Cuando se habla del sector espacial es casi imposible no mencionar a Elon Musk. El fundador y director general de SpaceX es uno de los grandes exponentes de como la industria está cambiando radicalmente en los últimos años, pasando de un ámbito muy institucional y gubernamental a uno donde el capital privado tiene un peso capital. Ahora, el espacio ha dejado de ser una frontera que cruzar para convertirse en un lugar donde se puede hacer negocio. Los Estados Unidos, Rusia y China están haciendo adelantos muy relevantes en este terreno, con una apuesta muy firme y una financiación copiosa. Las empresas europeas, y concretamente de Catalunya, reciben un interés creciente por parte de los inversores, que cada vez ven más posibilidades de crear sinergias entre el espacio y otros sectores. Tanto es así, que incluso la NASA se lleva tecnología catalana a Marte.
El mercado espacial puede llegar a ser un acelerador tecnológico del territorio, puesto que el espacio aglutina desarrollos punteros a muchos niveles que pueden beneficiar desde el sector primario (con la agricultura de precisión y los servicios basados en el procesamiento de datos), pasando por sectores industriales como el de la movilidad o el del automóvil, hasta contribuciones en la sociedad de la información, en aviación civil, en telecomunicaciones y en la lucha contra el cambio climático, entre otros. Así lo destacan desde el Instituto de Estudios Espaciales de Catalunya el responsable de la gestión de proyectos, Alberto Garcia-Rigo, y el responsable de la oficina de transferencia de tecnología, Pep Colomé.
Los expertos explican que el sector espacial en Catalunya tiene una larga trayectoria en el ámbito de la investigación aplicada a misiones espaciales en astrofísica y astronomía, así como en observación de la Tierra y sistemas globales de navegación por satélite. destacan no sólo las contribuciones científicas sino también las tecnológicas, con la participación activa de empresas dedicadas a la fabricación de componentes y software para el espacio. Esta vertiente del sector se ha caracterizado por financiarse tradicionalmente mediante inversión pública, principalmente proveniente del Estado español o de Europa.
Más recientemente, el sector espacial se ha abierto a nuevas formas de negocio que han atraído la inversión privada, actualmente en aumento exponencial, y que han permitido la creación de nuevas empresas. Ha contribuido la reducción de los costes asociados al espacio, que permiten un amplio espectro de aplicaciones comerciales, así como la explotación de datos de satélites. Por lo tanto, el sector destaca por unas entidades consolidadas en el ámbito de la investigación, un grupo reducido de compañías potentes y con experiencia en varios sectores, y una agrupación más significativa de pymes, muchas de ellas startups. Algunas de estas empresas emergentes están asumiendo un alto riesgo, con una fuerte inversión privada y con voluntad de ser también futuros referentes para la economía del espacio.
Uno de estos casos es Pangea Aerospace, una startup catalana fundada en febrero de 2018 que diseña un nuevo tipo de naves reutilizables para enviar microsatélites fuera de la Tierra. Su fundador y consejero delegado, Adrià Argemí, explica que su empresa se quiere centrar en toda la cadena de valor del espacio, desde la construcción, lanzamiento y operación de los satélites, hasta los servicios que llegan al usuario. "Mucha gente no se da cuenta, pero está utilizando tecnología espacial cada día. Todo esto no existiría si no existiera el transportista, es decir, los cohetes", indica el directivo.
A la hora de emprender, Argemí tenía ideas técnicas, pero es muy difícil lanzar un nuevo proyecto solo en esta industria. Por este motivo, se fue a Italia, donde conoció parte del que sería su equipo actual. "Es complicado empezar en este sector. Tenía muy claro que quería emprender con una empresa de cohetes y sabía que tenía que estar en Barcelona. Una de las razones es que la ciudad atrae talento y esta cultura innovadora la quería aprovechar al máximo", expone.
Argemí: "Mucha gente no se da cuenta, pero está utilizando tecnología espacial cada día"
En el IEEC también consideran que Barcelona tiene una gran atracción para el sector a escala internacional. "Esto se debe de, en gran medida, al capital humano altamente cualificado y formato en Catalunya, el ecosistema universitario, los centros de investigación tecnológica y el sistema financiero. Estos factores van acompañados de un coste relativo más bajo en Barcelona en comparación con otras ciudades europeas o internacionales que también están apostando por el sector espacial, como Londres o San Francisco", explican los expertos. La institución espera que estos elementos que actúan como focos de atracción contribuyan al aumento de las inversiones públicas y privadas en Catalunya.
Mientras tanto, el acceso a la financiación continúa siendo un obstáculo importante para liberar el potencial del espíritu empresarial espacial europeo, particularmente en la fase de crecimiento y comercialización, de acuerdo con el informe The future of the European space sector elaborado por el Banco Europeo de Inversiones (BEI). Los empresarios vigilan mucho las oportunidades de financiación fuera de la UE, en particular en los Estados Unidos. Allí las rondas son más grandes y los inversores tienen más afinidad con el riesgo. Según el estudio, la escasez de fondo de escala en Europa es un déficit crítico, que a menudo conduce a la fuga el talento y de empresas.
En el caso de Pangea, "hemos tenido inversores privados con buena recepción, pero todavía cuesta tener esta cultura del riesgo que en los Estados Unidos es tan afamada", señala Argemí. Además de los norteamericanos, China también está empujando con fuerza, apoyándose exclusivamente en sus propios medios, sin casi cooperación internacional. El país asiático está ampliando sus esfuerzos en todos los frentes: en las comunicaciones y satélites de reconocimiento, en navegación y posicionamiento, en el programa de vuelos espaciales con humanos y en proyectos de ciencia espacial y exploración robótica.
Qué modelos de negocio hay?
Para financiar sus proyectos, SpaceX y compañía licitan contratos para lanzar satélites de telecomunicaciones al espacio e, incluso, venden sus naves a las agencias espaciales. Este modelo de negocio tiene una inversión muy elevada, con márgenes notables de cara a las empresas que participan y tienen un riesgo muy bajo. A escala española, este modelo de negocio se concentra más en Madrid, a pesar de que la creación de satélites requiere la contribución de múltiples países. En Catalunya, la participación en este modelo de negocio se da, en parte, gracias a la contribución de científicos y tecnólogos catalanes a grandes misiones de la Agencia Espacial Europea (ESA), hecho que se vehicula a través de entidades vinculadas a la investigación, como la IEEC.
"La irrupción de múltiples empresas de nueva creación y el impulso del mercado harán disminuir la huida de profesionales y promoverá el regreso de personas altamente cualificadas que ya se han ido"
Más recientemente, ha aparecido un modelo de negocio que se fundamenta en la reducción de los costes actuales en el acceso al espacio de pequeños satélites de órbita baja. Principalmente, esto permite realizar aplicaciones comerciales viables económicamente, con un riesgo asociado mucho más elevado, pero con una necesidad menor de inversión inicial. Este es precisamente el terreno que empieza a despertar el interés de los inversores privados, de acuerdo con los expertos del IEEC. En Catalunya hay varias entidades dedicadas a este tipo de negocio, sobre todo pymes, que cubren diferentes aplicaciones comerciales en varias partes de la cadena de valor, como Pangea.
Y qué tal las oportunidades por los profesionales?
Cuando un estudiante finaliza sus estudios en temática del espacio tiene varias opciones profesionales: trabajar en el ámbito de la investigación científica y tecnológica; en compañías del sector; tener un perfil emprendedor y crear una empresa propia; o trabajar en otros ámbitos de la economía productiva con vínculos con el espacio. Todo y las diferentes alternativas, parte de esta gente formada en Catalunya tiene que marchar al extranjero por falta de oportunidades y se encuentra con pocas posibilidades para volver en fases posteriores de su carrera profesional, según explican los portavoces del IEEC. "En todo caso, la irrupción de múltiples empresas de nueva creación y el impulso que está tomando el mercado hacen pensar en una perspectiva de futuro positiva en cuanto a disminuir la huida de profesionales y promover el regreso de personas altamente cualificadas que ya han marchado", remarcan.
Para que esto suceda, hace falta una mayor cooperación entre las instituciones públicas y privadas interesadas para ayudar el sector espacial catalán a avanzar. El ámbito político tiene mucho peso y el papel de las instituciones públicas en general es capital para impulsar este mercado. Desde el IEEC tienen claro que es necesaria una estrategia de país para promover el sector, como se ha hecho en otros territorios, teniendo en cuenta las particularidades de la industria en Catalunya, con líneas de actuación marcadas a potenciar el valor añadido que aporta el tejido empresarial, universitario y de investigación existente y futuro.