A menudo, y estos días más que de costumbre, oímos hablar a tertulianos y políticos de la necesidad de un cambio de modelo. Lo dicen como si fuera algo que debe hacerse desde el Gobierno e incluso se podría pensar que hasta de forma relativamente rápida. Cuando se comenta, viene acompañado de la reflexión de que una sociedad próspera no está sustentada únicamente con el turismo, la construcción y los servicios, sino que nos hace falta convertirnos en una sociedad innovadora.
Con los años muchas cosas suenan antiguas, pero no el discurso del cambio de modelo que se mantiene más actual que nunca.
Parece que hacerlo es SOLO un tema de ponerse y normalmente termina aquí. Ni los políticos ni los tertulianos explican qué significa ESO del cambio de modelo, qué implica y cómo se hace.
Una buena manera de ver qué implica y cómo se hace, es ver como se ha hecho en otros países. No hay un modelo, ni un lugar que se pueda copiar exactamente, pero sí experiencias de las que extraer inspiración. Entre ellas probablemente la mejor es Shenzhen, el Silicon Valley Chino. Senzhen hace Cuarenta años, en los años 80, tenía treinta mil habitantes, hoy en día es una de las ciudades más vibrantes del mundo con 13M de habitantes donde encontramos empresas como Huawei, Tencent o DJI.
Shenzen: la ciudad de los 16.000 autobuses eléctricos (y ahora a por los taxis). Shenzen Travel Guide | Local Tips, Prices &Things to DoCredit: Galoumi.com and SSD Penguin on Wikimedia Commons
Buena parte del éxito de Shenzhen se debe a Huawei y Tencent (WeChat, el WhatsApp chino con monedero y muchas aplicaciones) entre otros, el hecho de estar delante de Hong Kong y que el gobierno chino declaró la zona económica especial en los años 80 con todo lo que ello implicaba.
Ahora bien, innovadores de todo el mundo van a Shenzhen, ¿por qué? Si podemos contestar esta pregunta, aunque sea parcialmente, tal vez entenderemos mejor lo que significa "cambio de modelo".
Shenzen está construyendo una autopista elevada de 1,6 km de largo para árboles
Una parte del modelo, tal vez una gran parte, es lo que nos esperábamos. Grandes fábricas de productos de electrónica de consumo con trabajadores veniidos de toda China con un contrato de dos años que viven justo delante de la fábrica y con los comedores están en las mismas fábricas. Con estos dos años de trabajo esperan poder proporcionar una vida mejor a sus familias, la mayor parte en zonas agrícolas.
Pero hay otro Shenzhen del que podemos aprender más.
Un buen ejemplo de este otro Shenzhen es Hax, una incubadora de startups compuesta no sólo por chinos sino también por extranjeros. Os preguntaréis: ¿por qué vienen a innovar en China startups occidentales? La respuesta es sencilla, el coste es la mitad - esto quizás ya lo esperábamos - pero lo más importante es que la velocidad es 2x o incluso 7x, y lo que es aún más importante es el vínculo con empresas que puedan escalar la producción, prácticamente inmediato.
"Buena parte del éxito de Shenzen es debido a Huawei y Tencent, al hecho de estar frente a Hong Kong y que el gobierno chino declarara la zona económica especial en los 80"
La explicación de los costes es simple, el coste del trabajo es inferior al de China. Ahora bien, ¿la velocidad? La velocidad - el "Shenzhen speed" tiene una explicación dual, primero la abundancia de buenos ingenieros acostumbrados a hacer prototipos, acostumbrados a hacer cosas nuevas en vez de hacer funcionar las ya existentes. Este es un elemento capital, especialmente en áreas transversales como ingeniería software, electrónica, robótica, IoT o inteligencia artificial. La segunda parte de la respuesta la encontramos en mercados como Huqiangbei, tal vez el mercado de electrónica más grande del mundo donde puedes encontrar prácticamente todo lo que puedas necesitar para hacer tu prototipo.
Resumiendo, en menos de una hora has pasado de tener una nueva idea a comprar los componentes, imprimir lo necesario en las impresoras 3D de la incubadora Hax y probarl ... ¿En qué otro lugar del mundo puedes conseguir esto? ¡Shenzhen speed!
Si quieres una empresa que comience a fabricar en serie, tardarás un poco más, pero no mucho más.
Es una combinación de abundancia de TALENTO en ingeniería + cadena logística + disponibilidad de fabricación en empresas. ¡Todo en el mismo lugar!
Esta es la razón por la que Hax y otras incubadoras están llenas de extranjeros, el ecosistema que proporciona la Shenzhen speed.
Todo esto no sólo tiene que ver con las nuevas empresas. Las empresas están imbuidas de este clima de innovación y es fácil encontrar grupos de ingenieros diseñando robots para sustituir las cadenas manuales y transformarlas en prácticamente automatizadas. Como los robots son propios, la ventaja competitiva es interna y difícil de replicar.
Pero hay una última evolución de todo este ecosistema a considerar. El mejor ejemplo es DJI. DJI no es una empresa promovida por el gobierno chino, es un ejemplo típico de emprendimiento, una empresa constituida en 2006 por Frank Wang, un ingeniero chino que hacía drones de manera artesanal y que ahora emplea +14.000 personas con un valor de $ 15B.
DJI ha tenido que luchar y ganar a gigantes como GoPro para hacerse un lugar en el mercado. Su gran éxito fue el Phantom, el primer drone con cámara. Una muestra de esta evolución es RoboMasters, una competición de robots en la que participan las universidades tecnológicas más prestigiosas del mundo y donde los ingenieros son tratados como super-stars. Los ganadores suelen recibir una oferta de trabajo en DJI, todo un sueño.
"Cuando hablamos de un cambio de modelo, no se improvisa ni es el resultado únicamente de la política económica o la acción de gobierno, es tarea de toda la sociedad"
Esta competición no es sólo una manera de atraer talento y situar DJI en el mundo, también ayuda a situar Shenzhen en el centro de la innovación en robótica y hace evolucionar mucho más rápidamente el sector desde una posición donde DJI puede capturar una gran parte de esta evolución.
Esta captura de tecnología y reputación desde una posición central es el último eslabón de la cadena: TALENTO en ingeniería + cadena logística + Empresas a punto de escalar el producto + Captura de tecnología + Captura de reputación.
El resultado es un Shenzhen donde no sólo encontramos las grandes tecnológicas como Huawei o Tencent con el apoyo del gobierno, ni las tradicionales industrias de fabricación de pequeños aparatos electrónicos sino un verdadero ecosistema de innovación que atrae emprendedores y talento de todo el mundo y proporciona no sólo startups sino scale-ups (empresas medianas) que están allí por méritos propios.
Cuando hablamos de un cambio de modelo, es de eso de lo que estamos hablando, no se improvisa, ni es el resultado únicamente de la política económica o la acción de gobierno, es tarea de toda la sociedad, de todo un país.