Como cada año, para estrenar el verano, llega San Juan, una noche de celebración, de familia, de amigos y, sobre todo, de petardos. La noche del 23 de junio es una noche de mucha traca que, especialmente a raíz de la pandemia, ha supuesto un punto de encuentro para muchas familias catalanas en una de las noches más especiales del año.
"La sociedad, en general, cuando hay una crisis o una época de momentos difíciles, busca un refugio para tener una alegría" explica a VIA EmpresaJordi Brau, secretario de la Asociación de Comerciantes de Fuegos Artificiales de España (ACFAE), quien añade que "San Juan es una celebración muy especial que coincide en una buena época y es muy familiar, por este motivo la gente siempre hace un esfuerzo".
Brau: "La sociedad, en general, cuando hay una crisis o una época de momentos difíciles, busca un refugio para tener una alegría"
Este año se prevé que estos esfuerzos por parte de las familias catalanas se traduzcan en la recuperación de las cifras prepandèmia del sector pirotécnico catalán que, en un comunicado publicado este jueves, asegura que la facturación será de 17 millones de euros. Para lograr esta cifra se instalarán más de 1.000 puntos de venta y se efectuarán más de 3.000 contrataciones de personal.
El alza de la facturación está impulsado principalmente por la inflación de los costes, tasas e impuestos. Aun así, desde la asociación se estima que los ciudadanos hagan un gasto medio de unos 40 euros en pirotecnia para festejar esta verbena de San Juan.
Cada año, el gasto en estos productos está más orientado a un público familiar. En esta línea, el consumo de cohetes cada año se ve reducido en favor del consumo de baterías, que son pequeños espectáculos pirotécnicos de efectos multicolores donde el efecto está más controlado y la forma de uso es muy sencilla. "Los productos que más éxito tienen aquí en Catalunya son la bombeta y la fuente, dos productos tradicionales", apunta Brau, quien detalla que "aproximadamente, la facturación de cohetes puede rondar sobre el 5%, ante el 15 o 20% en el cual se encuentran las bombetes y las bengalas, o las fuentes".
En comparación a las últimas verbenas, puede dar la sensación que el consumo de pirotécnica ha sido menor durante los últimos años, pero realmente no es así: "Simplemente, se han producido cambios de consumo, y los productos enfocados a un público más bien infantil, evidentemente, hacen menos ruido". En este sentido, Brau considera que sí que puede existir un San Juan más seguro y, de hecho, los indicadores de incidentes del año pasado fueron "prácticamente cero, en no haber casi nadie hospitalizado".
Brau: "La facturación de cohetes puede rondar sobre el 5%, ante el 15 o 20% en el cual se encuentran las bombetes y las bengalas, o las fuentes"
Además de la toma de conciencia por parte de la sociedad a la hora de celebrar una noche respetuosa con el entorno, "la administración realiza muchos controles de mercado y controla cualquier tipo de desviación, por este motivo se trata de un sector muy regulado donde la estabilidad del producto es uno de los criterios más importantes".
Brau explica que este año se hará todavía más énfasis en la importancia de hacer un buen uso de los petardos, especialmente en las zonas verdes y en las zonas secas: "No se tiene que pensar únicamente en los bosques, también en los parques que debido a la sequía no se han podido regar igual que otros años".
Si hay algo que tiene que explotar en la próxima noche del 23 de junio es, sin duda, el buen ambiente que genera una tradición como es San Juan. Eso sí, tal y como recomiendan desde la ACFAE, teniendo en cuenta que por delante de esta celebración está nuestro planeta. Por suerte, a pesar de las crisis, restricciones y el especial cuidado que debemos de tener en el contexto actual, es posible celebrar una noche memorable.