Silicon Valley: pasaporte a la Luna

La zona californiana que concentra grandes cantidades de proyectos emprendedores e inversión se adapta a la nueva realidad

Foto aèría de la zona de Silicon Valley, a Califòrnia | iStock
Foto aèría de la zona de Silicon Valley, a Califòrnia | iStock
Barcelona
07 de Diciembre de 2020

¿Pierde fuerza Silicon Valley? Esta zona situada cerca de San Francisco ha sido durando muchos años el lugar por excelencia de las grandes empresas tecnológicas y una tierra de oportunidades para emprendedores. Ahora, se encuentra en un proceso de deslocalización –que ya había empezado antes de la llegada de la covid-19– y se adapta a la nueva realidad, como el resto del mundo. Pero sigue habiendo una altísima concentración de nuevos proyectos e inversores, que hacen que todavía muchas compañías busquen internacionalizarse allí. El director de la oficina de Acció en Silicon Valley, Marc Bonavia, explica que no es el lugar adecuado para entrar en Estados Unidos, pero sí para dar el salto a nivel global: "Silicon Valley no es el pasaporte a EE.UU., sino a la Luna".

La covid-19 ha afectado al ecosistema emprendedor más importante del mundo. "El coronavirus ha enviado a todo el mundo a casa, pero con la diferencia de que aquí todo el mundo ya sabía que calentar la silla no aporta ningún valor y ahora se ha confirmado", indica Bonavia. Muchas de las empresas que están establecidas aquí no volverán a las oficinas hasta mediados del año que viene, como mínimo. Esto hace que las dinámicas de equipo hayan cambiado: "No es lo mismo habla por Zoom desde casa, que utilizarás para hacer una reunión concreta, que compartir ratos muertos con los compañeros en la oficina".

Es de este intercambio de visiones y opiniones –Silicon Valley tiene un ecosistema de talento muy diverso– que aparecen las buenas ideas de innovación, asegura el director de la oficina de Acció en la zona. ¿Cómo lo hacen ahora las empresas? "Buscan nuevas maneras de hacer posibles estos encuentros más relajados, a través de la gamificación y otros tipos de encuentros online", asegura Bonavia. El abandono temporal de las oficinas ha acelerado un proceso de deslocalización que ya había empezado antes de la llegada de la covid-19.

"No podemos pensar que las empresas catalanas no tenemos derecho a la fiesta de Silicon Valley", según Marc Bonavia (Acció)

Y es que el precio de las oficinas, el suelo y la vida en Silicon Valley y los alrededores es extremadamente elevado. "Crecer físicamente es complicado para las empresas, así que las más importantes empiezan a crear sedes en otros lugares de EE.UU.", explica. Hay tres ciudades que de momento encabezan la elección de las grandes corporaciones: Austin (Texas), Boulder (Colorado) y Seattle (Washington). En la primera ya se han establecido Tesla y Google, mientras que Amazon y Microsoft se encuentran en Seattle.

¿Una empresa catalana puede llegar a Silicon Valley?

Pero este ecosistema emprendedor parece muy lejos de Catalunya. ¿Es posible que llegue una empresa catalana? No hay que ir muy atrás para encontrar un ejemplo: en octubre aterrizó Vilynx. En este caso, fue a través de una transacción con Apple, que adquirió la startup por 50 millones de euros. "No podemos pensar que no tenemos derecho a esta fiesta", se queja Bonavia. Pero admite que no cualquier compañía está preparada para entrar en Silicon Valley.

"Tienen que ser empresas que puedan soportar un crecimiento brutal, pasar de 100 usuarios a 100.000", explica. Allí, hay muchos profesionales e inversores con experiencia en este tipo de crecimiento desmedido. Pero lo más importante es que hay capital disponible para hacerlo. A pesar de que la pandemia ha frenado las inversiones, Bonavia afirma que sólo ha sido una pequeña sacudida en el camino y que los niveles ya se han recuperado. El fenómeno que ha identificado, en este sentido, es la entrada con fuerza de nuevos sectores que se han hecho, de repente, atractivos.

Es el caso de la salud y las herramientas de teletrabajo, por ejemplo. "Los inversores, sin moverse de casa tienen un montón de propuestas cada día; hay mucha abundancia tanto de proyectos emprendedores como de inversores dispuestos a poner dinero", concluye. Es esta concentración de factores en un lugar muy concreto que convierten a Silicon Valley en el sitio adecuado para dar el salto definitivo al mundo.