Señora Coláis, tenemos que hablar

El sector privado de Barcelona, liderado por los comerciantes, reclama una mayor predisposición del Ayuntamiento a establecer acuerdos público privados

"No recibimos el respeto que merecemos como creadores de actividad por parte del Ayuntamiento". Gabriel Jené, propietario de La Mallorquina y presidente de Barcelona Abierta, ha concluido de este modo el segundo Summit organizado este martes para la asociación de los principales esos comerciales turísticos de la capital catalana. El acto, donde han tomado la palabra una amplia y diversa representación de empresarios del comercio, el turismo o la restauración; se ha convertido en un llamamiento en el actual gobierno municipal porque comience una gestión que escuche también los dinamizadores de la economía de la ciudad y busque una mayor colaboración. "El liderazgo público no es suficiente", ha asegurado Jené. "Hay que encontrar un liderazgo compartido para buscar el beneficio común", ha remachado. A su entender, "la colaboración público privada es la gran oportunidad de Barcelona".

La fila cero del encuentro organizado por Barcelona Abierta ha permitido escuchar opiniones de todo tipo, pero la inmensa mayoría con el denominador común de reivindicar un cambio en la actual gestión. "El Ayuntamiento escucha demasiado las quejas de los vecinos y demasiado poco los empresarios. Si escucha tanto las quejas la ciudad perderá oportunidades y se deprimirá", ha asegurado el propietario de Santa Eulàlia, Lluís Sans. Algo más de consenso ha buscado Maria Abellanet, CEO del Grupo CETT, por quien "la ciudad tiene que pasar del debate al acuerdo. Tanto el Ayuntamiento como los empresarios tienen que cambiar su postura".

El cofundador de SITMobile y expresidente del Aijec, Marc Bonavia, ha recalcado que "si queremos una ciudad luminosa y próspera tenemos que hacer que las personas con iniciativa e ideas quieran ser aquí y no tener ganas de salir corriente". A pesar de que Barcelona sea una ciudad muy atractiva, dice Bonavia, "cuando te planteas venir más allá de un fin de semana no te pueden poner tantas trabas que acabes queriendo marchar". A su entender, hay que "abrazar el tsunami de revoluciones tecnológicas y no esperar que lo lidere alguien otro"; y ha alertado que el gobierno municipal tiene que evitar "no mirar las nuevas tendencias, es una irresponsabilidad".


La asociación de los principales esos comerciales turísticos de Barcelona ha organizado el segundo Summit. VIENE

El turismo centra el debate
El exalcalde Xavier Trias también ha cogido el micrófono, y a pesar de asegurar que no quería ejercer de cabeza de la oposición en este acto, ha lamentado que "se ha creado una cultura anti turismo por motivos electorales". De hecho, este ha sido uno de los temas estrella del debate y la gran mayoría de los que ha intervenido han defendido un cambio en la valoración que se está haciendo del fenómeno turístico en Barcelona. "Limitar un flujo de entrada de recursos y de actividad no tiene sentido. El que hace falta es gestionarlo de otro modo y resolver los conflictos que surjan", ha apuntado Eduardo Ceballos, Country Head Spain de Neinver, la empresa que ha impulsado el nuevo centro comercial outlet de Viladecans.

Anna Gener, socia del grupo Aguirre Newman ha reclamado "cambiar la percepción que tenemos del turismo. Se hace un discurso que parece que sea un depredador de la ciudad, y esto es nocivo". Gener ha recordado que "porque pueda haber tributaciones hacen falta empresas con beneficios y Barcelona brilla por el turismo. El que hace falta es gestionarlo adecuadamente, que las molestias sean mínimas por el ciudadano y entiendan que la riqueza que genera es transversal y no sólo para llenar los bolsillos de los hoteleros". Asumido por todo el mundo que, a pesar de todo, los inconvenientes de la masificación son reales, Gener ha propuesto "descongestionar los puntos calientes y que los turistas puedan conocer otros barrios como Sants o Pueblo Nuevo, donde sus ejes comerciales también puedan salir beneficiados".

"Tenemos que reconocer el éxito del turismo en Barcelona, este tiene que ser el punto de partida". Pau Guardans, presidente de Unico Hoteles, ha reconocido que "hay un problema de masificación, de turismo demasiado estacional y de conflicto con la vivienda para los vecinos". Aún así, ha asegurado que la única vía para resolverlo es un cambio en su gestión. "Estamos aprovechando poco el turismo, que tendría que ser una palanca de crecimiento para otros sectores como la cultura o el comercio".

Déficit de gestión
A su entender, "Barcelona tiene un déficit de gestión. No puede ser que tengamos 1,5 millones de turistas que colapsen la Rambla en agosto y consuman 32€ de media; mientras en diciembre los hoteles están medio vacíos". A la vez, Guardans ha lamentado que el actual ejecutivo de la ciudad no haya querido traer a la práctica los acuerdos que el anterior gobierno había logrado con los empresarios del centro para compartir gastos en la rehabilitación urbanística. "Nos trucaron diciendo que el sector privado no tenía que pagar ninguna reforma del espacio público. Es una lástima, el único que queremos es colaborar a desarrollar el barrio", ha explicado.

Finalmente, Artemi Nolla, fundador y presidente de AN Grupo, ha evidenciado que "ir en contra del turismo es absurdo". Por este empresario de la restauración, "la moratoria hotelera no ha tenido en cuenta las consecuencias negativas que tenía. Se ha hecho de manera unilateral, con poca colaboración entre las administraciones y la sociedad privada". Nolla ha asegurado que "nos podríamos ayudar mucho los unos a los otros" si hubiera un diálogo fluido, inexistente a estas alturas. Un lamento que ha ejemplificado con la polémica de las terrazas, donde "se ha creado un problema donde no estaba. Algún punto concreto necesitaba alguna intervención y pautas mínimas, pero poco más. Se ha satanizado el sector pero las terrazas están porque las quieren los clientes".
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