
Hace casi tres décadas, a mediados de los años 90, hablar de la custodia del territorio o de conservar la biodiversidad podía sonar extraño y resultaba una práctica poco habitual. A pesar de ello, ya existían entidades que reivindicaban la gestión fluvial o forestal o apostaban por el voluntariado ambiental. Así se enmarca el nacimiento de la asociación medioambiental la Sínia, surgida en 1997 en Altafulla, con la voluntad de ser un agente transformador en la custodia del territorio, especialmente del ámbito fluvial. Su espacio de actuación se ha enmarcado en la cuenca del río Gaià, que atraviesa las comarcas tarraconenses de la Conca de Barberà, el Alt Camp y el Tarragonès. En el marco de esta tarea de conservación, el Institut Català de Finances (ICF) ha financiado la Sínia con un préstamo ICF Agroliquidez de 100.000 euros. El crédito del organismo de la Generalitat de Catalunya ha servido para financiar parte del coste de la limpieza forestal del subsuelo de los bosques del entorno del Gaià.
Con más de 27 años de historia, en la asociación medioambiental la Sínia “hemos puesto el foco en la tarea de consolidar un modelo de trabajo basado en tres pilares fundamentales: la conservación de la biodiversidad, la educación ambiental y el fomento de la participación ciudadana a través del voluntariado”. Así explica su propósito la presidenta de la entidad, Raquel Córdoba. En esta línea, el técnico de custodia de la Sínia, Héctor Hernández, añade que “uno de nuestros compromisos más importantes es la promoción de los convenios de custodia del territorio, una herramienta esencial para implicar a propietarios, administraciones y ciudadanía en la protección de los espacios naturales”.
Actualmente, la asociación tiene en marcha un programa de custodia fluvial en colaboración con la Agencia Catalana del Agua (ACA), centrado en la cuenca del río Gaià y el torrente de la Móra.
La Sínia pone un énfasis especial en la restauración de los ecosistemas fluviales, la protección de la biodiversidad y la participación activa de la sociedad
“Gracias a la implicación de voluntarios y colectivos locales, impulsamos acciones que contribuyen a la mejora del patrimonio natural y fomentamos la concienciación ambiental para garantizar un futuro mejor”, afirman los dos responsables de la asociación.
Financiar la biodiversidad
En el año 2024, la asociación ambiental la Sínia se integró en el proyecto ‘Custforest’, que quiere implantar la figura de la custodia forestal, la gestión y la introducción de los procesos de bioeconomía. El proyecto debe derivar en un proceso de gobernanza compartida del río Gaià, que favorecería la reintroducción de una especie: la tortuga mediterránea. Fruto de esta necesidad, la entidad solicitó apoyo financiero al ICF, que ha otorgado un préstamo ICF Liquidez de 100.000 euros para financiar parte del coste de la limpieza forestal del subsuelo de los bosques del entorno del río Gaià con el objetivo de reducir el riesgo de incendios y potenciar la biodiversidad. La línea de financiación ofrece préstamos para personas autónomas y empresas agrarias, agroalimentarias, forestales y del sector de la pesca afectadas por incrementos de precios, por el cambio climático o que quieran realizar una pequeña inversión.
Héctor Hernández explica que con la iniciativa, que forma parte de un proyecto europeo de los fondos Next Generation, “hemos recibido en todo momento la orientación del ICF, que nos guió hacia nuestras necesidades”. Además de la gestión ágil, el técnico de la Sínia destaca “la facilidad de los trámites y unas condiciones financieras muy competitivas”.
La asociación explica que con el ICF “hemos recibido en todo momento una orientación que nos guió hacia nuestras necesidades”
La Sínia, que se define como una entidad ambientalista más que ecologista, asegura que “continuamos trabajando para consolidar un modelo de convivencia respetuoso con el medio natural e implicar cada vez más personas en esta causa”. El propósito final es convertirse en una herramienta para la transformación de la sociedad. Aunque inicialmente nació como una agrupación de voluntarios dedicados a proteger la desembocadura del río Gaià, a partir de 2009, las intervenciones se ampliaron a toda la cuenca. Desde entonces, la Sínia forma parte del Grupo de Custodia Fluvial de la Red para la Conservación de la Naturaleza (XCN) y su misión se centraliza en la conservación de hábitats acuáticos (litorales y continentales) y su biodiversidad autóctona asociada, la educación ambiental en las escuelas y el voluntariado ambiental a partir de las actividades que la entidad organiza en diversos municipios de la cuenca del Gaià.
En la actualidad, la Sínia dispone de diversas líneas de acción como el proyecto ‘Territorio Salamandra’, iniciado en 2017 para la recuperación de este reptil. La asociación tiene unos 200 socios y más de 700 voluntarios, de forma que ha conseguido consolidar uno de sus objetivos fundacionales, que es llevar a cabo iniciativas relacionadas con la conservación de la biodiversidad, pero siempre con la implicación de la sociedad.
Dada su voluntad de potenciar la gobernanza compartida de la custodia del territorio, la Sínia tiene la esperanza de que en un futuro no muy lejano los tres espacios naturales actuales del Gaià, que ocupan una parte de los 68 kilómetros de su cuenca, se conviertan en un parque natural con el río como eje.