La pandemia cogió por sorpresa a una Europa que todavía respondía a la definición canónica del que fuera ministro de Exteriores –y también de Finanzas– de Bélgica durante toda la década de los 80 Mark Eyskens. Europa, decía el economista, ha sido desde su fundación un "gigante económico, un enano político y un gusano militar". La falta de integración legislativa y ejecutiva, la limitada unión monetaria que aún no es bancaria y la ausencia de herramientas de defensa comunes de los 27 son factores de debilidad de la región del mundo que más PIB concentra respecto a la reducida población y recursos con que cuenta. Los pasos que se dieron para acercar a los países miembros de la federación –con los fondos NGEU y la mutualització de la deuda en el centro de la revuelta– no fueron lo bastante rápidos para solidificar la construcción europea antes de la invasión de Ucrania –un conflicto, afirma Javier Faus, "con el potencial para cambiarlo todo".
"Una Europa soberana y solvente es una esperanza por toda la humanidad", comanda Faus, que erige la Unión en defensor y garante de la estabilidad de las "atacadas" democracias liberales en todo el mundo. En la misma línea, la presidenta de la Comisión Europea Ursula von der Leyen, sucesora de Mario Draghi en la recepción del galardón a la construcción europea del Círculo, afirma que "todo lo que Europa ha hecho las últimas semanas ha sido por nuestras democracias, para rechazar las imposiciones autócratas". La guerra en Ucrania, según la presidenta, no es solo un "intento de borrar al pueblo ucraniano", sino también una "tentativa para romper la arquitectura de seguridad" europea, provocar un "cambio tectónico mundial" en las relaciones internacionales. El desarrollo de Europa como "unidad geopolítica", reclama el ministro de Exteriores José Manuel Albares, es así una palanca para preservar, aquí y en todas partes, "sociedades libres, justas, equitativas y resilientes" como las que la Unión reclama para sí misma.
Von der Leyen: "No existe mejor ejemplo que Catalunya del cambio que queremos acometer en Europa"
El presidente del Gobierno central, Pedro Sánchez, encargado de la clausura de las jornadas, ha reivindicado Europa como "nuestra nueva patria", un espacio de convivencia que se añade a las identidades española y catalana. Las políticas del mismo gobierno, así como los acuerdos a los que se ha llegado en el seno de las instituciones comunitarias, han tenido siempre el objetivo, según el jefe del ejecutivo, de "fortalecer nuestro proyecto común, que es el proyecto europeo". Tanto es así, de hecho, que Sánchez ha alabado la capacidad de los pactos comunitarios por la recuperación después de la pandemia, así como el posicionamiento conjunto de los 27 frente a la invasión de Ucrania, por su potencial para permanecer activos más allá de las "turbulencias" de que sufren las economías de la región. "Al final, lo que perdurará será Europa", razona el presidente.
La apuesta por el marco europeo que defienden los ponientes, así, es la de un efecto multiplicador de potecialitats. "La UE es mucho más que una suma de Estados", cree Faus, que reclama un avance que mantenga "la diversidad mientras estamos cada vez más unidos". Los ejes que han recorrido la Reunión –que, de hecho, marcan las ponencias económicas en el país desde el inicio de la crisis sanitaria– la transformación digital y la transición ecológica, son consustanciales a la construcción del proyecto europeo, comparten los hablantes. Von der Leyen, en esta línea, ha alabado la capacidad de Catalunya para convertirse en parte esencial de la maquinaria que transformará el continente. El país, gracias en buena parte a los Fondos NGEU, puede ser "uno de los centros mundiales" de las nuevas energías, en especial el hidrógeno. "No existe mejor ejemplo del cambio que queremos acometer en Europa", felicita la presidenta.
Un polo europeo
El titular de Unión Europea y Relaciones Internacionales devuelve a un concepto que Anthony Gardner ya ha sugerido durante el mismo Cercle; la de "el efecto Bruselas", una cierta capacidad de la Unión Europea para devenir estándar en cuanto a los valores y los pilares que guían la construcción de políticas públicas y gestión económica. Albares, así, reclama amplificar "la voz de Europa", un discurso y unos valores que lleguen más allá de sus mismas fronteras. Aún así, reconoce que, frente al libre mercado que proclama en el mundo la Unión, "el proteccionismo se ha visto reforzado en nuestros tiempos" –una tendencia económica que avanza en paralelo con "el fin de la hegemonía exclusiva de Occidente" que identifica Faus. Albares considera indispensables mecanismos de protección de la ciudadanía y los valores europeos con "mecanismos de defensa militar, política y económica", especialmente en un mundo en el que "la geopolítica está presente en todas las demandas". Una Europa autónoma tiene que ser consciente de su posición ineludible –y, por lo tanto, de su papel– dentro del sistema-mundo; y actuar para aplicar su influencia.
La autonomía europea, para Sánchez, tiene factores muy diversos. La capacidad de la Unión de establecerse como un actor de influencia global pasa precisamente por no ser subalterna de las decisiones de terceros actores, y la energía ha emergido como el principal factor de esta independencia. Uno de los retos de la Unión, en este sentido, es el de "rechazar que se usen los recursos como herramientas de influencia política", en concreto el chantaje ruso por el gas que ha recorrido el conjunto de las ponencias de las jornadas, y que la misma Von der Leyen ha querido condenar. En este sentido, el cabo del ejecutivo ha ofrecido el Estado español cómo uno de los puntals de la transformación que hará Europa soberana en sus usos energéticos. Así, "España quiere ser un hub de producción de hidrógeno verde" en favor de la transición ecológica de Europa.
Albares: "El proteccionismo se ha visto reforzado en nuestros tiempos, y es un problema para la democracia"
La construcción europea como "actor geopolítico", según la presidenta de la Comisión, "ha llegado para quedarse". El primer ejemplo de la distribución global de los valores y potencias de la Unión, argumenta Von der Leyen, es la vacuna contra la Covid de Pfizer. "No es casualidad que la primera vacuna segura y eficaz se desarrollara en Europa", razona la premiada, en cuanto que "la ciencia florece en democracia". Ha puesto en la palestra, además, el carácter abierto e internacional que han mantenido tanto los países como los órganos de gobierno europeos durante los años de crisis. "Hemos logrado todo lo que hemos logrado mientras nos hemos mantinguy abiertos en el mundo", afirma, reivindicando una expansión internacional que esté basada en relaciones amistosas y equitativas entre los países afectados. Sánchez comparte esta consideración, arreciando que "la autonomía estratégica es compatible con el multilateralismo, la cooperación y el libre comercio", enfrente la apuesta hegemónica por el proteccionismo y la exclusión que identifica fuera de las fronteras europeas. "Nosotros decidimos solidaridad; esta es el Europa que queremos mantener", añade Von der Leyen.
La recuperación como estrategia comunitaria
El presidente del
La situación en que ha quedado la economía española en la conjunción de dos de las grandes crisis internacionales del siglo ha enturbiado la hoja de ruta económica del Gobierno. "El camino tiene turbulencias, muchas, y parecen tan intensas que acaparan toda nuestra atención". Sánchez ha apuntado principalmente a la espiral inflacionaria, la crisis energética y el retraso de las previsiones de crecimiento tanto de las administraciones como de los organismos internacionales como fuentes de esta inestabilidad. La crisis que afecta al Estado español, además, tiene efectos en varias oleadas, en cuanto que sus orígenes no están "solo en un conflicto europeo; también tienen el potencial de generar crisis económicas globales"; desde la misma energía a las carencias de alimentos que ya sufren "países no muy lejanos a la mediterránea". La acentuada desigualdad o el aumento de la pobreza infantil durante la pandemia se añaden a estos retos, la resolución de los cuales Sánchez entoma con "razonable optimismo".
Sánchez: "El Plan de Recuperación no solo incluye inversiones, sino que aborda problemas estructurales"
El presidente del Gobierno basa estas buenas previsiones en la identificación de unos materiales sólidos en los cimientos de la economía española que sale de la pandemia. Ante las reclamaciones de recortes en el estado del bienestar, de un pacto de rentas centrado en los márgenes empresariales o del rechazo a las últimas legislaciones laborales, Sánchez critica la idea que afirma que "la mejor política social es la ocupación". El objetivo del Estado español es, en sus palabras, "una combinación de estado social y trabajo de calidad" que rehuya de consideraciones que quieran "amputar" los derechos del mundo del trabajo. "No existe dilema que fuerce a elegir entre más ocupación u ocupación digna; ni disyuntiva entre trabajo y políticas sociales", subraya Sánchez, contra el criterio de muchos de los representantes empresariales que han pasado por el Hotel W durante esta Reunión del Cercle.
La principal herramienta, comparte con Faus, para concretar la recuperación e implementar las transformaciones estructurales que pide la salida de las crisis presentes, es el Plan de Recuperación; un mecanismo que "no solo incluye inversiones, sino que aborda problemas estructurales". Sánchez, en este sentido, ha apuntado a la reducción de la precariedad laboral que se ha logrado gracias a los varios acuerdos con los agentes sociales, especialmente los sindicatos. Las reformas de futuro se encaran a la resolución de un histórico retraso en términos de inversión científica, el aumento del tamaño de las pymes del país o la apuesta por una educación que dirija las necesidades formativas del nuevo mercado de trabajo. Los fondos Next Generation EU, como indicaba la misma Von der Leyen, serán clave para llegar al objetivo final; y consolidan el "rol central" de España en el andamio europeo. "En España, la crisis fue de tal magnitud que solo la Unión podía responder a sus necesidades", recuerda la presidenta de la CE, que identifica aquel acuerdo cómo el "verdadero momento de Europa".