"Jornada laboral de cuatro días, ¿con qué objetivo?", "¿Los viernes se paraliza la actividad en las empresas como si fuera el mes de agosto?", "¿Por qué debo pagar el mismo salario a alguien que reduce su jornada y durante tres días seguidos no puedo localizarlo?" Estos son algunos de los argumentos de una parte de los empresarios catalanes que rechazan la semana laboral de cuatro días y que están vinculados al salario, la productividad y la falta de trabajadores. Pero, como todo en la vida, hay países que han tomado impulso con la reducción de días de trabajo, y este es el caso de Portugal. De hecho, desde septiembre de 2022, 41 empresas portuguesas, sin recibir ninguna subvención pública, se han embarcado en una prueba piloto con más de 1.000 trabajadores para dar la bienvenida temporalmente a la jornada laboral de cuatro días. Y meses después, ya hay resultados, con alguna sorpresa incluida.
Desde la época de la reivindicación en los países occidentales de la fórmula 888 (ocho horas de trabajo, ocho horas de descanso y ocho de ocio) hasta la llegada de la semana laboral de cuatro días. Una "utopía" considerada por algunos que se ha probado en varios países, como Islandia, el Reino Unido, Portugal y también Catalunya. E incluso, en el caso de Bélgica, ya es factible, aunque no se reduzcan las horas, sino que se concentren en sí mismas.
El 95% de las empresas portuguesas que participan en la prueba piloto de la jornada de cuatro días creen que los cambios han sido positivos
Portugal lleva tiempo mostrando interés en la jornada laboral de cuatro días, razón por la cual encargaron un estudio preliminar en septiembre de 2022, contando con la participación de 41 empresas que en conjunto emplean a alrededor de mil trabajadores. Después de una fase teórica y el inicio de un proyecto piloto hace tres meses, ya se tienen los primeros resultados: el 95% de las empresas participantes consideran que los cambios han sido positivos. Y con ellos, la mejora de la salud mental en gran parte del personal. La mayoría de ellos confiesa haber experimentado una reducción en la ansiedad, el cansancio, el insomnio, momentos de tensión o la soledad.
Ejercicio físico y más vida social
Muchos de los trabajadores confiesan que tener más tiempo libre les ha permitido hacer más ejercicio físico y cuidar las relaciones personales. Si antes más de la mitad de los empleados se quejaba de que "era muy complicado conciliar la parte personal con la profesional", después de la prueba piloto, esa cifra ha bajado al 8%. Y una cifra interesante: gran parte de los trabajadores exigirían un aumento salarial del 20% si tuvieran que volver a trabajar cinco días seguidos. Las 41 compañías portuguesas de la prueba piloto optaron por dejar atrás "las reuniones innecesarias", crearon nuevas dinámicas de trabajo y promovieron mejoras tecnológicas para evitar la burocratización o tareas repetitivas.
La mayoría de los portugueses con jornada de cuatro días confiesa que han visto cómo se les ha reducido la ansiedad, el cansancio, el insomnio, momentos de tensión o de soledad
Las empresas han confesado que se han unido a la prueba pionera por la mejora de la "gestión de recursos humanos". Y una conclusión importante para tener en cuenta: aumentan la capacidad de atracción y retención de los trabajadores. O como señala el profesor de Economía de la Universidad de Londres, Pedro Gomes, quien coordina el proyecto portugués: "Muchas empresas lo consideran una alternativa a los aumentos salariales".
El caso catalán: distintos ejemplos
Más descanso, más productividad, más tiempo libre. Y también, ¿el mismo salario? Cada vez más empresas catalanas se suman a esta tendencia, y más países realizan pruebas piloto, como se mencionó anteriormente, pero la nueva revolución está lejos de generalizarse. Además de Portugal, los estudios experimentales son claros: la jornada de cuatro días beneficia tanto al empleado como al empresario. 4 Day Week Global, una organización que reúne a las universidades de Boston, Dublín y Cambridge, y que lleva años estudiando y proponiendo esta reducción en el mundo laboral, muestra en su último estudio cómo la satisfacción de los trabajadores ronda el 96%, y los beneficios de las empresas aumentan en un 8%.
Gomas (impulsor de la prueba piloto de Portugal): "Muchas empresas consideran la semana laboral de cuatro días, una alternativa a los aumentos salariales"
Se trata del modelo 100-80-100: un acuerdo en el cual empresarios y trabajadores se comprometen a mantener el 100% del salario, trabajando el 80% de las horas regulares y manteniendo el 100% de la productividad.
A pesar de que parece que ambas partes pueden salir beneficiadas, existe cierta reticencia en torno a la productividad. Si se observan las últimas cifras de Eurostat, España es uno de los países menos productivos de la Unión Europea. La media de la zona euro se sitúa en un 104,8%, mientras que en el estado español cae hasta el 93%, solo superando, curiosamente, a Portugal y Grecia.
Algunos ejemplos en nuestro país con la implantación de la jornada de cuatro días están relacionados con empresas como Telefónica o Desigual. La primera ofreció a sus trabajadores reducir la jornada a cambio de disminuir un 16% su salario. La opción no funcionó, ya que la mayoría de los trabajadores la rechazó. En el otro extremo, Desigual ofreció la posibilidad de trabajar solo cuatro días con una reducción menor del salario. El 86% de los trabajadores mostraron satisfacción.
Ahora bien, el doctor en Economía por la UOC, Pau Cortadas, se cuestiona lo siguiente: "Si miramos el histórico, la tendencia ha llevado a la reducción de la jornada laboral y, por lo tanto, parece que tarde o temprano será una realidad en nuestro país y en todo el mundo. Pero ¿se compensará con la productividad y realmente habrá más gente ocupada?" El tiempo lo dirá.