Vicepresidenta del Cercle d’Economia desde el año 2016, miembro de su consejo ejecutivo y de su consejo editorial y gran contribuidora desde hace años a la construcción de la opinión de la entidad, Teresa Garcia-Milà es una de las líderes académicas más relevantes de las últimas décadas en Catalunya y España.
Especializada en finanzas públicas, la distribución de recursos, la solidaridad interregional y el desarrollo, en el año 2018 recibió la Medalla Narcís Monturiol de la Generalitat, reservada “a las personas y las instituciones que hacen y promueven la investigación en Catalunya”.
Garcia-Milà es licenciada en Ciencias Económicas por la Universidad de Barcelona (1977) y doctora por la University of Minnesota (1987), ha sido profesora asistente y asociada en la Universitat Autònoma de Barcelona (1987-90), decana de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales (1995-2000), vicerrectora de Política Científica (2009-11) y directora del Departamento de Economía y Empresa de la Universitat Pompeu Fabra (2011-12) donde comenzó a ejercer en 1990.
Teresa Garcia-Milà recibió en 2018 la Medalla Narcís Monturiol de la Generalitat, reservada “a las personas y las instituciones que hacen y promueven la investigación en Catalunya”
En 2012 fue nombrada directora de la Barcelona Graduate School of Economics (BGSE), asociada a la UAB y a la UPF, de la que ha sido docente desde 2006; es miembro del consejo de dirección del Centro de Investigación en Economía Internacional (CREI) desde 1999; ha sido investigadora asociada al Instituto de Análisis Económico (IAE) (1987-90), presidenta de la Asociación Económica Española (2014) y presidenta de la Comisión de Profesores Letrados y Profesores Colaboradores de la Agencia para la Calidad del Sistema Universitario de Catalunya (2003-05).
Otras ocupaciones relevantes son o han sido las de profesora en economía de la University of Minnesota (cuna académica de su profesor, Andreu Mas-Colell), vicerrectora de política científica de la UPF, miembro del consejo de administración y presidenta de la filial tecnológica del Banco Sabadell; miembro del consejo de administración de Enagás, miembro del consejo de administración de Vueling y actualmente, miembro del consejo de administración de Repsol, presidenta de la Asociación Española de Economía y miembro del consejo ejecutivo de Barcelona Global.
Con todo este bagaje a la espalda, Teresa Garcia-Milà, que entró en el Cercle en 1995 de la mano de su compañero de curso, Josep Piqué (presidente entre 1995-1996 y 2011-2013), tiene autoridad más que suficiente para reclamar, no solo un sistema de financiación más justo para Catalunya sino también para todas las comunidades del estado español.
Flexibilidad para favorecer la investigación
Preocupada y convencida del papel decisivo de la investigación en el desarrollo económico, la profesora que “suena” como posible candidata a la presidencia del Cercle, también propone cierta flexibilidad a la hora de atraer y retener talento en nuestro país. Así lo manifestaba en una entrevista reciente a ON Economia, donde decía que el problema no radica solo en la falta endémica de recursos que sufre esta actividad sino que responde a un origen más bien estructural.
En este sentido, lamenta las limitaciones que tanto el mundo de la universidad como el de la investigación encuentran a la hora de competir con otros centros internacionales, mayoritariamente norteamericanos, que ofrecen retribuciones hasta tres veces superiores a las que pueden ofrecer los centros catalanes, a la hora de atraer y retener el mejor talento mundial. Una dificultad que afecta especialmente a centros como UPF Economía o la Barcelona School of Economics.
Teresa Garcia-Milà entró en el Cercle en 1995 de la mano de su compañero de curso, Josep Piqué
Es por eso que pide “ser flexibles en las compensaciones” y pone como ejemplo a la Institució Catalana de Recerca i Estudis Avançats (ICREA) creada por su admirado Mas-Colell cuando fue consejero de Universidades, Investigación y Sociedad de la Información.
ICREA, nacida en el año 2001, al cabo de un año de la toma de posesión de Mas-Colell como consejero, es una institución abierta que según su propia definición, “trabaja brazo a brazo con las universidades catalanas y centros de investigación para integrar a los investigadores catalanes” en el sistema académico del país y permite contratar profesionales de primer nivel de todo el mundo.
Actualmente, la institución cuenta con 278 investigadores que trabajan en 48 universidades y centros de investigación ubicados en Catalunya. El Instituto de Ciencias Fotónicas (ICFO), el Instituto de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES), el Centro de Investigación Matemática (CRM), el Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM), son otros centros que forman parte de la comunidad científica creada en esta galaxia.
El modelo canadiense de financiación federal
Teresa Garcia-Milà, también es una personalidad reconocida internacionalmente en materia de macroeconomía, economía pública y economía regional, especialmente enfocada en el estudio de los efectos de la inversión pública sobre el crecimiento económico y el federalismo fiscal.
En este terreno, de gran actualidad a raíz del pacto PSC-ERC que permitió la elección del socialista Salvador Illa como actual presidente de la Generalitat, la doctora Garcia-Milà se remite a un reciente informe del Cercle d’Economia (en el que participó muy activamente) para reclamar un modelo extensible a todo el estado, que dé a Catalunya más “autonomía” fiscal aumentando su responsabilidad tanto del gasto como del ingreso.
Garcia-Milà lamenta las limitaciones que tanto el mundo de la universidad como el de la investigación encuentran a la hora de competir con otros centros internacionales, mayoritariamente norteamericanos
Se trata, en sus palabras también recogidas por ON Economia, de un “modelo de carácter federal un poco al estilo canadiense, en el cual las provincias —aquí, comunidades autónomas— comparten las bases fiscales”, de manera que habría un impuesto del Estado y un impuesto de la comunidad autónoma, de los que se harían responsables de recaudar su parte, sin perjuicio de la cuota solidaria correspondiente.
El modelo alemán, en cambio, no acaba de convencer a Garcia-Milà, dado que si bien es cierto que los länder tienen competencia para recaudar, “la distribución de lo que recaudan entre el gobierno regional y el estado federal central está previamente calculada, sin que los länder puedan variar mucho los porcentajes”.
Según su propuesta, teóricamente superada por el pacto PSC-PSOE-ERC, Catalunya tendría plena autonomía para diseñar, por ejemplo, la parte del IRPF que se quedaría en Catalunya. “Lo primero que hace falta es un acuerdo político sobre hasta qué punto queremos ser solidarios” declaraba a VIA Empresa hace siete años. “Una gran mayoría de gente y regiones en España estarían de acuerdo en decir que el modelo territorial español no está bien diseñado”.
“Hay una solidaridad mal diseñada porque no necesariamente los más ricos pagan a los más pobres”, continuaba diciendo. “Se sabe que después de la distribución, el orden de más a menos queda distorsionado”. “Además, esto hace que la solidaridad tampoco sea reconocida. Una vez acordado entre todos el nivel de solidaridad, hay maneras de diseñar un modelo de financiación que sea mucho más eficaz y eficiente que el actual”, aseguraba.
Sin techo de cristal
Teresa García-Milà, celosa de su intimidad familiar, se mostró un tanto sorprendida cuando en 2016, en pleno siglo XXI, su acceso a la vicepresidencia del Cercle d'Economia fue celebrado como un hecho “tan noticiable”. Hasta el punto que en una entrevista concedida a VIA Empresa, la profesora confiaba entonces en que “con el cambio de generación este tipo de noticias no merezcan titulares”.
Actualmente, las dos vicepresidentas del Cercle son mujeres: Teresa Garcia-Milà y Núria Cabutí; la secretaria es Camino Quiroga y la tesorera, Carmina Ganyet. No es hasta el sexto lugar de la Junta Directiva que no vuelve a aparecer un hombre -Oriol Aspachs- secretario técnico, después del presidente Jaume Guardiola. En la lista de 13 vocales de la entidad, hay cinco otras mujeres. El director general es Miquel Nadal.
En el terreno de la igualdad de género, Garcia-Milà, reconoce “haber sido la primera mujer en muchas cosas”
En 1995, cuando Garcia-Milà fue elegida para formar parte, solo otras tres mujeres, Aurora Catà, Anna Carreras y Adriana Casademunt la acompañaron en la Junta. Un desequilibrio que entonces, hace solo ocho años, Teresa Garcia-Milà atribuía a que “quizás la persona adecuada no estaba disponible en el momento adecuado”. Garcia-Milà entró en el Cercle en 1996 de la mano de su compañero de curso, Josep Piqué, que fue presidente entre 1995-1996 y 2011-2013. Sin embargo, las mujeres en la institución siempre han tenido un peso significativo en su composición. Aunque hoy en día el Cercle tiene una mayoría masculina.
Las últimas elecciones, celebradas en julio de 2022, contaron por primera vez en los 64 años de historia del Cercle con dos candidatos, el mismo Guardiola y la presidenta de Trea Capital, Rosa Cañadas, que iba acompañada de otras cinco mujeres aspirantes a formar parte de la Junta. El resultado fue ampliamente favorable a la candidatura de Jaume Guardiola (y entre otros, Teresa Garcia-Milà) por 634 a 243 votos.
En el terreno de la igualdad de género, Garcia-Milà, que reconoce "haber sido la primera mujer en muchas cosas", dice que es optimista. "El progreso entre mi madre y yo es espectacular, y confío en que lo que verán mis hijas cuando tengan mi edad sea una progresión", explicaba. "No creo que sea un salto tan grande como el que ya hemos hecho", pero "lo que es cierto es que estamos ante una cuestión social y que es toda la sociedad la que ha de ayudar a equilibrar la opción de tener hijos, que es la principal dificultad... que tienen las mujeres.
Para Teresa Garcia-Milà, la cuestión se reduce a una sola necesidad: la de dialogar más y más sinceramente entre unos y otros
También cree que han mejorado las relaciones entre universidades y empresas, "que durante mucho tiempo han vivido por separado", y reclama que "para ser competitivas y para sobrevivir, las empresas se impliquen mucho más en el progreso de la tecnología y el conocimiento" y que las universidades "hablen más con las empresas".
En definitiva, tanto si hablamos de igualdad de género, como si hablamos de armonización fiscal, como si lo hacemos de las relaciones entre la academia y el desarrollo económico, para Teresa Garcia-Milà, la cuestión se reduce a una sola necesidad: la de dialogar más y más sinceramente entre unos y otros.
Porque Teresa Garcia-Milà, por encima de todo, cree sin fisuras en los efectos benéficos del consenso, tanto si es en la universidad como si es en la economía, como en todos los órdenes de la vida.
Cosa que probablemente haya contribuido al alto grado de excelencia que muestra su hoja de servicios a la comunidad.