La temporalidad catalana es la cuarta más alta de los países desarrollados europeos y tiene un volumen similar al mercado de trabajo de Holanda. Según Pimec, la temporalidad es del 26,7% y los contratos de muy corta duración hacen que uno de cada cuatro nuevos convenios sea de menos de una semana. Qué sepuede hacer en contra, que la causa, como reducirla? "El mercado laboral se asemeja cada vez más al juego de las sillas", afirma el profesor titular a la Universidad Autónoma de Madrid e investigador de Fedea Marcel Jansen, que ha participado en el debate La temporalidad laboral en el punto de mira, organizado por la patronal de la pequeña y mediana empresa.
"El buen crecimiento de la ocupación es una buena noticia, pero los nuevos lugares de trabajo son más precarios si los comparamos con los de antes de la crisis", avisa Jansen. Uno de los aspectos que llaman más la atención, según dice, es el incremento en la proporción de contratos de muy corta duración. "Los datos sitúan España en lo alto del ranking de países con la proporción más grande de ocupación no estándar de Europa y se urge a diseñar una estrategia que aborde la raíz del problema. La contratación indefinida tiene que ser la norma y no la excepción".
Un problema estructural?
Hasta el estallido de la crisis, la tasa de temporalidad española duplicaba la media europea. El origen de esta dualidad laboral viene de la reforma del 1984, que liberalizó el uso de los contratos temporales. De entonces acá ha habido muchos intentos "infructuosos" de reducir esta tasa. Pero sólo la crisis económica ha sido capaz de recortarla 10 puntos porcentuales "por la destrucción de lugares de trabajo temporales". Ahora bien, con la recuperación, la tasa de temporalidad ha vuelto a niveles del 2007.
Esto desemboca en una aparente paradoja que nos lleva a menos ocupación y más contratos: "Hay más contratos que antes de la crisis, pero menos ocupación. La tasa de temporalidad es ahora más baja que antes de la crisis y algunos creen que esto es bueno, pero en realidad es que se han disparado los contratos cortos".
Jansen: "Hay más contratos que antes de la crisis, pero menos ocupación"
Se trata de un problema estructural? El elevado peso de actividades estacionales importa, pero explica el 10% de la diferencia con la media europea, según el profesor. El 90% restante se explica por las diferencias en las tasas de temporalidad por sectores, todas más altas en España. Qué quiere decir esto? "El problema no es el peso del sector de la construcción sino el alta tasa de temporalidad de este sector".
Muy corta duración
Se ha vivido un auge de los contratos de duración muy corta. Actualmente, el 26% de los contratos duran menos de una semana y el 40%, menos de un mes. Haciendo el foco en el sector de la hostelería, la temporalidad no es sólo por culpa del "solo y playa". Desde el 2009, el número de contratos en este sector se ha triplicado y cuenta con el mayor número de contratos de corta duración y de recontractacions.
El 62% de los contratos de menos de una semana se firman con personas con un nivel educativo bajo. Más de un tercio (35%) son a la hostelería, mientras la industria manufacturera es el tercer sector en contratación de muy corta duración con el 11,4%. "Y esto no es por uno os excesivo de los servicios de las ETT", avisa Jansen.
Causas de la temporalidad?
Las hipótesis a que apunta Jansen como causas de esta temporalidad son dos: "Ahorrarse costes durante la crisis y la digitalización". El profesor cree que la gestión de los recursos humanos justo in time gracias a la digitalización ha facilitado que las empresas deriven parte de sus riesgos sobre las espaldas de sus trabajadores: "Se tendrá que abordar una regulación de este problema. Necesitamos flexibilidad pero se tiene que encontrar un equilibrio y no poner sobre el trabajador todo el peso del riesgo de la relación laboral. Sólo hay que ver el trabajo que ofrecen ciertas plataformas digitales que reducen al mínimo los riesgos de una relación mercantil", apuntando a empresas como Deliveroo o Glovo.
El muro
La principal explicación del abuso de los contratos temporales no es el nivel de costes del despido, sino la diferencia en la protección de fijas y temporales. Esto es el que el profesor denomina "el muro". Los contratos temporales tienen una fecha de caducidad y en vez de convertirlos en fijas, muchas empresas prefieren rescindir la relación y contratar otra persona. Las principales víctimas de esta "rotación ineficiente" son las personas con poca calificación y los jóvenes. Las diferencias en costes incluyen tanto las indemnizaciones por despido como las diferencias en costes administrativos y el grado de seguridad jurídica. "El resultado es un sistema donde las empresas escogen el tipo de contrato en base a diferencias arbitrarias en costes en vez de en características intrínsecas del lugar de trabajo", afirma el profesor.
El alta temporalidad laboral atrasa la emancipación de los jóvenes y causa baja tasa de natalidad
Y qué son las implicaciones económicas de este sistema resultante? "La dualidad laboral tiene un altísimo coste económico: una excesiva volatilidad cíclica de la ocupación, bajos niveles de productividad, lentitud en el ajustamiento de los salarios de convenio, a nivel macroeconómico", pero también a escala individual o del mercado laboral: "Ocupación inestable, bajos salarios, poca inversión en formación, desigualdad de las posibilidades de avanzar en las empresas, dificultades para acumular derechos a prestaciones contributivas y, incluso, atraso de la emancipación de los jóvenes o baja tasa de natalidad".
Soluciones?
Jansen insinúa, en contra del que desea el presidente de Pimec, Josep González, que sería óptimo hacer pagar más a las empresas que abusan de la temporalidad porque las que contratan de manera indefinida no tengan que subvencionar los trabajadores que las empresas temporales despiden. "Las diferencias en la rotación genera subvenciones cruzadas entre empresas y sectores: las empresas que eructan poco acaban financiando las prestaciones generadas por empresas que eructan mucho", afirma.
Y los Gobiernos, que han hecho? Las reformas laborales del 2010 y del 2012, según el experto "no han empeorado el acceso a la ocupación indefinida, pero tampoco lo han mejorado". Según dice, "sin medidas, la tasa de temporalidad volverá a los niveles de antes de la crisis".
"Por las empresas sigue siendo más económico y seguro rescindir un contrato temporal que un indefinido", indica Jansen. "Eliminar el nivel de indemnizaciones entre fijas y temporales sólo eliminaría una de las fuentes de desigualdad", afirma. En este sentido, el TJUE abrió la puerta a una equiparación de las indemnizaciones entre contratos fijas y temporales: "Portugal lo hizo y tiene una tasa de temporalidad del 23%, la misma que antes de la crisis".
"Cuanto más estricta sea la protección de los contratos indefinidos, más complicado será acceder", concluye.