Los tipos de interés han experimentado este último año el repunte más abrupto de su historia. Los medios de comunicación analizan con detalle todas las decisiones que adopta el Banco Central Europeo, y la tendencia alcista del Euribor se ha convertido en tema de conversación en todas las tertulias económicas, junto a la inflación. Si hace un año la banda sonora de los tipos de interés parecía una balada, en la actualidad ha adoptado ritmos de heavy metal, aumentando su intensidad. Como los vinilos de antes, el ascenso tiene dos caras. En el lado A, quienes tienen que pagar las cuotas de los préstamos; en el lado B, en cambio, los que tienen ahorros. Estos últimos quieren sacar provecho de su dinero para no perder poder adquisitivo con el alza de precios. Esta vez, sin embargo, el aumento de los tipos de interés no afectará por igual a ambas partes.
Los ahorradores tienen una amplia gama de productos para rentabilizar el dinero. La clave es el nivel de riesgo que están dispuestos a asumir. Así, las cuentas de ahorro y los depósitos a plazo fijo son los productos de riesgo más bajo según la solvencia de la entidad financiera. Con el objetivo de conseguir rentabilidad de los productos, la banca quita un trozo a los productos. En tiempos de intereses negativos, los bancos dejaron de pagar cuentas y depósitos de ahorro, y destinaron a sus clientes a fondos de inversión en la mayoría de los casos. Estos tienen, sin embargo, más riesgo, ya que funcionan según la evolución de los mercados. En los últimos meses, los fondos no han tenido muy buen comportamiento, y varios clientes han sufrido pérdidas. Así las cosas, los clientes más conservadores han optado por productos 'convencionales', con la esperanza de que el alza de los tipos de interés tenga su reflejo en la remuneración de las cuentas de depósitos y ahorro.
Hipotecas y cuentas de ahorro
La actividad de las entidades financieras varía de estado a estado y eso se nota en la oferta de productos. Así, en España los bancos se han decantado históricamente por hipotecas a tipo variable. En cambio, la época de los tipos de interés negativos cambió esa tendencia y los bancos, para obtener una mayor rentabilidad, mejoraron las hipotecas a tipo fijo. Eso lleva a que el peso de las hipotecas a tipo variable siga siendo elevado. En la vecina Francia, por ejemplo, los bancos ofrecen principalmente hipotecas a tipo fijo, por lo que los clientes no han sufrido un aumento de los tipos de interés en sus cuotas mensuales.
Sucede parecido con las cuentas de ahorro, donde los clientes tienen difícil obtener rentabilidad en sus cuentas de ahorro y depósitos. Los bancos ofrecen principalmente intereses muy bajos, en torno al 1%, y los destinan a fondos de inversión para obtener un mayor rendimiento.
La banca española ofrece a sus clientes unos de los tipos de interés más bajos de la Eurozona
Pagar menos por los ahorros
La banca española ofrece a sus clientes unos de los tipos de interés más bajos de la Eurozona, según los datos facilitados por Eurostat. Así, en diciembre de 2022 por los depósitos a un año los bancos de la zona euro daban una rentabilidad media del 1,34%, mientras que en España era del 0,42%.
La base de esta brecha reside en el nivel de liquidación de las entidades financieras españolas. Los bancos españoles tienen el ratio de cobertura más alto de Europa, el 233%, por encima de la media. Cuando la baja inflación era la principal fuente de preocupación, el Banco Central Europeo lanzó un programa especial de inyección de liquidez en la economía, ofreciendo dinero a los bancos a intereses negativos. Los bancos de España se beneficiaron de este programa para obtener liquidez fácil y barata, por lo que actualmente no necesitan pagar el ahorro de sus clientes. Incluso cuando el BCE termine de devolver el dinero dejado, no se espera que el ratio de cobertura se deteriore significativamente y que, por tanto, tenga que pagar más el ahorro a sus clientes.
La guerra por los depósitos: ¿a punto de empezar?
Con el contexto actual, no se espera una oferta agresiva de los bancos para hacerse con el ahorro de sus clientes. En otras palabras, no se espera que se lance la guerra del pasivo, pero sí se han percibido algunos pequeños movimientos en el mercado. Los clientes de la zona euro pueden abrir su cuenta en cualquier banco nacional de la unión y realizar allí depósitos a plazo fijo, consiguiendo un interés más alto. Sin embargo, no se ha notado ninguna fuga.
Aunque a priori los bancos no parece que van a pagar más por los depósitos, hay unas pocas entidades financieras que empiezan a hacer ofertas interesantes. Se trata sobre todo de bancos como el Renault Bank, que ofrece un depósito a dos años con una rentabilidad del 2,83% (UTB) y el banco Wizink, a tres años del 2,50%.
En caso de que se inicie la guerra de depósitos todas las entidades ya tienen herramientas preparadas
También se han iniciado movimientos en los bancos tradicionales, pero a través de las cuentas de ahorro. Ibercaja, por ejemplo, ha presentado la cuenta de ahorro que paga un 5% de TAE, el interés más alto del mercado. La oferta, en cambio, tiene letra pequeña. Los primeros 6.000 euros sólo se pagarán con ese interés y el cliente debe domiciliar una nómina de 1.400 euros, por lo que a corto plazo no se esperan ofertas atractivas por parte de los bancos de Hego Euskal Herria, pero en caso de que se inicie la guerra de depósitos todas las entidades ya tienen herramientas preparadas.
Locura con las letras del Tesoro
La pasión por la rentabilidad de los ahorradores nos ha dejado imágenes insólitas: colas ante las oficinas del Banco de España para participar en la subasta de las letras del Tesoro. Las Letras del Tesoro son el principal instrumento de financiación de los estados, junto con los Bonos y las Obligaciones del Estado. El Estado está realizando constantemente subastas de letras, bonos y obligaciones para obtener nueva financiación a medida que se actualiza el límite de emisiones anteriores.
Las letras son productos de hasta 18 meses y la rentabilidad de cada emisión se establece mediante una subasta. Así, los inversores expresan la rentabilidad que pretenden obtener por las letras y se adjudican mediante subasta. Las emisiones se realizan en el mercado primario y los inversores saben cuál es la rentabilidad que obtendrán si mantienen las letras hasta el vencimiento.
Cualquiera puede participar en la subasta de letras, pero lo habitual es que sean grandes inversores (fondos de inversión, entidades financieras...). La situación, sin embargo, ha despertado el interés individual. Los ahorradores quieren obtener una rentabilidad sin riesgos frente a la alta inflación y saben que, a diferencia de la banca, con las letras obtendrán una rentabilidad con garantía estatal. La demanda individual en enero de 2023 ha sido superior a la realizada en el conjunto del año 2022. Sin embargo, la de los individuos solo ha supuesto el 2% del total de la adjudicación.
El calendario de subastas de Deuda Pública del Estado es público y cualquiera puede presentar su oferta. Existen tres vías: a través de una agencia de valores, online (utilizando certificado digital) y en las oficinas del Banco de España. La última subasta, referida a las letras a seis meses y un año, tuvo lugar el martes 7 de febrero, y los inversores obtuvieron un beneficio inferior al de la subasta anterior, un 2,813% de media en letras a un año. El próximo martes 14 de febrero se resolverá la siguiente subasta, la de letras de 3 y 9 meses, y el plazo de presentación de ofertas finalizará el día 13.
Quienes quieran invertir en letras tienen otra alternativa: invertir indirectamente a través de fondos de inversión
Quienes quieran invertir en letras tienen otra alternativa: invertir indirectamente a través de fondos de inversión. Las principales entidades financieras han comprado letras, sobre las cuales han creado fondos de inversión. Si el cliente invierte en dichos fondos y no saca el dinero hasta el vencimiento, sabe la rentabilidad que va a obtener. El beneficio, sin embargo, no es tan alto como al invertir directamente, porque las entidades financieras cobran comisiones de depósito y gestión. No obstante, es más cómodo para los clientes.