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Otro Sant Jordi dentro de la "nueva normalidad"

Las floristerías y librerías abren sus puertas a un Sant Jordi que amplía sus días de venta e intensifica las medidas de sanidad

Las floristerías y librerías se preparan por Sant Jordi | ACN
Las floristerías y librerías se preparan por Sant Jordi | ACN
Barcelona
23 de Abril de 2021

El Sant Jordi 2021 es sin ningún tipo de duda la fiesta que expresa la "nueva normalidad" a la que nos tenemos que acostumbrar durante la pandemia. Cuanto menos, este año no nos encontramos amodorrados de haber pasado unas cuántas -muchas- semanas confinados, por el contrario este año la festividad parece expandirse, sobre todo en Barcelona, donde las librerías y floristerías tienen cuatro días para abrir las puertas para celebrar la fiesta.

La floristeríaNavarro, una de las más emblemáticas de la capital catalana sube su persiana una tarde antes de lo previsto, debido a las aglomeraciones: "Abrimos la campaña de Sant Jordi la tarde del miércoles, cuando normalmente abrimos una tarde antes de Sant Jordi", explica Isabel Navarro, encargada de la floristería. En este sentido pues, la festividad empieza antes del previsto y las floristerías se preparan para tenerlo todo a punto. Aún así, el movimiento de la tienda es constante, pero no todo lo que habían esperado: "Ha venido bastante gente, pero seguimos pensando que el día de Sant Jordi vendrá mucha más gente de la que habíamos previsto cuando montamos la campaña", añade Navarro.

Además, la floristería ha tenido que hacer cambios para adaptarse a las restricciones que han impuesto las autoridades, sobre todo en temas de aforo: "Este año, por primera vez, no haremos ramos, puesto que esto provocaría muchas aglomeraciones y queremos tener flujo de gente. Aún así somos partidarios de mantener la paradita en la calle, justo delante de la tienda", también recalca la encargada de la floristería. Y es que ellos tienen suerte, puesto que la fiesta no supone una parte sustancial de sus ingresos anuales, pero en el caso de los vendedores de Sant Jordi o las paraditas que venden rosas sin ser floristerías no tienen la misma suerte, puesto que la Generalitat aprobó que las floristerías fueran las únicas que pudieran vender rosas el día de Sant Jordi, así que ya nos podemos ir olvidando de la imagen idílica de las calles llenas de paraditas vendiendo rosas de diferentes colores y formas, este año tampoco pasará.

Navarro "Este año, por primera vez, no haremos ramos, puesto que esto provocaría muchas aglomeraciones"

Otro de los grandes protagonistas de la jornada son las librerías y editoriales. Ellas son las encargadas de proporcionarnos la otra parte importante de Sant Jordi: los libros. Tal como anuncia el Gremio de Libreros, las librerías podrán mantener sus paraditas delante de las tiendas y las que lo soliciten tendrán un lugar en algunos de los rincones que proporcionará Barcelona para montarlas, como por ejemplo Passeig de Gràcia, Plaça Reial, Plaça Universitat o Jardins Centelles del Palau Macaya, entre otros. Según los datos del mismo gremio " habrá unas 490 paradas delante los establecimientos de librerías y floristerías y, en los 11 espacios públicos perimetrados, unas 180 paradas de venta de libros y rosas con 31 espacios de firmas".

Una de las protagonistas de estas paraditas es la editorial Libros de Cabecera, que tendrá su paradita preparada para la fiesta en algún punto de Passeig de Gràcia. "Nosotros pondremos una paradita cómo siempre", exclama Virtuts Angulo, gerente de la editorial. Para ella, la fiesta se celebrará cómo de normal, esto si, con mucho más cuidado de las distancias y el aforo, tal como manda la administración: "Siento no poder dar más detalles, pero realmente haremos lo que nos manden que tenemos que hacer", añade Angulo. La editorial deja muy claro que no renunciarán a la paradita a pesar de ser un Sant Jordi diferente, argumento que no comparte la Librería Ona, donde fuentes de su plantilla afirma que este año "no montarán paradita". Eso sí, la editorial se tendrá que abstener de sus firmas de libros, puesto que también se ha decretado que solo las librerías podrían dar este servicio: "Nuestra solución ha sido vender los libros ya firmados por los autores en la paradita", lamenta la gerente.

La experiencia delivery

Un Sant Jordi cómo este no sería diferente sin la aceleración de la tecnología. Hemos visto que muchos métodos que antes eran totalmente analógicos se han convertido en entornos digitales, como por ejemplo el teletrabajo o las compras en linea. Pues bien, la fiesta catalana no será una excepción y es que el delivery acaba siendo una de las salidas más fáciles que tienen los establecimientos para conseguir cumplir con las expectativas del Govern, sin perder clientela. Y no solo esto, sino que la misma gente, concienciada con la pandemia, también se ha resignado a hacer los pedidos por internet en vez de acercarse a las paraditas: "Hemos visto como el delivery ha crecido estos últimos días, menos gente que viene a la tienda o solo viene a recoger las flores y más gente que pide que las envíen", describe la encargada de la floristería Navarro.

Angulo: "Nuestra solución ha sido vender los libros ya firmados por los autores en la paradita"

También los libros han encontrado otra manera de resolver los aforos reducidos. Hace pocos días, La Casa del Libro, anunciaba su llegada a Glovo, la plataforma de delivery, para asegurar que sus clientes recibirían los libros por Sant Jordi sin tenerse que mover de casa. Y está claro que estas medidas que han tomado los pequeños comercios para no perder clientela han sido todo un éxito, pero no dejan de recordarnos que un año después, seguiremos sin poder pasear entremedias de rosas y libros.

Barcelona es la capital de Sant Jordi; la Casa Batlló, el ayuntamiento o calles tanto concurridas como las Ramblas llenan de rosas sus fachadas, una imagen que contrasta con el poco ambiente que parece que tendrá la capital catalana en esta fiesta. Pero para no ser pesimistas podemos recordar que este año sí que habrá Sant Jordi, sin grandes aglomeraciones ni calles llenas de vida, sin rosas a cada esquina y sin ídolos firmando libros por las calles, pero habrá algo adecuado para la ya repetitiva "nueva normalidad", cómo decía al principio habrá Sant Jordi, pero un Sant Jordi diferente.