La automoción tiene varios frentes abiertos. Las transformaciones en las que está inmersa una industria que ha sido imprescindible y acomodada en el último siglo miden la resistencia de las empresas del sector y su capacidad de evolucionar. El coche eléctrico, conectado y compartido son los tres retos a los que se enfrentan, según explica la directora general de Volkswagen España, Laura Ros, en Matins Esade. "La verdadera revolución no será la transición eléctrica, sino el software", asegura. Y es que considera que el coche del futuro será un dispositivo de movilidad conectado tanto con el resto de vehículos, como con los usuarios y las infraestructuras. "Esto permitirá hacer la conducción será mucho más segura y eficiente", añade Ros.
El objetivo final es tener un coche completamente autónomo, pero por el camino pasará por varios grados de autonomía. La inversión de Volkswagen para conseguirlo es de 14.000 millones de euros entre 2020 y 2024. Este cambio requiere nuevo talento en las automovilísticas y una adaptación de los procesos a su manera de hacer, explica Ros: "Es un cambio de paradigma en la industria: los ingenieros de software hablan un lenguaje totalmente diferente". Pero el proceso de incorporación de estos profesionales todavía es incipiente. Según la directiva, sólo un 10% del diseño de software se hace actualmente en el sí de los fabricantes de vehículos, mientras que el resto se externaliza. El objetivo de Volkswagen es pasar a hacerse cargo directamente de un 60% en los próximos años.
"Los protagonistas de este cambio son las personas que gestionan la tecnología y provocan las disrupciones", dice Ros. Entre los perfiles que están incorporando automovilísticas como Volkswagen hay profesionales que provienen del sector de los videojuegos, por ejemplo. A pesar de que la compañía alemana mantiene la organización tradicional del trabajo, va introduciendo poco a poco "proyectos que a corto plazo dan un regreso muy pequeño, pero que es un aprendizaje imprescindible". Ros asegura que la incorporación de nuevas dinámicas será imprescindible con la llegada de profesionales otros sectores: "Se tiene que hacer una reflexión sobre qué estilos de liderazgo tenemos que implementar: de momento, ya somos una organización más flexible y diversa". Uno de los proyectos que ya han empezado a incorporar algunos modelos de Volkswagen en cuanto a coches conectados es la realidad aumentada, a través de un sistema que proyecta en el vidrio información de navegación.
Frenar el cambio climático y la movilidad de las ciudades
El segundo reto de la industria de la automoción es ser cada vez más sostenible y la principal vía de actuación para conseguirlo es la electrificación de los coches. Ros recuerda que el transporte global es responsable de un 14% de las emisiones de CO2 y que, por lo tanto, el sector juega un rol importante al frenar el cambio climático. Es este contexto que ha provocado "un despliegue de medios muy importante y sin precedentes en Volkswagen". Según explica la directora general de la marca en España, entre 2020 y 2024, la empresa invertirá un total de 33.000 millones de euros en movilidad eléctrica. El hito marcado por todas las marcas del grupo es de llegar a 75 modelos eléctricos en 2029.
Para fabricarlos es necesaria una "transformación de las fábricas y de toda la cadena de valor", explica Ros. También tendrán que cambiar las ciudades y las infraestructuras para permitir la carga de los coches. Es un requisito indispensable para ampliar la flota de vehículos eléctricos. "Hay un interés por parte de la sociedad, toda la industria está participando, pero necesitamos la ayuda de las administraciones para tener unas normativas lo más homogéneas posibles, para crear redes de carga...", reclama Ros.
"Hemos pasado de ser un fabricante a un proveedor global de soluciones de movilidad", según Laura Ros, directora general de Volkswagen España
Finalmente, la tercera transformación de la automoción es el cambio en el concepto de propiedad, que nace de una sociedad cada vez más urbanizada y sin necesidad de contar con vehículo propio en todo momento. Aquí entra en juego el coche compartido, que poco a poco va ganando terreno. De hecho, las mismas automovilísticas han empezado a ofrecer servicios de carsharing. Es el caso de la filial española de Volkswagen, Seat, que a finales del año pasado entró en este negocio pero ahora se plantea salir.
En el caso de la empresa alemana, la previsión era lanzar los coches compartidos propios en Madrid en julio, pero el coronavirus ha hecho aplazar el estreno, todavía sin nueva fecha. Estas tres disrupciones han provocado un cambio en la estrategia global de Volkswagen, según explica Laura Ros: "Hemos pasado de ser un fabricante a un proveedor global de soluciones de movilidad". La pandemia ha incidido de una manera, ha acelerado los tres retos.