17
de Febrero
de
2015
La tasa de ahorro española, que es de un 10,4%, se sitúa muy cerca de la media europea (11%). Aún así, "ahorramos de forma diferente a otros países", asegura Jordi Fabregat, profesor del Departamento de Control y Dirección Financiera de Esade. En los Estados Unidos el 70% del ahorro se concentra a los mercados y el resto a otros activos. En el Reino Unido, por ejemplo, es un 50-50, pero España es al otro extremo: un 71% del ahorro se concentra en otros activos, básicamente el inmobiliario, y sólo un 29% a los mercados. "Después de la recesión esto provoca que los mercados no se recuperen igual de rápido", asegura el profesor.
Estos datos forman parte del estudio 10 años de ahorro colectivo, elaborado por Esade y Mercer que se ha presentado este martes a la escuela de negocios. Fabregat ha destacado también que además "no somos muy arriesgados. La parte de bolsa es de un 10-20% como mucho, e invertimos básicamente en depósitos y renta fija". Este perfil conservador, en uno en torno a tipo de interés cercanos a cero, invita a reflexionar sobre si hay que cambiar nuestra cultura del ahorro.
El envejecimiento de la población amenaza las pensiones
A este panorama hay que sumar otro escenario. Las pirámides de población, tanto las actuales como las proyectadas, dejan claro que el envejecimiento de la población es un reto por el mantenimiento de las pensiones, y que el ahorro privado será un complemento cada vez más importante. "Nos guste o no, hay que ahorrar para la jubilación", advierte Jordi Fabregat.
Para hacerlo, pero, hay que conocer bien los diferentes mecanismos y discernir qué pueden ser de mejor utilidad. El estudio de Mercer y Esade ha analizado 1.113 fondo de 10 o más años de antigüedad que representan más del 50% del patrimonio actual. Lo ha hecho centrándose en tres vehículos básicos: los fondos de inversión, los fondos de pensiones individuales y los fondos de pensiones de ocupación.
Fundes de pensiones de ocupación, mejor relación rentabilidad-riesgo
A lo largo de los últimos 10 años en España, los tres tipos de ahorro presentan una media de rentabilidad sucia fuerza similar. La más alta es el 4,7% de los fondos de pensiones individuales, seguida de cerca por el 4,6% de los fondos de inversión y del 4,2% de los fondos de pensiones de ocupación.
A la hora de ver la rentabilidad limpia, pero, estos últimos son los que mejores resultados han ofrecido, con un 3,9% de media, un punto por sobre que los fondos de pensiones individuales, y superior también al 3,1% de los fondos de inversión.
Por Xavier Bellavista, director del área de Inversiones de Mercer, la causa se encuentra "en un menor volumen de comisiones conseguido gracias a la negociación y supervisión directa entre la Comisión de Control del Fondo de Ocupación y la gestora". De hecho, este tipo de productos, poco explotados en España, también han resultado los de un nivel de riesgo más reducido, logrando una destacada mejor relación entre rentabilidad y riesgo.
Por este motivo, Jordi Fabregat señala que los fondos de pensiones de ocupación "tienen que ir a la alza". A su parecer, "las empresas, y muy especialmente las pymes, se tienen que empezar a plantear ofrecer retribuciones variables con este tipo de productos".
La calidad en la gestión, clave de rentabilidad
Más allá de este punto, otra de las conclusiones principales del estudio es que la calidad en la gestión de los productos de ahorro es un factor esencial para explicar su rentabilidad. Por un nivel de riesgo mediano, las diferencias de rentabilidad entre los fondos los últimos 10 años se han movido en un 4,7% anual, el que supone una diferencia del 58% en el agregado de la década.
Por Bellavista es evidente que "las comisiones no tienen porque ser la explicación, sino la calidad de la gestión o la desgravación. Cualquier incentivo a corto plazo no monetario (sartenes, jamones o televisiones) también puede perjudicar mucho la rentabilidad a largo plazo".
De este modo, Xavier Bellavista apunta que "los que están consiguiendo buenas rentabilidades no es por un acierto puntual que maquilli la foto, sino por una persistencia en la buena gestión". Es decir, "retribuyen mucho mejor el riesgo que se asume". Aún así, Bellavista deja claro que "el 80% de la rentabilidad sigue viniendo de la estrategia de inversión, y el resto de la gestión".
Una estrategia que continúa teniendo como pilar la diversificación . A pesar de todo, Jordi Fabregat lamenta que "muchos golpes al ámbito individual no podemos estructurar la cartera como querríamos porque las entidades financieras no lo ofrecen en fondos de pensiones individuales". Todo ello genera que a menudo la diversificación sea más fácil de lograr "en fondo de inversión abiertos donde uno pueda hacérselo más a medida".
Aprovechar el factor tiempo
Los autores del estudio sobre el ahorro aseguran que los fondos de pensiones individuales no están aprovechando el teórico mayor plazo de inversión. Es decir, las retribuciones de planificar el ahorro para la jubilación no están aprovechando el largo plazo para lograr rentabilidades mucho más elevadas aumentando el riesgo.
De este modo, los fondos de inversión tampoco están viendo penalizada su mayor liquidez, y por lo tanto todos los vehículos de ahorro están logrando niveles similares de rentabilidad en cada franja de riesgo (bajo, medio-bajo, medio-alto, alto).
Por todo ello, el directivo de Mercer concluye que "la decisión individual de ahorrar y la calidad de la gestión de las inversiones realizadas es el que nos permitirá acumular un ahorro suficiente para el futuro".
Estos datos forman parte del estudio 10 años de ahorro colectivo, elaborado por Esade y Mercer que se ha presentado este martes a la escuela de negocios. Fabregat ha destacado también que además "no somos muy arriesgados. La parte de bolsa es de un 10-20% como mucho, e invertimos básicamente en depósitos y renta fija". Este perfil conservador, en uno en torno a tipo de interés cercanos a cero, invita a reflexionar sobre si hay que cambiar nuestra cultura del ahorro.
El envejecimiento de la población amenaza las pensiones
A este panorama hay que sumar otro escenario. Las pirámides de población, tanto las actuales como las proyectadas, dejan claro que el envejecimiento de la población es un reto por el mantenimiento de las pensiones, y que el ahorro privado será un complemento cada vez más importante. "Nos guste o no, hay que ahorrar para la jubilación", advierte Jordi Fabregat.
Para hacerlo, pero, hay que conocer bien los diferentes mecanismos y discernir qué pueden ser de mejor utilidad. El estudio de Mercer y Esade ha analizado 1.113 fondo de 10 o más años de antigüedad que representan más del 50% del patrimonio actual. Lo ha hecho centrándose en tres vehículos básicos: los fondos de inversión, los fondos de pensiones individuales y los fondos de pensiones de ocupación.
Fundes de pensiones de ocupación, mejor relación rentabilidad-riesgo
A lo largo de los últimos 10 años en España, los tres tipos de ahorro presentan una media de rentabilidad sucia fuerza similar. La más alta es el 4,7% de los fondos de pensiones individuales, seguida de cerca por el 4,6% de los fondos de inversión y del 4,2% de los fondos de pensiones de ocupación.
A la hora de ver la rentabilidad limpia, pero, estos últimos son los que mejores resultados han ofrecido, con un 3,9% de media, un punto por sobre que los fondos de pensiones individuales, y superior también al 3,1% de los fondos de inversión.
Por Xavier Bellavista, director del área de Inversiones de Mercer, la causa se encuentra "en un menor volumen de comisiones conseguido gracias a la negociación y supervisión directa entre la Comisión de Control del Fondo de Ocupación y la gestora". De hecho, este tipo de productos, poco explotados en España, también han resultado los de un nivel de riesgo más reducido, logrando una destacada mejor relación entre rentabilidad y riesgo.
Por este motivo, Jordi Fabregat señala que los fondos de pensiones de ocupación "tienen que ir a la alza". A su parecer, "las empresas, y muy especialmente las pymes, se tienen que empezar a plantear ofrecer retribuciones variables con este tipo de productos".
La calidad en la gestión, clave de rentabilidad
Más allá de este punto, otra de las conclusiones principales del estudio es que la calidad en la gestión de los productos de ahorro es un factor esencial para explicar su rentabilidad. Por un nivel de riesgo mediano, las diferencias de rentabilidad entre los fondos los últimos 10 años se han movido en un 4,7% anual, el que supone una diferencia del 58% en el agregado de la década.
Por Bellavista es evidente que "las comisiones no tienen porque ser la explicación, sino la calidad de la gestión o la desgravación. Cualquier incentivo a corto plazo no monetario (sartenes, jamones o televisiones) también puede perjudicar mucho la rentabilidad a largo plazo".
De este modo, Xavier Bellavista apunta que "los que están consiguiendo buenas rentabilidades no es por un acierto puntual que maquilli la foto, sino por una persistencia en la buena gestión". Es decir, "retribuyen mucho mejor el riesgo que se asume". Aún así, Bellavista deja claro que "el 80% de la rentabilidad sigue viniendo de la estrategia de inversión, y el resto de la gestión".
Una estrategia que continúa teniendo como pilar la diversificación . A pesar de todo, Jordi Fabregat lamenta que "muchos golpes al ámbito individual no podemos estructurar la cartera como querríamos porque las entidades financieras no lo ofrecen en fondos de pensiones individuales". Todo ello genera que a menudo la diversificación sea más fácil de lograr "en fondo de inversión abiertos donde uno pueda hacérselo más a medida".
Aprovechar el factor tiempo
Los autores del estudio sobre el ahorro aseguran que los fondos de pensiones individuales no están aprovechando el teórico mayor plazo de inversión. Es decir, las retribuciones de planificar el ahorro para la jubilación no están aprovechando el largo plazo para lograr rentabilidades mucho más elevadas aumentando el riesgo.
De este modo, los fondos de inversión tampoco están viendo penalizada su mayor liquidez, y por lo tanto todos los vehículos de ahorro están logrando niveles similares de rentabilidad en cada franja de riesgo (bajo, medio-bajo, medio-alto, alto).
Por todo ello, el directivo de Mercer concluye que "la decisión individual de ahorrar y la calidad de la gestión de las inversiones realizadas es el que nos permitirá acumular un ahorro suficiente para el futuro".