El sector de la pirotecnia prevé vender un 5% más de petardos este San Juan

El aumento de las ventas supone alcanzar hasta los 23 millones de euros de facturación

Establecimiento de venta de petardos para San Juan | Cedida Establecimiento de venta de petardos para San Juan | Cedida

El sector de la pirotecnia prevé vender un 5% más de petardos para esta campaña de Sant Joan, lo que supone alcanzar hasta los 23 millones de euros de facturación. Los vendedores destacan que un año más se consolida la tendencia hacia los productos de luz, principalmente fuentes, en detrimento de los de trueno, aunque estos siguen teniendo un público fiel. Las lluvias de las últimas semanas también han reducido el riesgo de incendio, por lo que no habrá limitaciones adicionales en cuanto a las zonas de lanzamiento como en años anteriores. Este año, como prueba piloto, se instalarán dos contenedores para recoger restos de petardos y reciclar su contenido en la ciudad de Barcelona y uno en Palau-solità i Plegamans.

Este año la verbena de Sant Joan cae en domingo, un hecho que puede propiciar que muchas familias y grupos de amigos celebren la festividad en varias ocasiones durante los tres días que dura el fin de semana largo. "Esto puede comportar un incremento de ventas respecto al 2023 en un 5%, dependiendo principalmente de los últimos días de campaña y del tiempo que haga, y que podamos alcanzar los 22 o 23 millones de euros en toda Catalunya", explica a la ACN el presidente de la Associació de Fabricants i Majoristes de Pirotècnia de Catalunya, Josep Maria Vilardell.

Se instalarán dos contenedores para recoger restos de petardos y reciclar su contenido en la ciudad de Barcelona y uno en Palau-solità i Plegamans

El sector ha confirmado la tendencia de los últimos años, con un incremento de ventas de productos de luz. Esto ha llevado a que haya un amplio abanico de fuentes y baterías, como es el caso de la firma Petards 4x4, que cada año amplía su catálogo con productos que tienen referencias locales: "Este año hemos incorporado una fuente dedicada al Drac Antonot, de la colla de diables de les Forques de Can Deu de Sabadell, o una batería dedicada a la Ciutat Tèxtil", explica la propietaria de la empresa, Sandra Córcoles.

El incremento de ventas de este tipo de productos ha venido acompañado de campañas que desde el sector se han realizado año tras año para minimizar las molestias que provocan los petardos de trueno, siendo los animales de compañía, los bebés y las personas mayores los principales afectados. Esto puede llevar, destaca Vilardell, a que haya la sensación de que cada vez se lanzan menos petardos, lo cual no es cierto.

"Significa que estamos haciendo bien el trabajo, que hay más demanda por el color y la baja sonoridad", considera el presidente del sector. No obstante, reconoce que "a quien le gusta la pirotecnia le gusta el ruido", motivo por el cual los truenos, las piulas, las tracas o las grandes baterías siguen vendiéndose.

Vilardell (presidente): "Significa que estamos haciendo bien el trabajo, que hay más demanda por el color y la baja sonoridad"

Se destacan grandes conjuntos de baterías que bajo nombres como Singapur, Hong Kong o Manhattan ofrecen lanzamientos de decenas de disparos, con duraciones que pueden rozar los 3 minutos de exhibición, así como clásicos como las pìvias rebautizadas con nombres comerciales como Ninja o los Carpinteros.

Los productos que también tienen un público fiel son los dirigidos al público infantil, debido a su baja intensidad y la variedad que presentan. "Hay un cerdito que hace caca, otro que incienso y hace luz, o un bólido, son cosas inofensivas que cada vez se venden más y entran dentro de la pirotecnia de interior", señala.

Recogida de basura pirotécnica

Este año, la empresa Petards CM llevará a cabo una prueba piloto para fomentar la recogida del material pirotécnico usado, así como aquel que no ha llegado a explotar completamente. Se trata de dos contenedores que se ubicarán en la ciudad de Barcelona, junto a puntos de venta de la firma, y otro tercero que prevén instalar en Palau-solità y Plegamans (Vallès Occidental), donde tienen su sede.

"El contenedor tiene una piscina de agua donde se pueden lanzar los restos y se inactivan; cada día se recogen y se llevan a un almacén para su destrucción", explica Vilardell, quien destaca que se separa el papel y el plástico para su reciclaje, mientras que la pólvora se elimina para cumplir con el protocolo que establece el reglamento de pirotecnia.

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