El presidente de Renfe, Isaías Táboas, se ha fijado como compromiso personal aumentar la presencia de la empresa pública en Catalunya: "Buscaré la manera de crecer, de penetrar mejor en el tejido económico y social catalanes". ¿Cómo lo hará? Destinando una tercera parte de la inversión total al territorio. Uno de los objetivos de la operadora de trenes es incrementar un 45% los pasajeros diarios, para pasar de los 450.000 actuales a los 600.000 en los próximos años. "Los 155 trenes de mercancías que salen del puerto de Barcelona me parecen pocos; que sólo un 16% del tráfico ferroviario esté en Catalunya, me parece poco; un 34% de los viajeros comerciales con origen o destino en Catalunya me parecen pocos", ha dicho Táboas en una sesión del ciclo dedicado a infraestructuras del Círculo de Economía.
El directivo ha destacado el tamaño que ya tienen las Roadlies. Si se considerara una empresa en sí, estaría entre las 50 más grandes del territorio. Y este es el camino que Táboas quiere seguir: "Es el papel que tiene que tener Renfe en Catalunya". En concreto, las inversiones que tiene presupuestadas Renfe para 2021 son 856 millones de euros; de estos, unos 260 millones serán para Catalunya. El esfuerzo de la compañía es evidente en un año en el que la demanda de transporte ha bajado drásticamente debido a las restricciones de movilidad implantadas a causa de la covid-19. La cifra es más del doble que la de 2020 y un 193% superior a la del ejercicio anterior.
La empresa pública se autoproclama uno de los motores de recuperación económica: "Tenemos una gran capacidad de inversión, resiliencia y vocación de acelerar dos componentes básicos de la reactivación, la digitalización y la internacionalización". Una de las estrategias que el presidente de Renfe ve más importantes en este sentido es desviar la atención de los servicios comerciales a los públicos, es decir, de la alta velocidad a las Cercanías. "Son unas decenas de millones de usuarios frente a cientos de millones", ha explicado.
Es por eso que se han licitado 300 trenes por valor de 3.832 millones de euros que estarán en las vías en unos tres años -después del proceso de compra, fabricación y certificación-. Táboas ha puesto cifras al abandono de la red pública de trenes y ha explicado que hacía 10 años que no se renovaba la flota de Cercanías ni se mejoraban sus infraestructuras. Esta inversión en transporte de corta distancia dará trabajo a unas 50.000 personas, según ha indicado el presidente de Renfe sacando pecho: "Son trabajos directos durante varios años en las fábricas de nuestros proveedores".
Toda la movilidad en una app
La segunda pata de la estrategia para convertirse en motor de recuperación económica es la digitalización. El máximo objetivo de Renfe en este campo es el desarrollo de Renfeas a service, una aplicación que se tiene la intención de que unifique todas las formas de transporte disponibles en una plataforma. "Al salir de casa, el usuario podrá alquilar un coche, coger un patinete, una bicicleta o una moto compartida para ir hacia la estación de tren; allí ya tendrá el billete que habrá comprado con la app y cuando llegue al destino también habrá un medio de transporte para desplazarse a casa, al trabajo o a cualquiera otro lugar", ha explicado Táboas.
Renfe se ha marcado el objetivo de que un 20% de los ingresos anuales a partir de 2028 provengan de sus negocios internacionales
Esta plataforma no es sólo una apuesta de transformación digital, sino que supondrá unos ingresos extra de 100 millones de euros en los próximos tres años. A finales de año se licitará un socio que contribuirá en el desarrollo tecnológico y la escalabilidad y a principios de 2021 ya habrá disponibles los primeros prototipos. El presupuesto total en digitalización entre 2021 y 2024 será de 700 millones de euros. Como parte de la estrategia, algunos servicios digitales de Renfe se trasladarán de las grandes ciudades a municipios de la España vacía, donde la empresa tiene espacios que antes eran muy utilizados en la red ferroviaria y ahora han quedado en desuso. Estas acciones supondrán la creación de 400 puestos de trabajo.
La tercera y última rama que tirará hacia la recuperación -tanto de la compañía como de la economía española- tiene que ser, según el directivo, la internacionalización. "Hoy en día tenemos proyectos en los cinco continentes", ha explicado. Las previsiones son optimistas y ambiciosas. El objetivo marcado era de ingresar 500 millones anuales con los negocios en el extranjero a partir de 2028 y lo han aumentado a 1.000 millones. Esto supondría que un 20% de la facturación proviene de otros países.
Las curvas de la pandemia
Los efectos de la covid-19 son especialmente relevantes en movilidad, uno de los sectores más afectados por las restricciones para frenar la pandemia. La cronología que hace Táboas es la siguiente: "Cuando se declara el estado de alarma, la demanda cae un 99%; recuperamos poco a poco y salimos del estado de alarma con el 32% de la demanda. Pero llegan los rebrotes de agosto y vamos en caída libre. El 18 de octubre estábamos en el 23% de la demanda, casi 10 puntos menos que al salir del confinamiento". Dos factores que han influido en la reducción de clientes en los momentos de no confinamiento han sido el teletrabajo y la teleformación.
Táboas asegura que los nuevos confinamientos obligan a revisar las previsiones de recuperación de usuarios, marcadas para finales de 2022
Según los datos qua ha dado el presidente de Renfe, el 9,5% de viajeros de AVE hacen un 50% de los viajes. Esto significa que una variación mínima –"si alguien decide cancelar reuniones, por ejemplo"– se note mucho en la venta de billetes. En cambio, las clases virtuales de instituto, Formación Profesional y universidad impactan más en el transporte público, en Cercanías.
Táboas ha afirmado que las encuestas dicen que, actualmente, un 94% de españoles no tiene ningún viaje programado. Esta proporción es altísima si se compara con cualquiera otro momento. En plena crisis, por ejemplo, un 21% de los encuestados aseguraban que no tenían perspectivas de hacer desplazamientos. La segunda oleada y la incertidumbre han hecho modificar las previsiones de recuperación de Renfe. "Calculábamos que recuperaríamos los niveles de pasajeros a finales de 2022, pero con los nuevos confinamientos creemos que no llegaremos", ha lamentado.
La situación coincide con un hito importante en la historia del transporte español: la liberalización ferroviaria. Antes de acabar el año, otras empresas podrán optar a operar los servicios de trenes en el Estado. "Nosotros ya teníamos competencia: el transporte aéreo y por carretera; ahora, también lo tendremos en las vías, pero es una buena noticia para Renfe, porque nos dará la oportunidad de sacar músculo", ha asegurado Táboas. La única opción que tiene la empresa pública es fidelizar a sus clientes, empezando por Catalunya.