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Sanidad: la imperiosa necesidad del copago

En la próxima ola de ayudas que tendremos que recibir de la UE es muy probable que se exija a España la implantación del copago sanitario

Un médico en el Hospital Clínico | Francisco Avia_Hospital Clínico de Barcelona
Un médico en el Hospital Clínico | Francisco Avia_Hospital Clínico de Barcelona
Xavier Roig VIA Empresa
Ingeniero y escritor
30 de Enero de 2025

Hace unos días el profesor Guillem López Casasnovas publicó un artículo donde intentaba desmontar algunos tópicos que no debería ser necesario, ya que la información está al alcance de todos, pero el populismo gobernante hace que no se considere. Quizás por eso el artículo se titula Verdades reveladas sobre el gasto público y sanitario. En esta publicación se pone de manifiesto una idea que siempre me ronda por la cabeza: España vive por encima de sus posibilidades. Siempre es así. Por eso, desde la finalización de las ayudas estructurales de la Unión Europea (UE), cada determinado número de años nos tienen que rescatar o ayudar. Llámese Gran Recesión o llámese covid y ayudas Next Generation. Da igual. El tema es la entrada de dinero para mantener nuestro nivel de vida.

 

El artículo mencionado da información muy valiosa. En el año 2023, el gasto sanitario español significó un 46,4% del PIB. La misma que la media de la UE sin ponderar (46,5%) y tres puntos por debajo de la media ponderada (49,4%). Por lo tanto, está claro que el PIB per cápita español está un 11,6% por debajo de la media ponderada de la UE.

No es tan difícil deducir que, si tomamos como referencia la UE, en lo que respecta a sanidad, vivimos por encima de nuestras posibilidades. En lo que respecta a sanidad y, desde mi punto de vista, también en lo que respecta a tantas y tantas cosas. La demagogia populista hace mucho daño. Hacer referencia permanente a los famosos “recortes” y repetir siempre que la sanidad está olvidada es faltar a la verdad. El gasto médico en el periodo 2003-2022 aumentó un 48%. El PIB per cápita lo hizo solo un 10,6%.

 

El copago tiene dos virtudes: ayuda al financiamiento y limita el abuso en la utilización del sistema

Todo esto, si fuéramos rascando, nos llevaría siempre a la misma cuestión: la baja productividad española, que también es la catalana. Si a esto le sumamos que el país está infrafinanciado, entenderemos por qué cada año la sanidad catalana gasta más de lo que se presupone. Ahora ya hemos llegado a los 4.000 millones. Y así vamos tirando...

A pesar de todo esto, hay un tabú político creado, insisto, por el populismo imperante: ni hablar de copago. Aplausos desde el balcón, todos los que quieran. No se quiere mejorar la situación económica general del sistema por el único medio racional que ha descubierto la UE: el copago. Este sistema tiene dos virtudes: ayuda al financiamiento y limita el abuso en la utilización del sistema. Si la UE analizara a fondo todo lo que sus ciudadanos pagan, pero que en España es gratis, habría una revolución antisolidaria evidente.

Miremos un poco por encima cómo funcionan los sistemas de tres estados miembros de la UE que tenemos alrededor. Vamos.

Francia

Un centro sanitario | iStock
Un centro sanitario | iStock

Cabe decir que en Francia el funcionamiento de la asistencia médica primaria es diferente. El paciente elige al médico y paga la factura. El dinero lo recupera porque la seguridad social le abona la minuta según unos baremos. Si ha ido a un médico muy caro, el paciente tendrá que pagar la diferencia. El rasgo importante está en que el paciente es consciente de que la visita al médico no es gratis, y que alguien lo tiene que pagar. Y la mejor manera que se han inventado en Francia es que el usuario, el paciente, adelante el dinero. Este hecho ya limita el abuso. Y ayuda a concienciar al contribuyente en el camino del gasto racional.

Pero aún hay más, de herramientas de concienciación:

  • Cuando se visita al médico, aunque la seguridad social devuelva el dinero que ha costado la visita, el usuario contribuye con, aproximadamente, 1 euro.
  • Cuando se está ingresado en el hospital, el paciente paga unos 20 euros al día en concepto de manutención. Todo entra dentro del racionalismo francés: si estás en casa, gastas dinero comiendo y en otros gastos de alojamiento. Como no estás en casa, lo tienes que pagar a quien te da el servicio.
  • Para los medicamentos que el médico prescribe, el usuario abona medio euro.

Vale la pena decir que si la enfermedad es de larga duración todo este copago se ve amortiguado.

Todo esto hace que los franceses contraten pólizas de aseguradoras privadas que ayuden a este copago.

Alemania

Interior de un almacén sanitario | iStock
Interior de un almacén sanitario | iStock

Si bien la visita al médico no parece que tenga copago -yo no la he encontrado- sí que es cierto que el sistema alemán es complejo porque la población está cubierta por un sistema complementario de mutuas empresariales, etc. que ayudan a financiar y a mantener el sistema. A pesar de todo, hay copago para los siguientes servicios:

  • Cuando se está ingresado en el hospital, se pagan 10 euros diarios por el mismo concepto que he mencionado más arriba en el caso francés.
  • También se paga el 10% del costo de los medicamentos prescritos por el médico.
  • Los totales a pagar por los conceptos mencionados están amortizados según los ingresos del usuario. Todo persigue que todo el mundo tenga acceso a la sanidad.

Como en el caso francés, el sistema se sostiene por la complementariedad de pólizas privadas (sean individuales o colectivas laborales) para ayudar a mantener el servicio.

Italia

El sistema sanitario ante la crisis del coronavirus | iStock
El sistema sanitario ante la crisis del coronavirus | iStock

En lo que respecta a Italia, vale la pena decir que entramos en los vicios mediterráneos. La gestión sanitaria está en manos de las regiones y no hay un sistema único. A pesar de todo, existe el copago en los siguientes servicios:

  • Visitas especializadas
  • Medicamentos
  • Análisis

Todo esto se cobra para poder mantener el sistema. Por eso se le denomina “tiquet sanitario”.

Conclusiones

No creo que se pueda acusar a Francia o Alemania de ser estados que no tienen un estado del bienestar importante. En todas las estadísticas y rankings, su sanidad sale mucho mejor calificada que la española.

Todo parece indicar que las reformas estructurales españolas siempre han de venir forzadas desde fuera

La negativa española a financiar la sanidad mediante copago tiene los días contados. Como he dicho, forma parte del populismo hispano. De no querer explicar a los gobernados el pan que se les da.

En la próxima ola de ayudas que tendremos que recibir de la UE -no duden de que esto tendrá lugar en algún momento- es muy probable que se exija a España la implantación del copago sanitario. Formará parte de un paquete de reformas que se nos exigirá a cambio de las ayudas. Todo parece indicar que las reformas estructurales españolas siempre han de venir forzadas desde fuera.