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La sensación de precariedad laboral afecta la salud mental de los jóvenes

Un estudio de la Fundación La Caixa sitúa esta problemática como la más grave, por delante de la preocupación de no tener un empleo

Jóvenes estudiantes en prácticas | iStock
Jóvenes estudiantes en prácticas | iStock
Redacción VIA Empresa | Europa Press
Barcelona
07 de Enero de 2025
Act. 07 de Enero de 2025

La sensación de padecer precariedad en la vida o en el trabajo es la que más afecta la salud mental de los jóvenes. Esta es la conclusión de un estudio del Observatorio Social de la Fundación La Caixa, que apunta, además, que esta problemática tiene un impacto psicológico más grave que el hecho de no tener un puesto de trabajo.

 

El sentimiento de precariedad es general entre los jóvenes encuestados, aunque la precariedad laboral y la inseguridad económica se distribuyen de manera desigual entre grupos sociales. Su concepto de precariedad, más allá de tener un mal empleo, tiene que ver con el nivel de capacidad para poder alcanzar un nivel de vida digno y cubrir el coste de una vida independiente. Se refieren sobre todo al coste de la vivienda, de la alimentación y de la energía, y precisamente las recientes crisis (como el encarecimiento de la energía y la alta inflación) han influido en el concepto que tienen de precariedad.

El estudio se basa en 3.012 encuestas, mayoritariamente en línea, "con solo 210 entrevistas presenciales en cinco zonas de la provincia de Barcelona". Entre los encuestados que se sienten en precariedad extrema, la seguridad económica de las familias se ha puesto en duda por la inflación (64,1%) y el coste energético (65,3%); entre los que sienten un poco menos de precariedad, estos porcentajes son del 56,9% y 56,5% respectivamente.

 

El 40,6% del total de encuestados dicen que padecen al menos un problema de salud física o mental por su inseguridad económica

De hecho, el 31% del total de entrevistados están en riesgo de depresión o ansiedad, con un "factor explicativo crucial": la sensación de precariedad, más que por tener un empleo precario. El tipo de contrato laboral "no muestra una relación significativa con la salud mental", y solo entre los pluriempleados baja ligeramente el riesgo de mala salud mental. El 40,6% del total de encuestados dicen que padecen al menos un problema de salud física o mental por su inseguridad económica: se sienten ansiosos o angustiados, tienen problemas para dormir o un problema de salud física; y "vivir solo está asociado con más inseguridad económica".

Finalmente, hay más datos interesantes: el 63,6% de adultos jóvenes ha vivido "como mínimo una dimensión de inseguridad económica" en los últimos dos años, y ha tenido que hacer ajustes o pedir ayuda. Los jóvenes tienden a reducir su nivel de vida por motivos económicos, "pero esta tendencia es más acusada en las mujeres migrantes y las personas no binarias".