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Sandía, fruta de km 0 contra el calor

A pesar de que Almería es la zona principal de cultivo de este producto de verano, Tarragona y el País Valencià ofrecen producto de proximidad

Tarragona produce el 87% de la sandía que se cultiva en el territorio catalán | Pixabay
Tarragona produce el 87% de la sandía que se cultiva en el territorio catalán | Pixabay
Barcelona
26 de Junio de 2019

Cuando llega el calor, la sandía es una de las frutas predilectas. Sólo tiene un pequeño inconveniente: a veces, entrarla en la nevera es misión imposible! Se trata de una fruta compuesta en más de un 90% de agua, por apetece tanto durante el verano, y la podemos encontrar bajo el nombre de sandía, albudeca o bien sandía, de moro o de rojo, según la zona. Su origen, teorizan los expertos, es la zona tropical y subtropical de la África, pero su cultivo se ha extendido en todo el mundo. En Catalunya, también, por eso podemos consumir sandía de km 0.

 

A pesar de que en el mercado se encuentran una gran cantidad de variedades, el consumidor habitual diferenciaba dos tipos hasta hace poco: la de color verde oscuro y la tachada. Más recientemente se ha sumado la que no tiene pepitas, creada especialmente por la comodidad de comer los cortes de sandía sin tener que sacarlas. Según la variedad, su color interior puede tender de amarillento a rojo intenso, e ir de los 2 kg superar los 9 kg de peso.

Tarragona, cuna de la sandía catalana

En producción de sandía, el Estado español vuelve a hacer gala de su título de ser la huerta del continente. Aglutina el 34,61% del total con 1.113,19 miles de kg y un 72,05% más que Grecia, en segundo lugar con 647 miles de kg, según los datos de la Organización de las Nacionales Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) correspondientes al 2017. Italia ocupa el tercer lugar con 570,76 miles de kg.

 

El Estado español lidera la producción de sandía en Europa con el 34,61% del volumen total

Ahora bien, hay que salir del continente europeo para encontrar el principal productor mundial de sandías: China. El país asiático supera los 79.000 miles de kilos, es decir, más del 67% del volumen mundial, muy por encima de los cerca de 4.000 miles de Turquía e Irán.

A pesar del peso español en el mercado, el Principat no tiene un papel destacado en el cultivo de este fruto en forma de pelota. A lo largo del 2018, tal como apuntan los datos más recientes del Departamento de Agricultura, Ganadería (DARP) y Pesca, se dedicaron 266 hectáreas al cultivo de este fruto, una superficie que dio 7.836 toneladas de producto. Tarragona es la demarcación más productiva: 6.870 toneladas, lo que representa el 87% del total. En cambio, Barcelona, Girona y Lleida se reparten de manera equitativa el 13% restante.

Tarragona produce el 87% de la sandía que se cultiva en el territorio catalán

En el conjunto del territorio español, Andalucía lidera el sector con 659 toneladas de sandía, seguida de Murcia con 222 toneladas, Castilla-La Mancha con 113 toneladas y el País Valencià con 75 toneladas, según la FAO.

Fashion, la sandía de casa

Los catalanes pagamos una media de 0,81 euros por cada kg de sandía que comimos el 2017, 6 céntimos por debajo del precio pagado el 2016. Tal como apuntan los datos más recientes del DARP, hace dos veranos consumimos 8,53 kg per cápita, con un gasto de 6,92 euros.

Mayoritariamente, y a diferencia otros productos como pasa con los frutos secos, las grandes superficies distribuyen producto español y no extranjero. Almería es, en el caso de Carrefour, Mercadona, Lidl o Bon Preu, el origen del producto que venden a los consumidores.

Podemos comprar sandía catalana, valenciana o de las Baleares si buscamos la Fashion

También se pueden encontrar sandías catalanas, sobre todo si se busca la marca Fashion. La comercializa la empresa AFG, formada por un total de 16 compañías que cultivan sandía sin pepitas a lo largo del litoral mediterráneo. Esto incluye Almería, Granada, Murcia, Alicante, Valencia, Castelló, Tarragona y las Baleares.

Otra opción, como siempre, es ir a buscar la fruta directamente en el labrador o a los mercados, pero previamente habrá que identificar las principales zonas productoras y encontrar los proveedores adecuados.