Con la voluntad de analizar qué papel tiene que jugar la sostenibilidad en el ámbito empresarial, VIA Empresae Ibercaja han organizado, durante la jornada del miércoles, un debate en las instalaciones del DFactory. Desde este espacio, el Consorci de la Zona Franca de Barcelona impulsa un ecosistema de la industria 4.0, siempre con la voluntad de concentrar el talento y la tecnología en un mismo espacio.
"La sostenibilidad no depende de un único sector o departamento. Implica un replanteamiento de ideas y hábitos", ha apuntado Elena Busquets, directora de VIA Empresa. Como punto de partida del acto, Busquets también ha querido plantear la sostenibilidad como "una serie de aspiraciones, objetivos y obligaciones que se concretan en números, acciones e inversiones de las que no vemos resultados hasta después de unos años". Por su parte, José María Santos ha puesto encima de la mesa el concepto de economía de alianza, "una idea vinculada a los proyectos que ayudan a desarrollar un territorio en concreto". En este sentido, el gerente territorial de Ibercaja en el Arco Mediterráneo ve "básico" que las empresas formalicen "alianzas estratégicas con propósito".
Sin dejar el ámbito de debate, Pere Navarro defiende cómo "más allá de una palabra, la sostenibilidad también es una manera de hacer las cosas". El delegado especial del Estado en el Consorci de la Zona Franca de Barcelona ha aprovechado el altavoz del acto para presentar algunas de las novedades de la cuarta edición del Barcelona New Economy (BNEW). El acontecimiento se celebrará del 2 al 5 de octubre, en las mismas instalaciones del Consorci, y con un protagonismo destacado para la salud, la industria digital, el universo proptech y la movilidad. "Todas las revoluciones industriales han hecho desaparecer puestos de trabajo, pero han permitido la aparición de nuevos y nuestra obligación es aprovechar las oportunidades", defiende Navarro.
Los efectos de la construcción sostenible
La construcción, uno de los sectores más interpelados en cuanto a objetivos de sostenibilidad, eficiencia energética y reducción de las emisiones de CO2, ha protagonizado la primera parte del debate. A la hora de valorar el gasto vinculado a la construcción sostenible, los ponentes coinciden a destacar el alto precio de esta tipología de edificaciones, pero a la vez se entiende que es un esfuerzo "fundamental" a largo plazo. "La estructura de un edificio tendría que estar planteada para 500 años, con las correspondientes actualizaciones periódicas", asegura David Pedrerol, director ejecutivo de Indus.
El experto de la firma de ingeniería cree que "quien tiene dinero ya apuesta por prácticas sostenibles, y esto solo se ve en un 5-10% de la población mundial". La directora de producción del departamento de Obra Civil de Socotec, Loli Sevillano, resume el dilema en el efecto del cortoplacismo. "Las inversiones iniciales con criterios de sostenibilidad son altas, pero tienes que hacerlo pensando en la vida útil de un edificio". Bajo el criterio de la representante de Socotec, el futuro de la construcción pasa por la digitalización y "el aprovechamiento de las sinergias con otros sectores".
El precio de no hacer nada
Ricard Santamaria, director general de la consultoría ambiental Haus, se ha preguntado "¿cuál es el coste de no hacer las cosas?". El directivo explicita cómo los promotores que "han apostado por la sostenibilidad ya empiezan a experimentar beneficios en el valor de sus activos". Ahora bien, Santamaria reconoce que para llevar a cabo la transformación se necesita personal formado y actualmente es muy difícil encontrarlo". El dirigente de Haus no ha desaprovechado su turno de palabra para recordar el concepto de healthybuilding. "La salud está vinculada a la calidad de los espacios donde trabajamos y vivimos", ha argumentado Santamaria.
La percepción del mercado
Volviendo a la problemática de la financiación, Paula Ordoñez describe este aspecto cómo "una de las principales barreras a las cuales se enfrentan los propietarios". La directora de Sostenibilidad Corporativa y Soluciones ESG de Savills en España sitúa la pandemia como punto de inflexión. "Ahora, las oficinas sin ninguna clase de certificación se están quedando vacías y las grandes empresas, cómo por ejemplo Amazon, necesitan espacios logísticos que cumplan ciertos protocolos internos".
Con la sensación que todavía queda mucho camino a recorrer, Ordoñez lamenta que "todavía no existe un consenso para valorar el impacto de la sostenibilidad". Dentro y fuera de la empresa, la representante de Savills ha encontrado "dificultades para hacer ver a la gente aquello que es material y lo que no lo es". En clave estrictamente de recursos humanos, la sostenibilidad en las empresas también pasa por la formación, la conciliación laboral y "qué calidad ofrecemos en las oficinas".
Procedente del mundo farmacéutico, Patricia Mateos, responsable de Compliance en Uquifa, ha reivindicado la necesidad de que en los comités de sostenibilidad de las empresas se agrupen las voces de todos los departamentos. "Es imprescindible, además, que en estos comités haya cargos directivos con poder de decisión en la empresa", puntualiza Mateos.
Siguiendo el discurso de la responsable de Uquifa, Joan Sabartés reconoce como un problema "el hecho de saber trasladar al cliente todo el trabajo interno, en materia de sostenibilidad, que puedes hacer con un proveedor sobre un determinado producto". Independientemente del momento, el director de Operaciones de Bon Preu ha advertido que "todo aquello no inventado es caro". La cadena de supermercados invierte, anualmente, entre tres y seis millones de euros para actualizar sus establecimientos.
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La necesidad vital de un plan de sostenibilidad
"O te apuntas a la transición energética o te quedas fuera de juego", así de contundente se ha expresado José Guerra, especialista de ESG en Naturgy, a la hora de defender la necesidad de que las empresas tengan un plan de sostenibilidad. Desde la multinacional energética se constata que "hay un consenso para ir hacia las energías renovables, pero una discrepancia con la tecnología que hay que utilizar". Guerra valora positivamente el papel de la electrificación y hace un llamamiento a "no olvidar el papel del gas". Desde la vertiente económica, Ibercaja reitera que, hasta ahora, la sostenibilidad solo se tenía en cuenta en determinados productos financieros y "ahora, este factor ya tiene una importancia destacada a la hora de gestionar el riesgo".
El debate de VIA Empresa e Ibercaja también ha dado voz al punto de vista de otro actor de la administración pública como es Renfe. Rubén Leonor, director de Estrategia y Calidad de la empresa ferroviaria, vaticina que "la sostenibilidad ha venido para quedarse". A partir de las experiencias y los desafíos de los usuarios y usuarias de los servicios de Renfe, Leonor ha recordado que "los clientes y las empresas de mercancías nos exigen medir el impacto". En el contexto del rendimiento económico inmediato, el ejecutivo de Renfe pide que cuando se habla del mundo ferroviario es "alta inversión con un impacto social, más allá de unos determinados números".
¿El mundo admite la palabra decrecimiento?
Lejos de acciones concretas, Francesc Ribera, director del Clúster d’Eficiència Energètica de Catalunya, ha planteado su reflexión alrededor de una pregunta. "¿Estamos dispuestos a decrecer?", expresa Ribera para dibujar el futuro modelo de generación de energía renovable. Otro de los retos del Clúster es "implicar a todos los agentes en la gobernanza de los proyectos". La organización no se ha mostrado muy favorable a la gestión de los fondos Next Generation. "Hemos tenido experiencias mejorables con los PERTE", ha descrito Ribera ante los ponentes presentes en la primera planta del DFactory. El Clúster justifica el posicionamiento por la falta de información clara para las pymes y, a la vez, unas convocatorias "que no van estrictamente relacionadas con las necesidades reales".
Un país de calidad y la concienciación social
Una vez cada cual ha expuesto su teoría sobre la sostenibilidad, desde cada ámbito de especialización, el debate ha girado hacia un estadio más cotidiano. "Si queremos un país de calidad, donde la gente aspire a cumplir ciertos criterios de sostenibilidad, tenemos que pagar sueldos de calidad", ha exclamado Joan Sabartés. El directivo de Bon Preu insta a priorizar una nueva planificación de la movilidad para revertir incidencias actuales como el impacto negativo del servicio de Cercanías por la movilidad. En el mismo sentido se ha expresado Loli Sevillano (Socotec), "si hablamos de movilidad sostenible, el foco está en el ferrocarril". Según José Guerra (Naturgy), "la gente ha tomado conciencia de la sostenibilidad, pero todavía no tiene interiorizado el sentimiento de colectividad. "La presión es tan grande que estamos obligados a hacer estos cambios", concluye Patricia Mateos.