Seguro que más de un lector se ha indignado con el titular de este artículo. Reconozcámoslo: es una provocación. El objetivo es captar la atención hacia una realidad que, nos guste o no, es inevitable: el auge del trabajador independiente. "Tener siete trabajos a la vegada parece precario porque el ideal social es tener sólo una de buena; pero el que es realmente precario es tener un solo trabajo", asegura Genís Roca, socio y presidente de RocaSalvatella, durante la jornada sobre el futuro del trabajo autónomo celebrada esta mañana de lunes a Pimec.
"Si sólo tienes un trabajo te arriesgas a que el viernes te truquen y te digan que lunes no vuelvas. Si tienes seis otros trabajos, no es tan grave", prosigue el experto. Por lo tanto, compaginarlas "es bueno para tu seguridad". Según Roca, con la fina ironía de la provocación, "los bonos pueden trabajar en siete proyectos, los no tan bonos sólo en uno".
Todos seremos autónomos?
Estas reflexiones invitan a imaginar un futuro pleno de trabajadores autónomos compaginando proyectos. Una figura que, de hecho, no se reconoció legislativamente en España hasta el 2007. Hasta entonces, el Estatuto del Trabajador sólo consideraba este calificativo a los empleados por cuenta ajena. Ahora el estatus legal de los trabajadores por cuenta propia vuelve a estar de actualidad con la reforma de la Ley de los Autónomos a punto de aprobarse.
Roca: "Los bonos pueden trabajar en siete proyectos, los no tan bonos sólo en uno"
"Esta reforma mejora la seguridad social de los autónomos, pero algunas cosas han quedado con cierta inseguridad", lamenta Antonio Benavides, inspector de Trabajo y Seguridad Social de Barcelona. Un ejemplo es que continúa sin quedar claro cuando una persona se tiene que dar alta al RINDA. "El requisito de obligatoriedad viene por el hábito. Pero es difícil establecer qué es y que no una actividad habitual", evidencia.
Por el doctor en Recursos Humanos y catedrático sobre el futuro del trabajo de Esade, Simon Dolan, el problema es que ni la legislación ni las empresas "no están entendiendo la magnitud de esta transformación y no se están preparando por el cambio". Asegura que somos en un proceso de "transformación sin marcha atrás" causado por la transformación digital, la globalización y la creatividad.
El trabajo independiente
Un estudio de McKinsey apunta que el 30% de la población mundial en edad de trabajar practica alguna forma de trabajo independiente. De hecho, todo el crecimiento limpio de puestos de trabajo en los Estados Unidos entre 2005 y 2015 se explica por este tipo de ocupación.
Dolan: "Las empresas no están entendiendo la magnitud de esta transformación y no se están preparando por el cambio"
"Yo intento animar mis hijos porque tengan siete trabajos a la vegada", insiste Genís Roca. Lejos de verlo como un problema, el cambio de mentalidad que requiere este nuevo mundo sirve para asimilar esta opción como una manera de "formar parte de siete entornos y siete espacios de oportunidad".
En este sentido, Roca ha instado el regulador a "dejar de diseñar la legislación pensante que se tiene un solo trabajo", haciendo referencia a los epígrafes del registro de autónomos. A su entender, "parece más fácil encontrar 10 encargos de 300 euros que uno de 4.000". Así pues, igual que "la ley a lo largo de los años ha ido revisando el que configura una relación laboral, ahora vuelve a ser necesaria una revisión".
El ciudadano productor
El fundador de Ideas for Change, Javier Crees, recuerda que "podemos hacer más con mucho menos y con el que es inmaterial hasta el infinito". En la misma línea que los otros expertos, reivindica que "en un contexto donde puedes contribuir aquí y allá necesitamos otro esquema de ver las cosas".
Cruces: "El ciudadano es un agente económico per se"
Este esquema, asegura, tiene que permitir "pensar un sistema que dé respuesta al ciudadano productor". Esto quiere decir cambiar la mentalidad del que entendemos por trabajo o valor. El ciudadano "a veces trabaja por un proyecto común como Wikipedia, a veces a cambio de algún bien como la energía y a veces a cambio de dinero". El ciudadano, pues, "es un agente económico per se". Y si es bueno, tiene más de un trabajo.