El límulo o cangrejo americano de herradura contiene uno de los componentes más apreciados del mundo de la medicina. Su sangre azul, como la de la realeza, se usa para asegurar que fármacos, medicamentos y vacunas no están infectados ni contaminados con endotoxinas, que son muy peligrosas y pueden llegar a matar. Un litro de sangre de límulo se puede pagar a 15.000 dólares. ¿Por qué es tan cara y quien compra su sangre?
El límulo, cazuela del Atlántico, o cazuela de las Molucas (Limulus polyphemus), a pesar de su aspecto de cangrejo, es una especie de animal más próximo a los arácnidos que a los crustáceos. Vive en el mar, en las costas atlánticas de Norteamérica hasta el golfo de México.
Un litro de sangre de límulo se puede pagar a 15.000 dólares
En los años cincuenta un investigador norteamericano que estudiaba su sistema circulatorio descubrió que su sangre tenía unas células que atacan ciertas bacterias encapsulándolas en un gel viscoso que impedía que se infectaran. Esta particularidad hizo que se empleara la sangre de límulo en medicina para saber si un fármaco está contaminado.
En los años setenta el lisado de amebócitos de límulo (LAL) ya se usaba en todo los Estados Unidos. Antes, los científicos inyectaban vacunas en conejos y esperaban a ver las reacciones. Pero colocando una cantidad minúscula en un dispositivo médico o vacuna, el LAL capturará todo tipo de bacteria en una cápsula de gelatina. Si bien no las mata, el sello es una alarma contraincendios que nos alerta sobre la presencia de algo que podría convertirse en una infección letal y evita la propagación.
Con el crecimiento de la industria farmacéutica, el uso de la sangre de estos animales ha ido en aumento. Si bien hace unos años se consiguió crear una sustancia sintética que puede suplir la sangre de este el animal, el llamado factor recombinante C o rFC, solo 60 países en todo el mundo la usan.
Cada año las farmacéuticas capturan más de 600.000 límulos para extraerles la sangre. Se les drena el 30% de la sangre y después son devueltos al mar. Pero los conservacionistas calculan que entre un 15% y un 30% no sobreviven. Como consecuencia, este animal se encuentra clasificado como vulnerable en la Lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN). Calculan que la población de este animal podría continuar cayendo hasta un 30% durante los próximos 40 años.
Cada año las farmacéuticas capturan más de 600.000 límulos para extraerles la sangre
Pero si hay una alternativa que funciona, ¿por qué no la usan? Aquí entran en juego muchos intereses y la industria farmacéutica es muy poderosa.
En plena pandemia del covid-19, con la demanda de la sangre de límulo por las nubes por el desarrollo de la nueva vacuna, los conservacionistas esperaban que el ente regulador de los medicamentos en los Estados Unidos aprobara el rFC.
Pero esta organización, la Food and Drug Administration (FDA) de los EE.UU., anunció que todavía había que estudiar con bastante más profundidad la prueba alternativa. Representantes de la farmacopea norteamericana afirman que disponen de treinta años de datos de la prueba utilizada tradicionalmente y tan solo dos años de la alternativa y que, por lo tanto, necesitan más información.
Está claro que no todo el mundo quiere que esta sustancia sustituya la que le da muchos beneficios. La FDA admite las pruebas con rFC, pero con unas condiciones que no la hacen competitiva si la comparamos con el LAL.
El rFC podría salvar el límulo. Si estos animales no se están recuperando a la velocidad que deberían, la vida de muchos conejos puede estar en peligro. Y la de algunos norteamericanos huraños que no aceptan el rFC también.