La pandemia ha puesto sobre la mesa brechas de la sociedad que habían quedado adormecidas. La exclusión social siempre ha sido un problema para la población. De hecho, estudios recientes de Idescat cifran las personas en riesgo de exclusión social en Catalunya en un 26% del total de la población. Y esta cifra no hace más que aumentar debido a la crisis provocada por la covid-19, puesto que muchos sectores han acabado para reducir sus puestos de trabajo por culpa de impagos o quiebras. Por otro lado, ha habido un sector que ha incrementado su actividad: el sector digital. En este contexto, un conglomerado de empresas y fundaciones, coordinados por el Mobile World Capital, participan en el programa BCN Inclusive Coding, una solución para reconvertir estas personas en riesgo de exclusión en posibles candidatas a conseguir ocupación en el sector digital.
"Durante la pandemia, el sector abrió más de 14.000 puestos de trabajo nuevos, un incremento que hemos querido aprovechar", explica Jordi Arrufí, director de talento digital en Mobile World Capital Barcelona. De esta necesidad a cubrir este crecimiento de la ocupación en el ámbito digital, nace esta iniciativa público-privada, que consiste en un programa de formación para personas en riesgo de exclusión. Según los datos presentados por Arrufí, casi un millar de personas se beneficiarán de esta formación hasta 2022, o ya están en proceso de selección o dentro de algunas empresas digitales, "pero quieren hacer que sigan creciendo los números", recuerda el director de talento digital.
Dentro de este programa ya hay más de 150 centros formativos inscritos, que aportan un total de 700.000 euros de inversión público-privada. Además, el ecosistema de Barcelona acaba convirtiéndose en un gran aliado, puesto que dos de cada diez ofertas de trabajo en la capital son de competencias digitales y un 40% de estas ofertas son de desarrolladores web. "Los centros con los cuales trabajamos son especialistas en ocupación y los datos que tenemos determinan que un 70% o más de las personas que se forman aquí acaban encontrando trabajo", describe Arrufí.
Fuertes: "Este proyecto demuestra que la sociedad y las instituciones son mucho más inclusivas y refuerza la necesidad de tener referentes de impulso y reivindicación de cambio"
La colaboración público-privada es clave en el proyecto. Por eso el ayuntamiento de Barcelona es una de las entidades que colabora en el proyecto, así como Cruz Roja, el Servei Públic d'Ocupació de Catalunya (SOC) o la Fundació Esplai. "Este proyecto demuestra que la sociedad y las instituciones son mucho más inclusivas y refuerza la necesidad de tener referentes de impulso y reivindicación de cambio", dice Sònia Fuertes, comisionada de Acció Social del ayuntamiento de Barcelona. Una opinión que también comparte Juan José Torres, director del SOC quien añade que "no se tiene que dejar a nadie atrás" y que proyectos como este "consiguen encontrar lo mejor de las personas".
La otra pata esencial para esta iniciativa son las empresas que participan en el programa que ya son unas 24, pero que también "es una cifra en crecimiento", según el director de talento digital del Mobile World Capital Barcelona. Estas compañías se han sumado al programa y tienen la voluntad de dar trabajo a todas aquellas personas que salgan preparadas de la formación o cuando menos que tengan cabida en el proceso de selección de personal de sus empresas. Y es que tal como recuerda Enric Morist, coordinador de Cruz Roja en Catalunya: "Una alianza de estas dimensiones demuestra la voluntad de las entidades y empresas a hacer sacrificios".
Una propuesta de éxito
El programa consta de cuatro pasos importantes a seguir para las empresas reclutadoras de talento. El primero consiste en la captación de las personas con potencial. Seguidamente, se les presenta un asesor formativo que explica y determina cuáles son las formaciones que podrían ser más beneficiosas dependiendo del perfil de las personas. En tercer lugar empieza la formación digital como tal, coste que asumen los centros formativos y finalmente, el acompañamiento en la entrada al mundo laboral de estas personas en riesgo: "Proyectos como este pueden suponer un cambio para personas en situación vulnerable", añade Núria Valls, directora general de Fundació Esplai.
Las entidades colaboradoras son ambiciosas y ya han determinado un objetivo para los próximos 10 años: "Queremos conseguir 10.000 puestos de trabajo para personas en riesgo de exclusión que hayan participado en nuestras formaciones", explica Arrufí. Aparte, no solo se convierte en una oportunidad de ocupación para estas personas sino que según informa el director de talento digital, también tiene carácter retroactivo: "Queremos aprovechar este nuevo talento que formamos, pero sobre todo tener la posibilidad de cambiar la vida de estas personas".