problema y se llama vivienda. Si para los catalanes es prácticamente imposible encontrar una reserva asequible en un hotel o apartamento durante las vacaciones de Navidad en el país de los Pirineos, para los andorranos es una auténtica odisea conseguir un alquiler a un precio razonable en la capital andorrana o en el resto de la nación. En esta ocasión, más de 2.500 andorranos se han manifestado por las principales calles comerciales de Andorra la Vella durante el puente de la Purísima, ante la sorpresa de muchos turistas. La principal reivindicación: "¡Ya basta! Vivienda digna". Otros gritos que han hecho saltar todas las alarmas: "A la Seu d'Urgell te vas tú" o "Especuladores, fuera del país". Ahora bien, ¿cómo se ha llegado a este desbarajuste inmobiliario difícil de solucionar?
En primer lugar, acceder a una vivienda se ha convertido en una pesadilla para una buena parte de los andorranos. Un "boom inmobiliario" ha disparado los precios en un país de tan solo 84.000 habitantes, que algunos califican en las diversas manifestaciones de este año y en las redes sociales de "epidemia inmobiliaria". Según las cifras oficiales del sector, el precio de venta de inmuebles no ha dejado de aumentar: de hecho, desde el último trimestre del 2022 hasta el primero del 2023 se incrementó un 12,8%. Como contrapartida, se trata de un país que construye mucho, pero con poca oferta de alquiler a pesar de que el 70% de los andorranos viven en esta modalidad. Para entender el aumento de precios, con fenómenos similares a las principales capitales europeas o a Barcelona, hay que destacar que muchos de ellos hace años pagaban 700 euros mensuales de media por un piso y ahora, sin ninguna reforma, superan con creces los 1.200 euros. Y atención: el salario medio andorrano es de 1.939 euros mensuales, que, en caso de optar por vivir solo, resulta insuficiente para asumir la renta del alquiler.
Un problema que "se arrastra" a lo largo de los años
La subida de precios no es nueva para el gobierno andorrano, y de hecho, Conxita Marsol, ministra de Presidencia y de Vivienda del Gobierno de Andorra, tiene claro que tomaron una buena medida en el 2019 al congelar los precios del alquiler. Una medida que todavía está en vigor. Sin embargo, hay una brecha en la norma que está permitiendo a los propietarios desalojar a los inquilinos. Así, aquellos inmuebles que se acredite que deben ser reformados "se podrán desocupar". Como consecuencia, varios economistas del país tienen claro que todo "tiene que ver con unos salarios que no crecen, una economía focalizada en el sector servicios, poca oferta de pisos en alquiler y construcciones de obra nueva orientadas a los turistas o extranjeros, con un poder adquisitivo a años luz de los autóctonos".
El encarecimiento acumulado de la vivienda durante el último año se acerca al 20%, víctima de entradas de inversión inmobiliaria extranjera que ascienden a los 1.000 millones en los últimos seis años
El Departamento de Estadística de Andorra ha presentado un estudio que sitúa el precio medio de los alquileres de apartamentos entre 580 y 800 euros, cifra inferior a la de los pisos y las casas. El informe también indica que el precio medio de venta por metro cuadrado es de 2.050 euros para las viviendas plurifamiliares y de 2.280 euros para las viviendas unifamiliares. También destacan que el coste mínimo de vida en Andorra para un nivel de vida "aceptable está entre 1.200 y 1.400 euros al mes para una persona sola". Concluyen que "el gasto más elevado del presupuesto es el coste del alquiler"
El golpe de efecto: Andorra prohíbe comprar casas a extranjeros
La población de Andorra, atraída en parte por los beneficios fiscales del país, ha aumentado a un ritmo frenético en los últimos años, pasando de 70.000 a 85.000 habitantes. Ha causado un gran revuelo el efecto llamada de los youtubers más famosos del momento. Sin embargo, ¿cuántos youtubers se han mudado realmente a Andorra? Según señala Andbus, tienen registrados en el país a menos de 100 influencers, aunque sus mudanzas han sido muy mediáticas al decidir instalarse en el país pirenaico en grandes viviendas para ahorrar impuestos, pero también por seguridad. Entre los nombres más conocidos destacan Patry Jordán, El Rubius, Willyrex, Vegetta, Auronplay y Wall Street Wolverine.
El dinero recaudado por los diversos tributos que se ha planteado se destinará en parte a la creación de un parque de vivienda pública de alquiler
Influencers y youtubers a parte, desde el gobierno andorrano cuentan con informes que destacan que el encarecimiento de la vivienda acumulado en el último año se acerca al 20%, víctima de entradas de inversión inmobiliaria extranjera que alcanzan los 1.000 millones en los últimos seis años. Por este motivo, durante septiembre del 2023 el gobierno andorrano decidió hacer “un golpe de efecto” y prohibir a los extranjeros comprar una vivienda.
Según explica en un comunicado el Gobierno de Andorra, esta moratoria es el "paso previo necesario durante este otoño para el establecimiento de un tributo sobre la inversión extranjera en inmuebles", por lo que se mantendrá hasta que se diseñe una ley que apruebe un impuesto a la compra de viviendas por parte de extranjeros, un impuesto que podría llegar a alcanzar el 10%.
Los fondos recaudados por los diversos tributos que se han planteado se destinarán en parte a la creación de un parque de vivienda pública en alquiler, a la creación de infraestructuras y algunos programas de diversificación económica, ya que la construcción es una de las actividades más desarrolladas en el país andorrano.
En estos momentos, Andorra sigue los pasos de Canadá, donde el gobierno prohibió la compra a todos los extranjeros que no residieran en el país. El presidente canadiense, Justin Trudeau, explicó a principios del 2023 que en los últimos meses se habían producido numerosas operaciones de especulación en manos de corporaciones e inversores extranjeros que habían generado un problema de falta de vivienda y precios disparados.
Muchas de estas ventas no se podrían vetar en Catalunya porque sus ciudadanos pertenecen a países integrados en la Unión Europea
En cuanto a la posibilidad de implantar una medida similar en Catalunya, las Islas Baleares o en el resto de España, como sugirió hace meses Podemos, es necesario tener en cuenta una diferencia de base: Andorra no pertenece a la Unión Europea. De hecho, en el 2022, los extranjeros compraron ya casi dos de cada 10 viviendas en nuestro país (18,7%), según los datos de Euroval, por encima de los años previos a la pandemia. Muchas de estas ventas no podrían vetarse porque sus ciudadanos pertenecen a países integrados en la Unión Europea. Sin embargo, los principales compradores extranjeros, los británicos, están ya fuera del espacio europeo.
En el caso andorrano cabe destacar que el alcance de la prohibición de comprar viviendas a extranjeros "es limitado", porque sólo afecta a aquellos que no viven en el territorio y, por lo tanto, no impacta a los extranjeros residentes.
¿Un posible efecto rebote en la Seu d'Urgell?
A punto de alcanzar los 13.000 habitantes, la Seu d'Urgell ha sido considerada por la Generalitat de Catalunya como una zona con un mercado de viviendas tenso y sin capacidad para crecer más. Si bien la llegada de nuevos funcionarios y Mossos d'Esquadra se ha notado en el municipio, según explica el alcalde Joan Barrera a los medios, "la presión de Andorra es una de las causas principales". Y lo plasma de manera clara: "Tenemos la vivienda cada vez más cara, mientras la economía andorrana crece como una locomotora".
El alquiler más barato en la Seu d'Urgell ronda ahora los 700 euros, cuando hace unos meses estaba en 500
Y unas declaraciones de Barrera que no dejan indiferente: "Andorra puede hacer lo que quiera, pero estas dinámicas de youtubers o segundas residencias nos acaban afectando". En estos momentos, el alquiler más barato en la capital del Alt Urgell ronda ahora los 700 euros, cuando hace unos meses estaba en 500. Y una estadística que lo une todo: uno de cada tres habitantes del Alt Urgell trabaja en Andorra. De hecho, algunas de las agencias inmobiliarias de la Seu d'Urgell ya se ven obligadas a buscar pisos para los clientes en pueblos pequeños de los alrededores, hasta en una veintena de kilómetros, porque en la ciudad vecina ya no hay disponibles.
Otras zonas similares de los Pirineos, como la Cerdanya o el Pallars, que se han convertido en unas comarcas "invisibilizadas", que lideran la economía catalana, tienen problemas para conseguir un alquiler digno para los más jóvenes, y muchos de ellos se ven forzados a mudarse a Berga o comarcas cercanas.
Un problema de la vivienda que se traslada a las principales ciudades europeas, a las zonas más turísticas de cada país y que desde hace años tiene un nuevo afectado: Andorra. Un despertar del país de los Pirineos, tradicionalmente más conservador que sus vecinos, que ve en la defensa de la despenalización del aborto —cabe recordar que está prohibido por ley—, y las protestas por una vivienda digna, la bienvenida a unas manifestaciones históricas. El tiempo dirá si se revierte la situación.